Que el árbol no tape el bosque: por más que Atlanta Hawks haya dominado de principio a fin a New York Knicks, la eliminación en la Primera Ronda de los Playoffs del conjunto de la Gran Manzana (4-1) no borrará una temporada 2020-2021 realmente genial y con saldo positivo. Basta con decir que pocos (siendo optimistas) podían imaginar que el conjunto de Tom Thibodeau iba a llegar al lugar que alcanzó, entre los cuatro primeros de la Conferencia Este en la Fase Regular y siendo competitivo en casi todo momento con un plantel bastante limitado en cuanto a talento, sobre todo ofensivo.
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Ahora bien, ¿cuál es el próximo paso? Analizamos los detalles deportivos, contractuales y necesidades de los Knicks rumbo a la offseason 2021.
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Balance muy positivo, pero con un techo claro
Terminar una temporada con récord de 41-31, la mejor marca en ocho años que coincide con el tiempo de sequía sin postemporada, define el éxito de estos Knicks. Principalmente porque ningún pronóstico los ponía en una posición similar. Es más, probablemente pocos lo dieron incluso como un equipo con capacidad para disputar puestos de Play-in. ¿Motivos? Un plantel con escasos nombres, con muchas limitaciones ofensivas y, además, con las dudas que generaba la capacidad de Thibs para encaminar un proyecto a la deriva con un estilo bastante opuesto a la tendencia de los últimos años en el grueso de la competición.
Pero los Knicks lo hicieron. El coach construyó a su manera, con la solidez defensiva como bandera y un bloque luchador que se las ingenió para competir contra todos. También, lógicamente, necesitó un paso al frente de alguien en particular: Julius Randle. El sabor final es súper amargo por unos Payoffs olvidables (18,0 puntos de promedio, con 29,8% de campo), pero su salto como jugador en la Fase Regular fue notable, llevándose un merecido premio al Jugador de Mayor Progreso, con promedios de 24,1 tantos (45,6% campo y 41,1% triples), 10,2 rebotes y 6,0 asistencias.
No better city. No better fanbase.
— NEW YORK KNICKS (@nyknicks) June 3, 2021
To our Knick faithful all over the world, thank you for all your support. Keep reppin’ the orange and blue. #NewYorkForever pic.twitter.com/y2aRlzCERV
Otro punto importante y destacable del año (también más allá de sus pobres Playoffs) fue el crecimiento de RJ Barrett tras una dubitativa e ineficiente campaña como rookie: pasó de 14,3 tantos con 40,2% de campo y 32% triples (3,5 intentos) a 17,6 unidades con 44,1% campo y 40,1% triples (4,3 intentos). Además, 5,8 rebotes y 3,0 asistencias. Su desarrollo como jugador, en buena parte, marcará la mejora que puedan llegar a tener los Knicks en adelante. También fue admirable la llegada de Derrick Rose, quien cambió la dinámica del ataque como sexto hombre en la Fase Regular y nos hizo viajar al pasado con un genial rendimiento en los Playoffs, donde fue el mejor de su equipo (19,4 puntos, 4,0 rebotes y 5,0 asistencias).
Volviendo a los jóvenes, dos caras: enorme acierto con Immanuel Quickley (25° del Draft 2020), quien promedió 11,4 puntos en 19,4 minutos como revulsivo desde el banco; y sensación de poco con Obi Toppin (8° del Draft 2020), quien apenas promedió 11,0 minutos (4,1 puntos) en la Fase Regular, tapado por la explosión de Julius Randle. Además, Mitchell Robinson, marcado como el faro defensivo como pívot, apenas disputó 31 partidos por problemas físicos.
Aunque claro, no se puede explicar este año de los Knicks sin lo mucho que sacó Thibs de jugadores con cierta experiencia que parecían no tener lugar en la liga, como Reggie Bullock (10,9 puntos y 41% triples), Alec Burks (12,7 tantos y 41,5% triples) y Nerlens Noel (5,1 tantos, 6,4 rebotes y 2,2 tapones). Hasta resistió con Elfrid Payton como titular durante la Fase Regular (10,1 tantos y 3,2 asistencias, perdiendo terreno sobre el final), y rescató a un Taj Gibson que estaba sin equipo cuando comenzó el curso y terminó siendo titular en la postemporada.
Foundation laid.
— NEW YORK KNICKS (@nyknicks) June 3, 2021
En definitiva, los Knicks hicieron mucho con poco, o con mucho menos que otros equipos de la zona de arriba (incluso han quedado por delante de otros con más recursos). ¿El problema de ahora en más? Esos pocos recursos tienen un claro techo y limitaciones que quedaron expuestas por completo en la serie ante los Hawks. Para ir por más, los Knicks necesitan más. Y un mercado como el de New York lo demandará.
Situación salarial y necesidades
- Con contrato: Julius Randle (20,7M), RJ Barrett (8,6M), Kevin Knox (5,8M), Obi Toppin (5,1M), Luca Vildoza (3,3M), Immanuel Quickley (2,2M), Norvel Pelle (1,7M).
- Opciones de equipo: Mitchell Robinson (1,8M)
- Agentes libres: Derrick Rose, Alec Burks, Nerlens Noel, Elfrid Payton, Reggie Bullock, Taj Gibson, Frank Ntilikina (restringido)
- Elecciones de Draft: dos de primera ronda (propia y vía Dallas) y dos de segunda ronda
Aquí es donde se pone intersante el panorama de los Knicks, ya que tres de los titulares que cerraron los Playoffs y otros dos jugadores clave de la rotación de la temporada serán agentes libres sin restricciones. La franquicia tiene pocos contratos en los libros para el próximo curso: Randle (no está 100% garantizado, pero es una formalidad), Barrett, Toppin, Quickley y Knox, quien tuvo otro curso sin despegar. Además, están Pelle y Vildoza, ambos no garantizados.
¿Cómo es el escenario del argentino? El base salió de Baskonia sobre el final de la temporada y firmó con los Knicks en una movida pensando en el verano. La organización lo analizará en los próximos meses, con Juegos Olímpicos y pretemporada en el medio (la Summer League está en duda por sus tiempos con la Selección Argentina), pero el garantizar o no su vínculo para el próximo curso no sólo dependerá de sus cualidades y talento, sino de las decisiones que tomen los Knicks en el próximo tiempo.
En primer lugar, sobre los agentes libres en su posición: Rose demostró ser clave; mientras que Payton y Ntilikina parecen prescindibles. Burks es más escolta que base, pero como fuente de anotación desde el banco (y a un precio razonable) podría seguir siendo útil. Y en segundo lugar, sobre qué pueda pescar la organización en la Agencia Libre en sí, sobre todo considerando que tendrá espacio salarial para hacer una oferta importante, y el puesto de base parece ser el más necesitado. ¿Opciones? Mike Conley y Kyle Lowry estarán en el mercado, pero no parecen opciones realistas (el primero quiere continuar en Utah, el segundo buscará un verdadero candidato al título si sale de Toronto). ¿Opciones realistas? Lonzo Ball, alguien siempre mencionado en el interés de NY (es restringido y New Orleans podría igualar), y Dennis Schroder parecen ser los únicos con el cartel para ser titulares.
Se descuenta que los Knicks tomarán la opción por Mitchell Robinson, quien debería volver a su lugar como pívot titular, pero viendo sus problemas físicos sería prudente tener un recambio rendidor como lo fue Noel, por lo que la renovación del ex 76ers tendría sentido. Bullock fue otro que se adaptó a lo que pide y necesita Thibs, así que también podría seguir. Pero si hay algo que debe buscar NY son perfiles ofensivos que puedan descargar el peso de Randle y Barrett (ya vimos lo que pasó en los Playoffs). ¿Un DeMar DeRozan como veterano probado podría servir? Por qué no... Al cabo, la lista de agentes libres no presenta muchos atractivos en cuanto a nombres... A menos que Kawhi Leonard salga de los Clippers.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
