Todo parece apuntar a que después de perderse los últimos nueve partidos tras dar positivo de COVID-19, Joel Embiid estará haciendo su regreso a las canchas en el primer turno de este sábado, durante el duelo entre sus Philadelphia 76ers y los Minnesota Timberwolves (00:00h). Si bien el pivot figura como cuestionable en el reporte de lesionados de los Sixers (al igual que Tobias Harris), distintos reportes marcan el optimismo de la franquicia en relación a que estará disponible para este compromiso ante unos encendidos Wolves (ganaron cinco de los últimos seis).
Cuando Embiid vuelva a ponerse oficialmente la casaca de los 76ers lo estará haciendo en un ambiente totalmente familiar en cuanto a nombres, pero bastante disímil en varios aspectos del presente del equipo. ¿El más obvio y contundente? La posición en la tabla y las necesidades que tienen hoy los de Rivers. El camerunés dejó a Philadelphia con marca de 8-2, peleando en las posiciones de privilegio de la Conferencia Este. Sin embargo, tras perder siete de los nueve encuentros sin Embiid, hoy los Sixers marchan novenos con un registro apenas ganador de 10-9.
Los problemas de los 76ers para jugar sin Embiid son históricos. Y si bien se potenciaron por las otras bajas que tuvo y tiene el plantel, este tramo sin la máxima figura volvió a dejar en evidencia las malas decisiones que ha tomado Philadelphia a la hora de buscarle un relevo de calidad. Algo que se repite temporada tras temporada, aún sabiendo que por sus antecedentes es muy probable que Embiid vaya a perderse una buena cuota de partidos cada año. Lo de Andre Drummond en estas semanas no estuvo a la altura de lo esperado. Como es su costumbre, dominó los tableros (13,8 en estos 9 partidos), pero su aporte terminó allí. Luego lo vimos con problemas defensivos y promediando solo 8 puntos con muy flojos porcentajes para un jugadro de su rol: 43,5% de campo y 50% en libres.
Allí no hay demasiadas novedades con respecto a otros momentos de los 76ers, pero sí las encontramos en cuanto al reparto de protagonismo ofensivo. Y es que estos encuentros sin Embiid abrieron el camino para la tremenda explosión de Tyrese Maxey, quien promedió 23,7 puntos y 4,6 asistencias, con porcentajes de 49-42-91. De hecho, tuvo una media de lanzamientos superior (17,8) a la que registró Tobias Harris (17,6), quien hasta hace algunos días era claramente visto como la segunda opción anotadora de los de Rivers. Hoy el panorama es otro.
El ex Kentucky asoma como un jugador como el que nunca tuvo Embiid a su lado. Un base capaz de ser amenaza desde el pick and roll, sea para lanzar o sobre todo, para atacar el aro.
Los Sixers son hoy el quinto equipo que más anota vía pick and roll en toda la NBA (21 puntos). Y en ello es totalmente decisivo el aporte de Maxey: es el octavo jugador con mayor promedio de puntos por esa vía (8,5). Adelante suyo, solo especialistas: Trae, Mitchell, Luka, Morant, Fox, Brogdon y DeRozan. Y atención, porque de todo ese grupo, Maxey es el más efectivo, anotando 1,05 puntos por posesión.
Para Embiid, esto contrasta enormemente con el Philadelphia acostumbrado a tener a su alrededor. En la temporada pasada terminaron 17° en cuanto a uso del pick and roll y 16° en puntos. En la 2019-2020, anteúltimos en ambos rubros. En la 2018-2019, 29° y 30° respectivamente. En la 2017-2018, útlimos en ambos casos. Y en la 2016-2017, primera campaña del interior africano, anteúltimos y últimos.
Temp. | Uso | Puntos | Rk. |
---|---|---|---|
2021-2022 | 20,3% | 21,0 | 5° |
2020-2021 | 17,2% | 17,4 | 16° |
2019-2020 | 13,2% | 12,4 | 29° |
2018-2019 | 11,5% | 11,9 | 30° |
2017-2018 | 10,8% | 10,3 | 30° |
2016-2017 | 12,3% | 10,0 | 30° |
El cambio parece haber sido positivo para la ofensiva de los Sixers: aún con todas las ausencias, los de Rivers tienen hoy el quinto mejor rating de la NBA, anotando 111,8 puntos cada 100 posesiones. Un número que lógicamente esperan ver al alza una vez que puedan presentar (algo parecido) a su plantel completo.
Los Sixers son otros y el ascenso de Maxey ha cambiado por completo la configuración ofensiva. La pregunta es si se mantendrá eso con el retorno de Embiid. ¿Seguirá el joven base acelerando a fondo o volveremos a ver a un Philadelphia dependiente del uno contra uno de su pivot? ¿Cómo se adaptará Embiid, si es que efectivamente le toca ocupar más esa función de cortinar y liberar espacio para las penetraciones de su veloz compañero? Minnesota, décima mejor defensa de la NBA actualmente, será una buena primera prueba a varias de esas preguntas.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.