Con severos castigos y multas económicas, la NFL desalentó los golpes casco a casco entre los jugadores. Para continuar evitar mayores conmociones cerebrales, la liga implementó el programa Guardian caps, el que se puso en marcha durante los primeros entrenamientos de los minicampamentos obligatorios en 2022.
Los Guardian caps son almohadillas blandas que se adhieren al exterior del casco y se usan con frecuencia en el fútbol americano universitario. Diversos estudios aseguran que estos reducen la fuerza del impacto entre 20 y 33%. Estas cubiertas son obligatorias para los linieros ofensivos y defensivos, alas cerradas y apoyadores desde la segunda semana de entrenamientos hasta previo al segundo juego de la pretemporada, a mediados de agosto.
Pittsburgh Steelers decidió que todos los jugadores utilicen esta protección. "Vamos a adherirnos a las reglas, es por seguridad; vamos todos a tomar una y hacer que no sea un problema para nosotros", explicó el entrenador Mike Tomlin. Otras franquicias podrían seguir el mismo camino.
#Colts RB Jonathan Taylor is one of a couple of players wearing a protective Guardian Cap over his helmet during an actual game today. Teams have added skull caps over them, making them look more like game helmets.
— Ari Meirov (@MySportsUpdate) August 11, 2024
Here is Taylor, #28, wearing it:pic.twitter.com/Z7F3E4UCEo
Según datos del jefe de servicios médicos de la NFL, el doctor Allen Sills, en las dos primeras semanas de prácticas se produce una alta intensidad de contactos entre las cabezas de los jugadores que provocan un promedio de hasta 30 conmociones cerebrales por año. Y la razón principal es que los equipos cuentan con un mayor número de jugadores que buscan un lugar dentro del roster definitivo de 53.
"Sabemos que el contacto con la cabeza en este deporte es inevitable, pero con este programa queremos centrarnos en la parte que creemos que es evitable", explicó Sills en marzo pasado.
¿Cuántas conmociones cerebrales registra la NFL año a año?
La NFL comparte datos de conmociones cerebrales desde el 2012, pero la alarma por el alto número de éstas surgió en 2017, año en el que se reportó el máximo de 281 casos durante la pretemporada y campaña regular que superó la marca de 2015 que era de 275.
Desde entonces los casos han estado por debajo de esas cifras. En la campaña 2018 hubo 214 conmociones cerebrales; para 2019, 224; en 2020, 177, y en 2021 fueron solamente 187 más allá de que hubo un partido más de temporada regular.
El doctor Allen Sills subrayó la importancia de reducir la intensidad de los contactos en la cabeza. "Incluso si no hay cambios en los números de conmociones cerebrales con esta intervención de todas maneras consideraríamos que esto vale la pena si reduce la fuerza de impacto que recibe cada jugador en el casco", puntualizó el médico.