La temporada 2021-2022 de los New Orleans Pelicans no está siguiendo el guion que tenían previsto en el pasado. La pérdida de activos valiosos en la off season, un nuevo entrenador y la lesión por tiempo indefinido de Zion Williamson ha hecho imposible que puedan estar una mejor situación para completar finalmente un buen año. La sola presencia de Brandon Ingram ha limitado el techo de los Pels que ocupan ahora mismo la última posición del Oeste con un balance de 8-21. Dentro de esta espiral negativa todavía hay espacio para lo positivo, concretamente el rendimiento de Willy Hernangómez.
Un año más, el madrileño comenzó la temporada sentado en el banquillo, esta vez al fondo del todo, sin tener apenas opciones de salir a cancha pese a haber renovado por 3 años durante la Agencia Libre. Durante los primeros 17 partidos, el pívot solo vio la pista en tres ocasiones, sumando un total de 14 minutos en todo ese lapso. Todo apuntaba a que Willy tendría que esperar una vez más a poder contar con la oportunidad de mostrar de lo que era capaz. Y así sucedió.
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Lo que mejor define la carrera de Willy Hernangómez en la NBA es su capacidad para producir estadísticas en muy poco tiempo. Números en encuentros ya decididos o bien en una rotación corta, pero que igualmente son valiosos para el equipo. En el enfrentamiento ante los Pacers del 20 de noviembre, el español produjo 6 puntos en 3 de 4 tiros de campo y añadió 5 rebotes en 6 minutos de juego, suficiente para ganarse la confianza de Green al siguiente duelo.
Y este, evidentemente, no desaprovechó la oportunidad.
En los 22 minutos que jugó contra los Wolves Hernangómez sumó 22 tantos en 8 de 9 intentos y 11 rebotes, confirmándose así como el pívot suplente de Jonas Valanciunas y mejorando notablemente la rotación de los Pelicans en comparación a Jaxson Hayes.
A partir de ese momento, el español no se ha bajado de la rotación, siendo el reemplazo del interior lituano y disputando todos los minutos en los que este descansa. De nuevo en un rol limitado, Hernangómez está aportando y sobrepasando en cierto modo su rol, algo vital en la mejoría de los Pelicans que han pasado de ganar 3 encuentros en 17 partidos sin él a 5 en los siguientes 12.
No es que Willy esté rindiendo fantásticamente en su rol, sino que ha logrado dejar números históricos en su contexto. Contra los Jazz consiguió 13 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias y un 66% de acierto en 18 minutos, siendo el tercer jugador en la historia en lograr algo parecido y el primero desde 1978. Más tarde frente a los Rockets sumaría 12 tantos y 15 rebotes en poco más de 15 minutos, siendo el 38º desde el 2000 en conseguir algo así.
Todo esto le está valiendo al madrileño para haberse afianzado como el sexto hombre de referencia en los Pelicans pues entre aquellos que no son titulares, Willy es el máximo anotador con una media de 8,4 puntos con una efectividad del 64,2%. De ser capaz de mantener estos registros, el pívot conseguiría tener su mejor temporada anotadora desde que llegó a la NBA, superando los 8,2 que firmó en su temporada rookie. Lo que marca la diferencia es que en aquel año en los Knicks Willy promedió más de 18 minutos, siendo titular en 22 ocasiones, mientras que ahora promedia 14 y es un suplente.
Tomando únicamente el lapso de los últimos 12 partidos en los que ha estado verdaderamente en rotación, los números del español ascienden a 9,8 tantos, 8,2 rebotes y 64,1% de acierto en tiros de campo a lo largo de 16,8 minutos de media, nada mal para un interior reserva.
Lo positivo de su rendimiento es que está teniendo verdaderamente impacto en el juego de los Pelicans, no siendo estadísticas aisladas. Con Hernangómez en cancha en estos 12 últimos compromisos los Pelicans han tenido el segundo mejor net rating del equipo (mínimo 100 minutos) con un +1,8, aunque habiendo disputado el doble de minutos el español que Trey Murphy (+7,0). Cuando Willy ha estado en el banquillo (379 minutos) este número ha caído a -5,8, el peor de New Orleans.
Por otro lado, la tercera alineación más usada en este lapso ha tenido al madrileño presente, logrando un +26,7 en 24 minutos, mientras que la cuarta (20 minutos) acumula un +11,9.
No obstante, la muestra de todo esto sigue siendo muy pequeña y Hernangómez se está midiendo en la mayor parte de los casos a otros suplentes, por lo que hay que poner en contexto y tomar con cierta prudencia todos estos números. Pese a todo, la realidad es que el español está aprovechando una vez más su oportunidad para sacarle el mejor partido y asentarse como un imprescindible en los esquemas de los Pelicans.
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