Finales NBA 2021: 10 observaciones de la victoria de Milwaukee Bucks en el Game 6 ante Phoenix Suns para ser campeón

Leandro Fernández

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¡Giannis Antetokounmpo lo hizo! Sí, Milwaukee Bucks está de celebración y el gran responsable es ni más ni menos que el hombre que despertó la ilusión de la organización desde el momento en que llegó desde el Draft. El griego, definitivamente, se metió en el olimpo de la liga con una actuación legendaria para coronarse campeón, comandando el 105-98 ante Phoenix Suns que cerró estas Finales por 4-2 y les permitió levantar el trofeo Larry O'Brien.

Vamos con 10 observaciones del Game 6 de la definición.

Giannis Antetokounmpo

Giannis, para la historia. Sobran las palabras para graficar lo que hizo Antetokounmpo en el Game 6. Una producción legendaria de principio a fin, dominante en ambos costados del campo, con una determinación y agresividad total para cargarse a su equipo al hombro en su peor momento, con la personalidad de líder para aparecer cuando más se lo necesitaba, con la inagotable potencia y energía que le permite desplegar ese físico único... Si las leyendas nacen en las Finales, el 20 de julio de 2021 quedará guardado en la historia de la liga como el día en que nació la leyenda de Giannis Antetokounmpo.

50 puntos (16-25 campo, 1-3 triples, 17-19 libres), 14 rebotes, 2 asistencias y 5 tapones en 42 minutos de una demostración maravillosa y memorable. MVP de principio a fin.

Los registros de Giannis. Antetokounmpo y algunos detalles históricos de su tarea...

  • Igualó la sexta mejor marca anotadora en un partido de Finales, en poder de Bob Pettit en 1958
  • A su vez, igualó la mejor marca anotadora de todos los tiempos para cerrar un campeonato. Esos 50 de Pettit habían llegado también en un G6, frente a Boston Celtics
  • Es el primer jugador en la historia de los Playoffs en sumar al menos 50 puntos, 10 rebotes y 5 tapones en un partido (los tapones se empezaron a contar en 1973-1974)
  • Segundo jugador en la historia de las Finales con al menos tres partidos de 40 puntos y 10 rebotes en una misma definición, uniéndose a Shaquille O'Neal en el 2000
  • Tercer jugador en la historia en ganar los premios de MVP, MVP de Finales y Mejor Jugador Defensivo, uniéndose a Michael Jordan y Hakeem Olajuwon.

La mejor noche de libres, en el momento justo. Tanto de habló de los viajes a la línea de Giannis, con la ahora famosa cuenta de los fans rivales... Al cabo, estaba promediando 55,6% en estos Playoffs. ¿Qué hizo en la noche para cerrar el campeonato? Su récord de libres anotados en postemporada con 17, con el detalle de que apenas falló dos. Sí, se fue con 17-19 desde la línea.

En Fase Regular había acumulado seis encuentros con al menos 17 libres anotados en su carrera, y sólo dos tuvieron un mejor porcentaje que el 89,5% de hoy: 17-17 (100%) vs. Washington en 2019 y 19-21 (90,5%) vs. Philadelphia en 2019.

Middleton, justo a tiempo. No habrá sido la noche más impactante, ya que apenas sumó 17 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias y 4 robos, con 6-13 campo. Pero su lanzamiento desde la media distancia para sacar 6 de ventaja (102-96) con casi 57 segundos por jugar empezó a definir la historia. Siempre clutch.

Holiday, la bestia defensiva. ¿A alguien le importa el 4-19 de campo? Jrue Holiday volvió a mostrarse errático para el aro. Pero también volvió a mostrarse como una absoluta maravilla defensiva en todo momento. Su defensa individual para el uno contra uno fue de manual en todos los Playoffs. Se fue en la noche del título con 12 puntos, 9 rebotes, 11 asistencias y 4 robos que ni siquiera hacen justicia con su trabajo. Brutal.

Un inicio dominante, como en el partido pasado... Pero con otro protagonista, claro. En el Juego 5, Phoenix comenzó en llamas y tomó una ventaja de 16 puntos (que luego perdería). Esta vez, el que lució mejor fue Milwaukee. No tanto por su ataque, sino por imponer su defensa dentro de un desarrollo con más errores que aciertos. De hecho, los Bucks sumaron siete pérdidas en el cuarto inicial. Sin embargo, su correcto trabajo atrás hizo la diferencia.

Los de Budenholzer limitaron por completo a los de Arizona, dejándolos en 29,2% de campo (7-24). Holiday fue una peste en primera línea (en realidad, en todos lados) y la defensa interior funcionó a pleno, con Giannis y, sobre todo, Lopez como anclas. De hecho, los Suns tiraron 3-9 en la pintura (1-3 en la zona restringida). Con 10 puntos de Antetokounmpo y la energía y puntería de Portis (dos triples), la diferencia llegó a 29-16.

Y una respuesta contundente, como en el partido pasado. Y de nuevo, cambió el orden del protagonista. En el Juego 5, los Bucks respondieron con clase en el segundo cuarto para tomar la ventaja al entretiempo. Esta vez fue Phoenix el que lo hizo. La defensa de los Bucks perdió contundencia y ya no pudo maquillar un pobre trabajo en ataque, con mala toma de decisiones y sin ideas. De hecho, el local tiró 4-20 de campo en un segundo cuarto con apenas 13 tantos. Sólo Giannis (3) y Portis anotaron de campo, con Holiday y Middleton combinándose para 0-8.

Los Suns fueron reviviendo de a poco y creciendo en confianza. Primero, con Payne como revulsivo desde el banco (10 tantos en la primera mitad), y luego con un Chris Paul que por fin pudo imponerse, marcando el tempo, siendo agresivo cuando debía y llegando a su zona de confort en la media distancia. Fueron 10 puntos para CP3 de los 31 de unos mejorados Suns, que pasaron a ganarlo 47-42.

Giannis, en una misión en el tercero. Ese cuarto de Antetokounmpo fue una maravilla, por necesidad y contexto (su equipo deslucido y en desventaja), formas y oportunismo: 20 puntos, 6-11 campo (1-2 triples), 7-7 libres, 3 rebotes y una asistencia. Casi en soledad, a pura potencia y con su capacidad completamente única, regresó a los suyos al partido. Brutal demostración de personalidad, potencia y destreza. Por segunda vez en la serie sumó 20 tantos en un cuarto, cuando la última vez que habíamos visto a un jugador anotar +20 en Finales había sido Michael Jordan en 1993.

¡Bobby, Bobby, Bobby! Portis se consagró como el factor X de la serie: 16 puntos (6-10 campo, 2-5 triples), 3 rebotes, un tapón y la energía inagotable de siempre en 23 minutos. Sensacional impacto.

CP3 tarde, Booker ausente. Nadie podrá cuestionar que Chris Paul apareció, con 26 puntos (11-19 campo), 2 rebotes y 5 asistencias, más el impacto que los Suns necesitaba para tener una oportunidad. El problema es que lo hizo después de tres partidos en donde estuvo desaparecido. El que desapareció después de dar la cara en los encuentros previos fue Booker: apenas 19 tantos, con 8-22 de campo. Su peor producción de la serie, no tanto por lo numérico sino por quedarse corto cuando su equipo más lo necesitaba. 

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Leandro Fernández

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Editor en Jefe de las ediciones en español de The Sporting News. 15 años de experiencia en el mundo del periodismo deportivo, con pasos previos por Clarín, Olé, e incluyendo más de 3 años construyendo y desarrollando los sitios oficiales de NBA.com en Argentina, España y México. Ahora parte de TSN. Si existe un Fantasy de NBA, seguramente él lo ganó.