Dentro de las bajas (por diferentes razones) que habrá en los equipos que reanudarán la temporada 2019-2020 en Walt Disney World (desde el 30 de julio), sin dudas que la de Victor Oladipo es la de mayor peso, por nombre y calidad del protagonista. Más allá de que aún estaba lejos de aquella forma que lo convirtió en All-Star en la 2017-2018, su regreso en enero de 2020 tras un año de inactividad por aquella grave lesión en el tendón del cuádriceps de su pierna derecha era motivo de ilusión para Indiana Pacers rumbo a los Playoffs. Pero claro, ese mismo problema físico es lo que lo lleva a ausentarse del reinicio en Orlando.
Más | Victor Oladipo, de Indiana Pacers, no formará parte de la reanudación de la NBA
No, Dipo no sufrió ninguna recaída en su recuperación. Pero el contexto potencia los cuidados después de una lesión de lo más complicada para retornar a una plena forma. El escolta, durante los 13 partidos que disputó en la 2019-2020, tuvo restricciones de minutos y fue incrementando su ritmo poco a poco, imaginando que el último mes de competición iba a ser vital para llegar en un buen estado a la postemporada. Sin embargo, la suspensión y los más de 4 meses que habrá hasta el reinicio de la actividad llaman a la precaución, evitando cualquier tipo de riesgo por subir por completo la intensidad en este reinicio tras tanto tiempo sin acción durante el aislamiento. Más vale prevenir que curar para Oladipo, quien tiene el completo apoyo de la franquicia en su decisión.
Así, Indiana se vuelve a embarcar en una situación conocida para el último tiempo, pero no por ello óptima.
¿Cómo le fue a Indiana sin Oladipo?
La primera respuesta concreta debería ser "más que bien". Pero en la evaluación hay que dejar clara una cuestión. Los Pacers demostraron ser uno de los equipos más resilientes a la hora de responder sin su estrella. Una estructura sólida, compacta, trabajadora y luchadora que se mantuvo competitiva entre los de arriba de la Conferencia Este. Pero claro, todo lo bueno parece tener un techo claro cuando la dificultad asciende, algo que tiene toda la lógica. Es que en los Playoffs, la necesidad de una referencia estelar es casi total para todo equipo con aspiraciones. Indiana puede apostar a lo colectivo y tener éxito. Pero el salto de equipo bueno y competitivo a uno ganador se lo dará Oladipo.
Algunos números... Tras la lesión de Oladipo en un encuentro ante Toronto Raptors, el 23 de enero de 2019, Indiana cerró aquella Fase Regular de 2018-2019 con una marca de 16 victorias y 19 derrotas sin su estrella. Cuando vemos que en los 36 duelos en los que sí tuvieron al escolta en aquel curso la marca fue de 25-11, entendemos que acercarse al 50% de triunfos sin alguien tan diferencial es motivo de celebración.
Lo concreto es que ese buen andar sin su referencia le permitió a Indiana sostenerse entre los de arriba del Este: récord final de 48-34, perdiendo por muy poco el 4° lugar (y la ventaja de localía para la primera ronda) ante Boston Celtics (49-33). El tema, claro, es que los de Brad Stevens después barrieron a los Pacers en la primera instancia de la postemporada. Más allá de que ninguna victoria fue por más de 10 puntos de diferencia, en ese contexto no había muchas equivalencias. Y si queremos alimentar el contraste, veamos lo que pasó un año antes: Indiana, casi con el mismo equipo y con Oladipo en cancha, llevó hasta un 7° partido a los Cleveland Cavaliers de LeBron James en la primera ronda. Es más, la caída en el J7 fue por apenas 4 tantos, ante el equipo que llegaría a las Finales y que tenía al mejor jugador de la década.
En esta 2019-2020, con un plantel bastante renovado en relación al anterior, los Pacers repitieron esa tendencia de mantenerse competitivos sin Dipo. La excelente llegada de Malcolm Brogdon y la explosión como All-Star de Domantas Sabonis potencieron a un conjunto que, al 26 de enero -última noche sin el escolta-, tenía un genial récord de 30-17. Curiosamente (o quizás no tanto), en los 13 partidos con Oladipo el récord fue de 7-6. Pero claro, tampoco se esperaba un impacto inminente tras un año de inactividad.
Situación | 2017-2018 | 2018-2019 | 2019-2020 | Totales |
---|---|---|---|---|
Con Oladipo (Fase Regular) | 48-27 | 25-11 | 7-6 | 80-44 |
Sin Oladipo (Fase Regular) | 0-7 | 23-23 | 32-20 | 55-50 |
Playoffs | 3-4 en 1° Ronda (Cavs) | 0-4 en 1° Ronda (Boston) | ¿? | - |
¿Cuáles son las opciones para reemplazar a Oladipo?
Si Indiana tiene una cuestión positiva para agarrar de la baja de Oladipo para el reinicio en Orlando es que afrontó más de la mitad de la temporada sin él, por lo que sabe qué puede encontrar y qué le puede faltar en su plantel. La diferencia, claro, es que el contexto será diferente. El primer cambio está en que Jeremy Lamb, quien ocupó el lugar de Dipo en el formación titular hasta su regreso, sufrió una grave lesión en la rodilla izquierda en febrero y le dijo adiós a la temporada. Hablamos de un buen complemento ofensivo (un tanto inconsistente de a ratos) que promedió más que interesantes 12,5 puntos, 4,3 rebotes y 2,1 asistencias (45,1% campo) en la 2019-2020.
Otro cambio puede estar en relación a la incertidumbre de Malcolm Brogdon. El base, estando sano, tuvo un rendimiento altísimo en su primer curso con los Pacers. El tema es que tuvo varios problemas físicos a lo largo de la campaña (se perdió 17 partidos), y si bien dijo que estaba completamente recuperado para el reinicio, hace unos días se confirmó su positivo de COVID-19. Espera estar en Orlando, pero está el interrogante.
Sin opciones de reemplazo (deberían cortar a un jugador, algo que no sucedería), Indiana tiene que apelar a lo que hay en casa para afrontar la recta final de un curso que lo tiene, por ahora, en el 5° lugar del Este con 39-26, mismo récord que Philadelphia (6°) y a dos partidos de Miami Heat (4° con 41-24). En principio, los Pacers parecen detrás en esa carrera que los podría dejar en el 6° lugar (¿y otro virtual choque de primera ronda ante Boston?).
Suponiendo que Brogdon pueda estar en Orlando, la primera opción que asoma es la de Aaron Holiday, conformando una doble base entre los iniciales (que se completarían con Warren, Sabonis y Turner). Holiday está teniendo un sólido segundo año en la liga, con promedios de 9,4 puntos, 2,3 rebotes y 3,3 asistencias en 23,6 minutos, que suben a 11,8 tantos, 2,8 recobres y 4,8 asistencias en 29,8 minutos cuando fue titular (26 partidos).
La primera impresión puede apuntar a que que la mejor versión de Holiday fue, justamente, reemplazando a Brogdon como base principal cuando el ex Milwaukee fue baja por lesión. Pero miremos en profundidad: compartieron 346 minutos juntos en la 2019-2020, y esa formación tuvo un genial rating neto de +8,3, el mejor registro entre las 29 combinaciones de dos jugadores con al menos 346 minutos juntos que usó McMillan en esta campaña. Es más: en los 1.022 minutos que jugó Holiday sin Brogdon, su rating neto fue de 0.
Es cierto que estamos hablando de un base y no de un escolta, y que su tamaño (1,83 metro) podría ser una debilidad ante escoltas más grandes y fuertes. Tan cierto como que otras opciones quizás más naturales, como su hermano Justin Holiday o hasta Doug McDermott (más alero que escolta), tienen mayor sentido desde el banco, donde están teniendo una muy interesante campaña: 8,4 puntos, 3,2 rebotes y 42,4% triples para el primero (24,9 minutos); 10,4 tantos, 2,5 recobres y 44,5% triples para el segundo.
Opciones al margen, incluso considerando que la versión de Oladipo post lesión no era la mejor (13,8 puntos, 3,2 rebotes, 3,0 asistencias y 39,1% campo), está claro que no existe una solución clara para Indiana, sobre todo pensando en los Playoffs. Ese techo de cristal que parecen tener en los últimos años puede ser nuevamente un obstáculo irrompible.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.