Toca viajar virtualmente hasta 2009. ¿Se imaginan a Lionel Messi, meses después de sellar la victoria de Barcelona ante Manchester United para conquistar la Champions League y encaminar el triplete entre Liga de España y Copa del Rey, anunciando su retiro del fútbol para, un tiempo después, intentar un paso por otro deporte? Raro, ¿no? En épocas de redes sociales, imaginar la dimensión de semejante situación sería explosivo. Bueno, salvando todas las distancias del caso, y en una era donde la viralización no era tal, algo similar pasó con quien era el mejor jugador de un deporte masivo y uno de los mejores deportistas (probablemente el mejor) de la época.
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Michael Jordan venía de ser campeón olímpico con el irrepetible Dream Team de Estados Unidos en 1992, y un año después llevó a Chicago Bulls a su primer tricampeonato de la NBA. La excelencia a la hora de jugar, combinada con su aura de ícono total que empezaba a tomar forma y tamaño, lo tenían en el centro de escena absoluto, no sólo dentro de la liga sino en el mundo de los deportes. Su Majestad era un fenómeno de masas en el planeta, alguien trascendía por completo. Pero, de golpe, el impacto: Michael Jordan se retiró de la NBA y se fue a probar suerte en el béisbol profesional.
El primer retiro de MJ fue anunciado el 6 de octubre de 1993. ¿Los motivos? Hay diferentes miradas al respecto y de varias maneras, pero una casi unánime sería verlo por el lado del tremendo golpe que había sufrido unos meses atrás, cuando James Jordan, su padre, fue asesinado a los 56 años. El dolor, lógicamente, fue total, y probablemente "The Last Dance" nos permita encontrar a Jordan hablando al respecto. Lo concreto es que Jordan Sr. era un amante del béisbol, algo que Michael había practicado de pequeño. Y parte de ese gusto paterno por el deporte llevó a la estrella de los Bulls a probar suerte en otro terreno.
Probablemente hayan más factores que se desconocen. Aunque en las últimas horas, Steve Kerr, actual entrenador de Golden State Warriors y pieza clave del Last Dance de los Bulls en 1998, arrojó su mirada. "Michael se enfrentaba a todo tipo de escrutinios públicos. Siempre voy a mantener que la razón real por la cual se fue a jugar al béisbol es porque estaba quemado emocionalmente por ese escrutinio que sólo realmente él lo sentía. Ver la vida que él tenía que llevar comparada con el resto era una locura. Creo que había tenido suficiente, y necesitó correrse por un rato. Cuando volvió, estaba listo para seguir", reconoció ante Rachel Nichols en "The Jump".
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La etapa de Michael Jordan en los Birmingham Barons
El 7 de febrero de 1994, Jordan anunció que se iba a presentar a los entrenamientos de los Chicago White Sox, equipo de la MLB que también era propiedad de Jerry Reinsdorf, dueño de los Bulls. Aunque su viaje sería con los Birmingham Barons, equipo de las ligas menores y afiliado a los White Sox. La revolución fue automática, en los fans y en la prensa. El debut sería el 8 de abril de 1994, ante más de 10.000 personas en el estadio y con una derrota por 10-3 contra los Lookouts que fue una simple anécdota dentro del impacto general.
Para Jordan, lógicamente, no fue un simple jueguito para pasar el rato. Como a todo en su vida, le puso pasión, un enorme trabajo y una búsqueda por competir y superarse para demostrar que estaba a la altura. Se metió de lleno en la dinámica del equipo, se entrenó para superarse, convivió con las críticas de la prensa especializada de la época. Fue uno más cuando imaginarlo podría ser imposible. "Jordan Rides de Bus", otro gran 30 for 30 de ESPN, navega de lleno en aquella temporada con los Barons.
Lo concreto es que Jordan hizo algo que suena a locura: no desentonó para nada, increíble considerando el cambio brusco y repentino de una disciplina que dominaba a otra que jamás había probado en ese ámbito y contexto. Su deseo de mejora lo llevó a trabajar de manera incansable, y hasta muchos piensan que, con el tiempo, podría haber alcanzado la llegada a las Grandes Ligas.
"Con dos temporadas más, hasta quizás hubiese sido titular en los White Sox", contó Mike Barnett, entrenador de bateo de los Barons en aquella temporada, en un artículo de Steve Wulf en ESPN. "Les juro que iba a llegar a las Grandes Ligas", aportó Cart Bloom, narrador histórico de los partidos de los Barons.
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Terry Francona, joven manager del equipo por entonces que terminaría ganando dos Series Mundiales con Boston Red Sox (2004 y 2007), lo describió en el mismo artículo: "Tenía todo. Habilidad, aptitud, ética de trabajo. Siempre fue muy respeutuoso de lo que estábamos haciendo, y era considerado con sus compañeros". Y también contó una anécdota que ilustra al 100% a MJ: "Estábamos 11-0 contra Chattanooga, bateó un doble y después se robó la tercera base. Ahí trato de hacerle una señal de disculpas a Pat Kelly, manager del rival, quien se reía. Luego del partido, le dije a Michael '¿qué estás tratando de hacer, que nos maten?'. Y me dijo: 'Bueno, en la NBA, cuando estás arriba por 20, tratás de sacar 30'.
El .202 de promedio de bateo de Jordan no es de lo mejor en el frío número, pero la situación fue mucho más allá de los datos, que también tuvieron 88 hits (tuvo una racha de 13 partidos seguidos con al menos uno), 17 dobles y tres home runs, el primero de ellos el 30 de julio de aquel año 1994, justo un día antes de lo que hubiera sido el cumpleaños de su padre. "Me pone emocional porque me gustaría que estuviera aquí. Pero sé que lo vio", dijo en su momento. En aquella temporada, los Barons establecieron su récord de público como local: 467.867 espectadores.
Para muchos, el paso de Jordan por los Barons fue una manera de refrescarse. "Hay algo que la gente se olvida de aquella temporada. El béisbol no fue lo único que él tomó. Realmente creo que se redescubrió a sí mismo, a su alegría por la competición. Lo hicimos querer jugar al básquet de nuevo", afirma Francona.
"Cada momento fue cálido. Recuerdo mirar hacia el cielo de tanto en tanto y sorprenderme por lo mucho que había cambiado mi vida. No tenía miedo. Fue una sensación cálida. No la puedo describir con exactitud, pero ahora parece como si hubiera estado viviendo un sueño", escribió Jordan en su libro "For The Love of The Game: My Story", de 1998.
Una temporada, una experiencia increíble y una continuidad: el fax del 18 de marzo de 1995 con el famoso "I'm back" que decantó en su regreso a la NBA. El resto es historia conocida...
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