La ilusión es total para los fanáticos de Los Angeles Lakers, que después de un par de años complicados, vuelven a tener motivos para sonreír. Este martes se vio una nueva muestra de ese presente esperanzador, con una victoria aplastante en su visita a los New Orleans Pelicans: finalmente fue por 123-108, pero en un marcador mentiroso, que llegó a tener a los de Darvin Ham al frente por 40 puntos.
El partido era fundamental para los Lakers, ya que no solo enfrentaban a un rival directo (ambos entraron al duelo con marca de 33-35) en la pelea por meterse al Play-In, sino también en la búsqueda de alcanzar una sexta ubicación que los clasificaría de manera directa a la 1ª Ronda de la postemporada.
En ese contexto, era lógico esperar un partido pesado y disputado. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, los Lakers lo inclinaron en su favor: abrieron el choque con un 14-0, anotaron 15 triples en el primer tiempo (récord de franquicia) y llegaron al descanso con la historia sentenciada (+35). Demoledor.
On target early.
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Los Lakers tienen ahora récord de 7-3 desde el regreso del All-Star y de 5-3 desde la lesión de LeBron James ante Dallas, el 26 de febrero pasado. Anthony Davis (35 puntos y 17 rebotes) está respondiendo a la presión de tener que ser el hombre del equipo, D'Angelo Russell (17 puntos) y Malik Beasley (24 puntos) han tenido partidos de enorme caudal anotador en este tramo y el resto de los jugadores de rol cumplen a la perfección con su función.
Después de mucho tiempo y superando toda expectativa, los Lakers parecen tener el potencial para que, cuando regrese LeBron, puedan cuanto menos competir contra cualquier rival de la Conferencia Oeste que se les ponga adelante. Y conociendo el historial de James en postemporada, probablemente no serán demasiados los equipos que estén deseando un cruce en 1ª Ronda con los angelinos.
Lakers knock down nine threes in Q1 🌧 pic.twitter.com/FdYzU0yRPu
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Para los Pelicans, el partido es un ejemplo más de una temporada que empezó con ilusión y fue resquebrajándose a niveles inesperados. Ni siquiera el regreso de Brandon Ingram, tras un par de partidos de ausencia, fue suficiente para plantar cara en un partido que tenían que ganar. Algo está roto en NOLA.
La lesión de Zion Williamson no es excusa: New Orleans es una de las grandes decepciones de la 2022-2023 y ya no parecen tener demasiado margen para cambiar esa historia.
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