Antes de este presente con Kevin Durant, James Harden, Kyrie Irving (con el detalle de su contexto fuera del equipo) y un plantel cargado de talento que busca el título, en Brooklyn Nets había un equipo que fue reconstruyéndose paso a paso, etapa por etapa, apostando a algunos jóvenes desconocidos y a otros jugadores que no habían hecho pie en la liga hasta su llegada a la organización. Uno de ellos fue Spencer Dinwiddie, quien encontró en el equipo neoyorquino a su lugar perfecto para mostrar sus cualidades y crecer hasta ser una pieza clave del equipo, instalado como un base de confianza. Una pieza que, eventualmente, fue olvidada y prescindible, sobre todo tras una grave lesión. Una pieza que, a día de hoy, empieza a disfrutar Washington Wizards tras apostar por él en el último mercado.
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En la noche del viernes, el californiano hizo su gran regreso a la escena central, con una producción fantástica que impulsó el trabajado triunfo de los del DC, 135-134 ante Indiana Pacers en la prórroga. Dinwiddie se puso el equipo al hombro ante la ausencia de Bradley Beal (problema en la cadera) y dejó en claro que está pleno para volver a los primeros planos: 34 puntos (13-24 campo, 6-9 triples), 6 rebotes y 9 asistencias en 35 minutos. ¿Lo mejor? Regresó su mejor versión en el clutch, una que no debería sorprender a nadie.
"Quizás la gente no lo recuerda, pero hace unas temporadas era uno de los jugadores que más tiros ganadores anotó en la liga. Las pruebas están y las pueden ver en YouTube. Sé que hay mejores jugadores en la liga y lo reconozco, pero en estas situaciones siento que soy uno de los mejores. No tengo miedo en esos momentos", remarcó el base tras el encuentro. ¿Cómo le fue en el clutch? Sumó 8 tantos en 10 minutos, con 2-3 triples, y repartió tres asistencias clave. Y quizás lo destacable empieza en una acción que no entra en ese registro, porque su equipo estaba 6 abajo a poco menos de 2 minutos del tiempo regular (el clutch apunta a los últimos 5 minutos con diferencia de 5 o menos). Pero este triple sirvió para descontar la distancia de ese momento.
Y luego llegó este otro para igualarlo a 33,6 segundos y forzar la prórroga.
Allí, nuevamente a remolque y nuevamente clave: estando 5 abajo, penetró y encontró a Harrell para el mate y el descuento, luego lo igualó con otro triple, más tarde volvió a impulsar el empate con otra penetración y descarga para el reverso de Kuzma, y luego asistió a un Bertans con enorme mérito para conectar un triple fantástico que fue decisivo a 34 segundos del cierre.
"Se siente genial el hecho de tener a alguien que pueda botar, lanzar y que yo no tenga que hacer todas las jugadas. Amo el hecho de contar con jugadores que puedan crear y que me permitan no tener que hacer todo el trabajo", había destacado hace unos días Beal, la gran estrella del equipo, ponderando el perfil de Dinwiddie, quien se adapta a la perfección a la necesidad del equipo y se diferencia de quien estuvo allí hace poco, un Russell Westbrook que afrontaba la carga pero de otra manera, sin la capacidad sobre bote que tiene el ex de los Nets.
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Lo concreto es que, como bien dijo el base, no debería sorprender el verlo apareciendo en situaciones límite. En la 2019-2020, su mejor temporada en la liga, fue el 12° jugador con más puntos totales en el clutch (104). Fue en una campaña en la que promedió 20,6 puntos, 3,5 rebotes y 6,8 asistencias en 31,2 minutos, totalmente destacable considerando que compartió equipo con Kyrie Irving y Caris LeVert, otros dos jugadores que necesitaban el balón. Pese a brillar, en la 2020-2021 estaba llamado a dar un paso hacia atrás ya con Durant de vuelta, pero la rotura parcial de los ligamentos cruzados de la rodilla derecha en el tercer encuentro del curso lo dejó fuera de acción y del equipo.
Es que los Nets tomaron otro rumbo, apostando a mitad de camino por el traspaso de James Harden (salió LeVert) para dar el cambio de giro final hacia su deseo de campeonato. Dinwiddie no puedo llegar para los Playoffs de ese curso, y Brooklyn no apostó por su renovación en la Agencia Libre pese a ya estar totalmente recuperado de su lesión. Sí lo hicieron los Wizards, con un contrato de 54 millones por tres temporadas que, salud mediante, puede resultar un enorme negocio. Porque Spencer está completamente capacitado para asumir una responsabilidad como actor principal de un equipo, y este 2-0 de Washington tras su gran tarea del viernes lo deja en claro. ¿Próximo desafío? El martes, justamente ante los Nets.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.