Utah Jazz es el mejor ataque de la NBA y ni siquiera tienen a nadie cerca. Los dirigidos por Quin Snyder entraron a esta noche anotando 116,9 puntos cada 100 posesiones, por lejos el mejor rating de la liga (Atlanta aparece segundo con 113,2). Y no solo mantuvieron ese rendimiento, sino que lo potenciaron para vencer a los Philadelphia 76ers por paliza: 118-96 como visitantes, consiguiendo así su sexta victoria seguida.
Los 117,2 puntos por 100 posesiones que promedia hoy Utah sería la segunda mejor marca de todos los tiempos, apenas por detrás de los 117,3 de Brooklyn en la temporada anterior.
Hace años que la ofensiva de Utah es una maquinaria pulida y que cuando tiene a todos sus hombres disponibles, funciona como ninguna otra en la liga... al menos en Fase Regular. El duelo ante los Sixers fue una nueva muestra de ello, no solo anotando esos 118 puntos, sino que además haciéndolo con un rating de 126,7 tantos. Casi 10 unidades por encima de esa marca que mencionamos es la mejor del torneo por un campo de diferencia.
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Lo interesante de este gran momento de los Jazz es que no dependen de grandes explosiones ofensivas de sus figuras, tal como demostraron esta noche: tuvieron a ocho jugadores diferentes anotando entre 10 y 22 puntos. De hecho, Donovan Mitchell terminó con 22 puntos, pero lo hizo con un porcentaje de acierto relativamente bajo (8-19, 42,1%), demostrando que los de Salt Lake City pueden brillar aún sin la mejor noche de su jugador más desequilibrante.
Además de Mitchell, vimos a Rudy Gobert terminar con 17 puntos y 21 rebotes, mientras que también alcanzaron el doble dígito anotador Hassan Whiteside (14 puntos y 10 rebotes), Bojan Bogdanovic (14 puntos), Joe Ingles (11 puntos y 7 asistencias), Jordan Clarkson (11 puntos), Mike Conley (10 puntos) y Rudy Gay (10 puntos). Todo fluye en un Utah que crece y crece en el certamen, con una ofensiva cada día más eficiente y arrolladora.
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La otra cara de la moneda son unos Sixers que no solo tienen problemas en defensa, sino que además poseen un ataque en absoluta caída libre. Después de abrir como uno de los mejores de la liga en ese costado, las últimas semanas los han tenido en un nivel bajísimo, en el que caen en los peores vicios de años anteriores: ofensivas trabadas abusando del recurso Joel Embiid (anotador con 19 tantos), perimetrales irresolutivos con el balón, un Tobias Harris forzando situaciones, muy bajos porcentajes en el triple...
Si Utah es la representación más clara de la fluidez ofensiva, los 76ers se ubican exactamente al otro lado del espectro. Al extremo que si tomamos los últimos 12 partidos, los 76ers tienen el cuarto peor rating ofensivo de la NBA: apenas 105,2 puntos cada 100 posesiones. ¿Por debajo suyo? Quizá los tres peores equipos de la liga: Orlando, Detroit y Oklahoma City. Más allá de su récord de 14-12, los Sixers son hoy una sombra del equipo que supieron ser en algunos momentos de la era Rivers.
El domingo, otra prueba de fuego recibiendo al mejor récord de la NBA: los Golden State Warriors.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.