Si hubiera que buscar un nombre con una presencia rodeada por lo enigmático en la NBA en los últimos años, el de Markelle Fultz sería el primero en salir a la luz. Llegó a la liga con todos los focos encima tras ser elegido como el N°1 del Draft 2017 por Philadelphia 76ers, que lo sumaba a su Proceso y lo pensaba como una de las piezas vitales de su futuro. Sin embargo, su temporada y media allí fue estando enterrado en las sombras, con muchísimos problemas físicos que marcaron ese momento de su carrera y la llenaron de dudas. Pocos confiaban en que el base pudiera llegar a tener en algún momento un impacto positivo un equipo. Pero acá está, destacándose en esta etapa de renovación y explosión con Orlando Magic.
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La franquicia de Florida lo adquirió por debajo del radar a mitad de la 2018-2019, esperó su recuperación en ese entonces, confió en su trabajo durante el verano, y en esta 2019-2020 está viendo los frutos de esa confianza. Porque Fultz empieza a recibir cada día más miradas. Quizás no será la estrella que muchos veían, esa que generalmente se espera de un N°1 de Draft. Seguramente no es un caso perdido, como muchos lo dieron. Hoy Fultz es un jugador que se está asentando en la NBA, que empieza a tener impacto positivo y, en silencio, va sumando números para una candidatura a Jugador de Mayor Progreso de la campaña.
En la noche del miércoles, el ex Universidad de Washington tuvo otra sólida actuación durante la clara victoria del Magic, 128-114 ante Phoenix Suns: 13 puntos (6-12 campo, 1-1 libre), 4 rebotes, 5 asistencias y un tapón en 26 minutos de acción. Quizás no deslumbra a primera vista. Pero lo bueno es que es la ratificación de un presente a pura consistencia.
Markelle tomó la titularidad en el 6° partido de la campaña después de un inicio genial desde el banco. Aunque lo mejor se está viendo ahora. En sus últimos 10 partidos, está promediando 15,0 puntos (52,5% campo, 80% libres), 2,9 rebotes, 4,9 asistencias y 1,3 robos en 28,0 minutos. En todos anotó en doble dígito (la mejor racha de su carrera). Pero lo mejor está en las sensaciones: físico recuperado y cada vez mejor, peligroso yendo hacia el aro (su especialidad), un lanzamiento de media distancia que empieza a tomar forma, efectivo en la línea y muchísima solidez general. Todo un contraste con ese jugador que, por momentos, parecía roto en cuanto a su tiro. Sí, todavía le falta para el triple (acumula un 8-37 en el curso), pero se anima con confianza.
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Si comparamos sus números de esta temporada con sus dos primeras en Philadelphia, vemos una diferencia brutal.
- 2017 a 2019 (76ers): 7,7 puntos (41,4% campo, 53,4% libres), 3,4 rebotes y 3,4 asistencias (20,6 minutos, 33 partidos)
- 2019-2020 (Magic): 12,1 puntos (49,8% campo, 77,8% libres), 2,5 rebotes, 4,0 asistencias, 1,3 robos (25,5 minutos, 21 partidos).
New career-high for Markelle tonight 💪
— Bleacher Report (@BleacherReport) December 4, 2019
20 PTS
6 ASTS
Fultz is flourishing in Orlando. pic.twitter.com/QNQDgihTSx
Otra muesta clara de su mejora en la confianza: creándose su propio tiro (pull-ups), tuvo un 25,9% de acierto en su año rookie y 32,3% como sophomore. En este curso está en 44,2%, un registro muy bueno comprendiendo su contexto.
Semejante recuperación, entendiendo el pasado, es motivo de alegría para el jugador. "Cada vez que salgo a la cancha a jugar es una bendición para mí. Se siente bien haber jugado todos estos partidos. Seguiré haciendo lo que estoy haciendo, mirando hacia adelante y cuidando mi cuerpo", dijo Fultz en una reciente entrevista con el sitio oficial de Orlando. Y claro, también tiene un mensaje para los que pensaron lo peor sobre él, uno que va más allá de las palabras.
"No tengo mucho para decirles a los que dudaron. Dejo que mi juego hable por mí, y creo que progresivamente voy mostrando que estaban equivocados. Me preocupo por el equipo y por mí. Siempre supe que podía hacer lo que estoy haciendo, simplemente se trataba de ponerme sano. Pero se siente bien ver tranquilos y en silencio a todos los que estaban hablando", señaló.
Ahí está Markelle Fultz, recuperando sensaciones en silencio después de una lucha a las sombras.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
