La Gran Manzana al fin recuperó las luces. Bueno, no es que la ciudad no las tuviera (todo lo contrario), pero la realidad es que New York Knicks carecía de una realidad deportiva exitosa. Más de un lustro marcado por proyectos fallidos, planteles de baja calidad y decisiones un tanto disfuncionales que dejaban a la franquicia lejos de la primera línea de competencia. Sin embargo, la 2020-2021 fue un cambio rotundo, a tal punto que el equipo regresó a los Playoffs (y tuvo su primera temporada con récord positivo) por primera vez desde 2013.
Y lo mejor es que, de cierta manera, fue todo de forma inesperada. La llegada de Tom Thibodeau al banco no despertaba al optimismo, mucho menos un plantel con poco talento como para aspirar a un nivel competitivo elevado. Sin embargo, Thibs sacó agua de las piedras. Potenció a los que estaban individualmente (Julius Randle, por ejemplo, se convirtió en All-Star), encontró una química y funcionamiento colectivo sólido y consistente, y terminó llevando al equipo a la postemporada tras finalizar en el cuarto lugar del Este con marca de 41-31. Y se llevó el premio al Mejor Entrenador del Año.
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Ahora bien, esos Playoffs fueron un baño de realidad. Porque el techo del equipo era bajo como para aspirar a mucho más, y el 4-1 en contra en la Primera Ronda ante Atlanta Hawks evidenció que se necesitaban ajustes para dar un nuevo salto. Ajustes que, en mayor o menor medida, se realizaron una offseason sólida de los Knicks. Primero, renovando a varias piezas clave, principalmente a Derrick Rose (3 años y 43,5 millones), Alec Burks (3 años y 30 millones) y Nerlens Noel (3 años y 27,7 millones). También continuará Taj Gibson, uno de los veteranos y líderes (2 años y 10 millones), pero lo interesante está en las caras nuevas.
Y es que los Knicks se hicieron con Evan Fournier, uno de los nombres consistentes de la Agencia Libre (4 años y 73 millones), y sumaron a Kemba Walker a un precio excelente (2 años y 17,8 millones) tras su rescisión con Oklahoma City Thunder. Como si fuera poco, extendieron el contrato de Randle (4 años y 117 millones). Además, desde el Draft llegaron Quentin Grimes (#25), Miles McBride (#36) y Jericho Sims (#58, con contrato two-way). ¿Quiénes salieron? Principalmente Reggie Bullock, titular y clave como tirador. Además, Elfrid Payton y Frank Ntilikina, quien jamás pudo hacer pie en la organización.
| Manejadores | Perimetrales | Interiores |
|---|---|---|
| Kemba Walker | RJ Barrett | Julius Randle |
| Evan Fournier | Kevin Knox | Mitchell Robinson |
| Derrick Rose | Nerlens Noel | |
| Alec Burks | Obi Toppin | |
| Immanuel Quickley | Taj Gibson | |
| Quentin Grimes | Jericho Sims (TW) | |
| Luca Vildoza | ||
| Miles McBride | ||
| Entrenador: Tom Thibodeau | ||
Ahora mismo, los Knicks tienen 14 contratos garantizados y uno two-way (en ambos casos, a uno del tope para el inicio de la Fase Regular). Además, uno no garantizado y tres de prueba para el training camp (Dwayne Bacon, Aamir Simms y MJ Walker). ¿Quién tiene el no garantizado? El argentino Luca Vildoza, quien llegó sobre el cierre de la 2020-2021 (no debutó). Su situación, en la teoría, es compleja. Es cierto que hará la pretemporada con el equipo y buscará su lugar, tan cierto como que su posición (1-2) está totalmente poblada, ya que hablamos de, al menos, tres jugadores delante suyo desde el banco, sin contar a los dos rookies (de muy buena Summer League). Eso se suma a que el plantel parece tener una carencia de un alero fuerte para la rotación, lo que hace que su contrato sea prescindible si la gerencia decide apuntar a tapar ese hueco para el 15° lugar.
La formación titular se potencia con los ingresos de Kemba y Fournier para acompañar a Barrett, Randle y Robinson. Si las rodillas de Walker ayudan y recupera parte de su nivel previo a estos años irregulares en Boston, será un enorme fichaje por ese precio. Además, se aguarda un nuevo paso al frente de Barrett, y habrá que ver cómo regresa Robinson, llamado a ser un protector de aro y defensor de elite pero impactado por las lesiones (apenas jugó 31 partidos en la 2020-2021). Lo que está claro es que la nueva pareja exterior resuelve (en los papeles) parte de los problemas del equipo: un base consistente (Payton fue el titular el año pasado) y poder anotador en el perímetro (con capacidad de crearse opciones propias).
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La segunda unidad tiene varias piezas interesantes: la vuelta de Rose, candidato a Mejor Sexto Hombre en la 2020-2021 y el de mejor rendimiento de todo el equipo en los Playoffs, es vital por tratarse del jugador que potenció al equipo con su llegada a mitad del curso pasado, mostrando destellos de la estrella que supo ser antes de las lesiones. Burks es sinónimo de puntos automáticos al igual que Quickley, de gran aporte como novato. Noel fue un seguro de vida como pivote suplente, y habrá que ver qué salto puede ofrecer Toppin (#8 del Draft 2020) tras su papel reducido como novato (11,0 minutos de promedio). ¿Vildoza? Estaría detrás de Rose, Burks, Quickley, y peleando con un Grimes que se destacó en Summer League (15,3 puntos, 40,7% triples). La incertidumbre con Knox (apenas 11,0 minutos de media en la 2020-2021) abre la necesidad de otra pieza en las alas.
Lo concreto es que los Knicks ya establecieron las bases para recuperar su lugar competitivo en el Este, y ahora no sólo van por la ratificación, sino por un salto que les permita dar que hablar en la postemporada.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
