La última obra de Facundo Campazzo antes de la NBA: su construcción como el mejor base de Europa

Agustín Aboy

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El día es el 20 de mayo de 2018, casi que exactamente unos dos años y medio atrás en el tiempo. Viajamos hacia atrás en el calendario y viajamos al Stark Arena de Belgrado, Serbia. Allí, en el corazón de una tierra que respira básquet, se disputa la final de la Euroliga 2017-2018 ante más de 15.000 espectadores. Y el Real Madrid se alzó con su décima Euroliga, a la que tuvo que esperar menos que "La Décima" del fútbol.

En 2014-2015 había sucedido la anterior consagración continental de los merengues, con un argentino como MVP del Final Four (Andrés Nocioni) y con Facundo Campazzo colgándose también la medalla en el pecho en su primer año en Europa, aunque sin tener minutos en cancha en el partido decisivo.

Tres años después, en cambio, Campazzo fue titular en la batalla final, que tuvo un resultado de 85-80 sobre otro poderoso como el Fenerbahce de Turquía. Después del primer año en Madrid, con mucho de aprendizaje, y de dos temporadas maravillosas cedido en el UCAM Murcia, el cordobés coronaba su retorno a la Casa Blanca subiéndose a lo más alto de Europa y con una buena media de números en Euroliga: 7,9 puntos, 4,5 asistencias, 2,4 rebotes y 1,4 robos por encuentro.

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Sin embargo, la final no pudo tener a un gran Facu: el propio protagonista de esta historia contaba que no llegaba al 100%. Es que había sido sometido a una artroscopía en la rodilla izquierda un mes antes y llegaba muy exigido al Final Four: tuvo 5 minutos y medio en cancha en la semifinal ante el CSKA Moscú y nueve en la final, muy por debajo de su promedio. No logró anotar puntos y apenas dejó una asistencia y dos rebotes entre los dos partidos. Pero el conjunto español podía sobrevivir con eso: al lado de Facu jugaba un tal Luka Doncic, en sus últimos shows europeos antes del salto NBA, siendo MVP del Final Four 2018 con 19 años de edad.

Antes de la partida de Luka, el Real Madrid también se coronó en la ACB 2017-2018 ganándole por 3-1 la final al Baskonia. Sin el esloveno y ya con todos los procesos de adaptación realizados, era momento de Facu de liderar al equipo de la capital española con una meta pesada por delante: revalidar la condición de campeones en un torneo difícil como la ACB y en la segunda competición de clubes de mayor prestigio luego de la NBA, la Euroliga. El Real Madrid no traía a ninguna estrella para suplantar a Doncic, sino que apuntaba todos los cañones al crecimiento del argentino, ya de 27 años y en un momento óptimo de su carrera como para dar un salto más de jerarquía.

Y vaya si Facundo dio ese salto. Es cierto que no pudo conseguir su tercera Euroliga, cayendo en la semifinal en 2019 y frenado por la pandemia del COVID-19 en 2020 cuando el Real Madrid ocupaba el segundo puesto de la competición, pero los últimos dos años del cordobés fueron fenomenales e hicieron que cada vez se escuche más una pregunta de los fanáticos casuales y no tanto: "¿Cuándo va a jugar Campazzo en la NBA?"

Eso se generaba cuando se veía a Facundo dominar las competiciones de España, de Europa y hasta la Copa del Mundo de 2019 jugando para Argentina. Solamente la pandemia se interpuso para que no se vuelva a repetir ese comentario viendo su talento en las canchas de los Juegos Olímpicos Tokio 2020: en un 2020 de un universo alternativo, sin pandemia, probablemente ese hubiese sido su último show antes del salto al básquetbol estadounidense.

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Desde los números, la evolución de Campazzo se puede observar muy bien en lo que fue el crecimiento en la Euroliga de aquella 2017-2018 a la 2019-2020 que estaba dominando.

Facundo Campazzo en la Euroliga
Temporada Puntos Asistencias Rebotes Robos Pérdidas Minutos
2017-2018 7,9 4,5 2,4 1,4 2 23,1
2018-2019 8,7 5,2 2,6 1,6 2,1 23,6
2019-2020 9,9 7,1 2,3 1,4 2,6 23,9
2020-2021 9,3 6,7 2,5 2 2,8 25,8

El nivel del argentino estaba siendo de otro planeta en febrero de 2020, antes de que se suspenda todo el básquet: marcó tres doble-dobles en cuatro partidos: 10 puntos y 11 asistencias frente al Baskonia, 10 tantos y ¡19! asistencias contra el Alba Berlin, igualando el récord histórico de asistencias en un partido en Euroliga, y 14 puntos y 10 asistencias frente a Panathinaikos.

Más allá de los números, el Real Madrid ganaba y gana a su ritmo: la temporada pasada quedó accidentada, sin conclusión para la Euroliga y con un formato extraño de definición en la ACB que los dejó fuera de las semifinales cuando iban segundos en la fase regular al momento de la suspensión, pero igual Facu se las arregló para ser el MVP de la Copa del Rey que si ganaron, promediando 13,7 puntos y 10 asistencias en esos tres partidos. Antes también había sido el MVP de las Finales de la ACB 2018-2019, en las que los blancos vencieron 3-1 al FC Barcelona, y también fue MVP en las Supercopas de 2019 y 2020. Si el Real Madrid era campeón, Campazzo era el MVP: eso explica bien su salto de jerarquía para tener semejante influencia en un equipo de un nivel enorme al que ahora deja con un hueco importante que tapar.

Para lo hecho en el Mundial de China 2019, párrafo aparte: en apenas 15 días quedó a la vista de todo el mundo lo que es capaz de hacer el argentino, no solamente como conductor del equipo finalista sino también siendo una pesadilla en defensa y hasta apareciendo con sus triples en los partidos clave: anotó tres contra Serbia en cuartos de final y otros tres contra Francia en las semis. Contra España cayó frente a un base afianzadísimo en NBA como Ricky Rubio y quedó dentro de la mala dinámica de Argentina en aquel encuentro, lo que le costó el título y potencialmente el premio de MVP que terminó siendo para su colega catalán, pero quedó la sensación de que el mundo FIBA ya era pequeño para Facu.

A su estilo revulsivo con el que pasó desde Peñarol de Mar del Plata a Real Madrid le agregó muchísima lectura de juego y un buen manejo de los tiempos. El básquet sigue yendo a su velocidad con él en la cancha, pero Campazzo ahora posee varias marchas. Y aunque en ataque las opiniones pueden ser diversas comparándolo con otros nombres de la Euroliga como Shane Larkin, Nick Calathes o Mike James, en defensa el argentino les saca un campo de ventaja a estos: a pesar de no llegar al 1,80 metro de estatura logra ser determinate en ese aspecto por intensidad, agilidad, conocimiento y hasta picardía.

"Yo creo que Facu sería ideal para el juego NBA. Las habilidades que tiene, la velocidad con la que juega, la regla de la NBA que no permite que se le ponga la mano encima a un jugador que comienza una penetración... Facu puede hacer barbaridades en la NBA con ese tipo de juego. Cuando voy a poner en perspectiva lo que pudiera hacer un jugador de baja estatura pero con el talento de Facu Campazzo, siempre lo comparo con José Juan Barea. Yo creo que Facu a esta altura siendo más joven, es más talentoso que JJ. Y José Juan ha hecho mella en la NBA, tal es así que fue figura importante de un campeonato de los Mavericks. Solamente por esa velocidad mental y física, y esa capacidad para penetrar y crear situaciones, para destruir defensivas contrarias. Imagínate a Facu jugando en ese estilo de juego. Yo creo que sería ideal, le caería como anillo al dedo", le comentó el analista y entrenador Carlos "Coach" Morales, un especialista en NBA que lo conoce bien al argentino.

Los otros tres mencionados y otros bases estrella de Europa como Milos Teodosic y Sergio Rodríguez ya tuvieron su chance en la NBA. Por diversas características de su juego no pudieron terminar de adaptarse. Ahora es la hora de Facundo.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Agustín Aboy

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Agustín es productor de contenidos para Sporting News. Comencé con los sitios globales de NBA.com en 2019. Enviado al NBA All-Star Game Chicago 2020. Frustración en la práctica de una gran cantidad de deportes, placer en contarlos desde afuera.