Mientras a miles de kilómetros de La Meca, un imberbe y esquelético jugador del FC Barcelona de apenas 20 años lideraba a los suyos a barrer de forma imperial al Real Madrid de Raül López y Sasha Djordjevic por 3 a 0 un 25 de junio del año 2001, los Washington Wizards se preparaban para elegir a Kwame Brown con el pick 1 tan solo un par de días después. El espigado Pau Gasol se coronaría como MVP de la Final tras conseguir el mismo galardón en la Copa del Rey en un partido de infarto ante los madrileños.
La carrera de Gasol sufriría un cambio brusco en apenas unos días. Primero cambiaba Barcelona por Atlanta y, más tarde, esta por Memphis, el nuevo destino de los Grizzlies, que abandonaban Canadá con una mano delante y otra detrás. Muchas dudas e incógnitas surgieron alrededor del español. Un interior blanco, que, además, era europeo y que jugaba relativamente abierto. Una verdadera locura para aquel momento de transición dentro del baloncesto NBA. Un perfil de jugador que estaba destinado a revolucionar el juego y que tan solo 5 años después se convertiría en el tipo de jugador hegemónico.
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"Desde el mismo momento en que el comisionado de la NBA, David Stern, desde el escenario del teatro del Madison Square Garden anunció su nombre y le estrechó la mano para sellar ante los millones de telespectadores, se abrió una nueva época para el baloncesto en España, que por fin tendrá una referencia en la mejor Liga del mundo". Así lo relataba Robert Álvarez para EL PAÍS en ese junio de 2001. Una sentencia premonitoria de lo que se avecinaba para nuestro baloncesto y que irrumpiría en la NBA como un torbellino.
El tiempo daría la razón a Billy Knight, hombre responsable de las operaciones en los Grizzlies, que vio en Gasol la oportunidad de reflotar el equipo en un nuevo lugar. Meses después le devolvería esa confianza en forma de Rookie del Año, el primer y único europeo en lograrlo hasta la fecha. No así para los Hawks, que no entrarían en Playoffs hasta 2008, ya con Joe Johnson y Josh Smith en el equipo.
Esa mágica noche de 2001 cambió el destino del baloncesto español y de la carrera de Pau Gasol. Casi 18 años después parece que haya pasado un siglo de aquel instante en el que David Stern pronunció su nombre. 18 años en los que todo ha cambiado y parece anacrónico, propio del vertiginoso paso del tiempo.
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Primeros pasos
El 1 de noviembre de 2001 los Detroit Pistons viajaban a Memphis, Jerry Stackhouse y compañía estrenarían el Pyramid Arena en el debut de los renovados Grizzlies en su nuevo emplazamiento. Desplazamiento largo y aparentemente sencillo donde dar comienzo al curso. A falta de 3 minutos para que el primer cuarto llegase a su fin, el "exótico" europeo que los locales habían conseguido de las manos de los Hawks saltaba a pista.
Andrés Montes y Antoni Daimiel ponían la voz a un momento histórico para el baloncesto nacional pues 15 años después de que Fernando Martín tumbase la barrera de la nacionalidad ante Seattle Supersonics, Pau Gasol hacía lo propio con mucha más fortuna que su predecesor. 4 puntos, 4 rebotes y 4 pérdidas protagonizarían su primer partido oficial en la NBA en un estreno discreto que sería un preludio de lo que estaba por venir.
Tan solo un día después Gasol se desquitaba del velado estreno con una actuación soberbia con 14 puntos y 5 rebotes que serían el precedente de un mes increíble a razón de 15,7 puntos, 6,8 rebotes y 2,4 tapones. El rendimiento de esos Grizzlies no acompañaría al del catalán que tras 16 partidos solo había disfrutado de 4 victorias.
Un gran futuro entre manos
Su bautismo en la liga vendría del inesperado mate sobre Kevin Garnett y Gary Trent Sr. el 6 de diciembre de 2001 que para el protagonista "sólo fue un mate", pero que despertaría la llama en los aficionados y dejaría un recuerdo imborrable en la retina de muchos ellos. Poco a poco Gasol iría convenciendo a todos aquellos que dudaron de su talento a través de constancia y regularidad, un nivel sostenido que unido a un ecosistema controlado y sin altibajos como era el de los Grizzlies, le permitió ir aprendiendo a base de prueba y error.
“Me topé con jugadores que siempre me hablaban y retaban en la cancha, también los veteranos de Memphis. Kevin Garnett me retó desde el primer día, me daba caña y acepté el reto, fue mi manera de decirle: Aquí estoy", contaba a Adrian Wojnarowski. "Tienes que plantarles cara o apartarte, yo decidí plantarles batalla”.
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A partir de mediados de diciembre el de Sant Boi de Llobregat empezó a dar signos de que podía incluso hacerse con el premio al Rookie del año, con 27 puntos ante los Bulls y 31 ante los Suns todos los focos comenzaron a orbitar alrededor suyo. Así fue que de los seis posibles galardones al novato del mes en el Oeste Gasol se llevó tres de ellos (noviembre, enero y marzo) y su compañero Shane Battier otro (diciembre). Un preludio que con su incursión en el partido de Rookies y Sophomores del All-Star Weekend de Philadelphia serviría para coronarle más tarde como el primer europeo en conseguir el premio al Rookie of the Year.
"Es un dato muy significativo", decía tras recibir el premio. "Es muy difícil, el primer año que estás aquí, y al venir de fuera, lograr este galardón a nivel personal. La verdad es que realmente no me lo acabo de creer, pero con el tiempo supongo que ya iré asimilando lo importante que es".
Un primer año completado con un sobresaliente y que los números le ponían por delante de otros debutantes como Jason Richardson (2 votos), Richard Jefferson (3 votos) o Jamaal Tinsley (2 votos) siendo el primer debutante desde Tim Duncan en conseguir unos números como los suyos: 17 puntos, 8 rebotes y 2 tapones.
En Memphis encontró un lugar donde crecer y que le vería convertirse en All-Star, tumbando poco a poco y con mucho esfuerzo algunos de los estereotipos que todavía imperaban con los europeos. "En esta ciudad me siento relajado, confortable y cómodo", decía al Commercial Appeal de Memphis. "Vine a jugar y a hacerme un sitio en la NBA, y eso es lo que estoy consiguiendo. Sólo lamento no ganar más partidos".
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.