El fichaje de Kemba Walker en New York Knicks siempre fue considerado una suerte de apuesta, una de bajo riesgo por lo contractual (2 años y casi 18 millones de dólares). Si fallaba de alguna u otra manera, el costo no sería demasiado alto para los de la Gran Manzana. El tema es que, probablemente, ni los más pesimistas habrán imaginado que, tras menos de 20 partidos, el ex Charlotte Hornets iba a salir de la rotación por decisión del entrenador Tom Thibodeau. 10 partidos después de esta movida, ¿qué ha pasado con los Knicks? De todo menos cuestiones positivas, lo que puede disparar una pregunta. ¿Se ha equivocado Thibs al sacar al cuatro veces All-Star?
Vayamos por partes para tratar de buscar una respuesta.
¿Cómo era el nivel de Kemba Walker?
No el mejor, está claro: en 18 partidos había promediado 11,7 puntos, 2,6 rebotes y 3,1 asistencias en 24,5 minutos, todos registros que representan los más bajos de su carrera. Quizás lo más destacable era el 41,3% en triples sobre 5,1 intentos por noche. Pero, en defintiva, poco para alguien que hasta hace no mucho estaba dentro de la categoría de estrella de la liga.
Sus problemas físicos han limado por completo su cartel y valor en la competición. Y es que no sólo que ya no logra impactar ofensivamente como lo hacía antes, sino que sus debilidades defensivas quedan aún más expuestas. Un combo letal para sus chances, sobre todo cuando tu entrenador es Thibodeau. Hay datos (hasta el momento en que era parte de la rotación) que le dan la derecha al coach.
- Kemba en cancha: 103,0 rating ofensivo | 116,3 rating defensivo | -13,3 rating neto
- Kemba afuera: 110,6 rating ofensivo | 99,1 rating defensivo | +11,5 rating neto
Contando a los habituales de la rotación, Walker tenía el peor rating neto estando en cancha, y el segundo más alto para su equipo cuando descansaba.
¿Cómo rinde Alec Burks, su reemplazo?
Llamó la atención que Thibs optara para un base que es más escolta (y con mentalidad anotadora) que un organizador. Pero su capacidad de resolución y mejor defensa le dieron una ventaja en la cabeza del coach. ¿Ha rendido? Ha ido de mayor a menor.
- Primeros 5 PJ como titular por Kemba: 18,6 puntos, 39,1% TC, 4,8 rebotes, 3,2 asistencias y 1,6 robos (37,0 minutos).
- Ultimos 4 PJ como titular por Kemba: 9,8 puntos, 25,6% TC, 4,3 rebotes, 2,5 asistencias y 1,0 robos (35,5 minutos).
En líneas generales, los números básicos son superiores a los de Kemba. ¿Y las sensaciones? Ese parece ser otro tema.
¿Los Knicks, mejoraron o empeoraron?
Vamos a los datos:
- Knicks con Kemba: 10 victorias y 8 derrotas
- Desde la salida de Kemba: 3 victorias y 7 derrotas
Algunos detalles más:
- Con Kemba: 107,9 rating ofensivo | 108,5 rating defensivo | -0,6 rating neto
- Desde su salida: 110,7 rating ofensivo | 115,2 rating defensivo | -4,5 rating neto
El desplome defensivo es llamativo. No sólo para un equipo de Thibs, sino para una estructura que podía ver en el base a una debilidad defensiva que había que compensar. Si esa fue la búsqueda, cláramente ha fallado hasta aquí.
¿Decisión sin retorno?
Difícil asegurarlo, pero el contexto le ha dado a Thibs motivos como para volver a usarlo, como una baja de Burks por un juego (motivo personal), otra de Rose (también por uno), y ahora hay que sumarle el ingreso de Quickley a los protocolos de salud y seguridad de la liga. Sin embargo, hasta aquí no hubo señales de volver a usarlo, incluso cuando el equipo viene en caída y hasta se encuentra fuera de zona de Play-in (12° del Este con 13-16).
¿Qué pasa si incluso ante tantas bajas no le vuelve a dar minutos? Sería toda una señal de que la confianza ha sido perdida de manera completa. Pero, al mismo tiempo, sería seguir sumando leña al fuego de un problema que genera un malestar en el jugador de 31 años.
Entonces, volvemos a la pregunta inicial: ¿se equivocó Thibs? Quizás lo mejor sería decir que se apuró. Esos primeros 20 partidos eran complejos de analizar en tan poco tiempo, e incluso es complejo analizar ahora mismo si lo suyo fue un error. En el balance, está claro que sacar a Kemba no cambió mucho, sino todo lo contrario, ya que el equipo se vino a pique.
Walker tiene 31 años y, en el contexto adecuado, no deben haber muchas dudas sobre su capacidad para aportar algo de manera positiva, aunque sea desde el banco. El tema es que, probablemente, el que tenga dudas sobre su impacto es justamente su entrenador actual. ¿Cambiará de opinión Thibs para darle una nueva oportunidad? Lo concreto es que, si los Knicks siguen cayendo, menos se irá entendiendo desde lo deportivo esta situación.
Horario y cómo ver Boston Celtics vs. New York Knicks
- Día y hora: domingo 19 de diciembre a la 1 de España
- Streaming: NBA League Pass
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