Luego de disputar 27 minutos en la victoria del PSG ante el Reims, Lionel Messi tuvo su primera titularidad del 2022, ya recuperado de su positivo de COVID-19. Sin embargo, el retorno no fue feliz para el argentino, que pudo hacer poco para evitar que los dirigidos por Mauricio Pochettino quedaran eliminados de la Copa de Francia tras caer por penales ante el Niza: 0-0 en el tiempo regular y derrota por 6-5 en la definición desde los 12 pasos.
Messi completó los 90 minutos, compartiendo frente de ataque con Julian Draxler y un Mauro Icardi de floja actuación (reemplazado por Kylian Mbappé a los 19 del segundo tiempo). El rosarino no estuvo fino en la puntada final y falló varios intentos de asistencias para los delanteros, además de no poder desequilibrar en el uno contra uno.
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Claro que todo eso llegó dentro de un contexto general del PSG realmente flojo: control del balón pero casi sin generar situaciones reales de peligro para el arco de Marcin Bułka. Al extremo de que su rival terminó con más disparos certeros (3) que el propio conjunto de Poch (2).
Donde sí apareció la calidad del argentino (quien por primera vez usó la 10 en PSG) fue en la definición por penales, cruzando su remate a la izquierda de un Bulka que se jugó al otro palo. Sin embargo, el polaco sí pudo detener los intentos de Leandro Paredes (ingresó en el entretiempo) y Xavi Simons, para darle a los suyos la victoria por 6-5 y clasificarse a los cuartos de final (allí se enfrentarán al Marsella).
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Más allá de su paso cómodo en la Ligue 1 (+11 de ventaja justamente sobre el Niza) y de la expectativa de lo que pueda pasar en la Champions League (tiene por delante un cruce de octavos ante Real Madrid), se trata de un golpe fuerte para un PSG que no parece terminar de encontrar su versión esperada en esta temporada. Sobre todo en términos de funcionamiento colectivo y del acople de algunas piezas que aún no rinden como se desea.