Esta vez es Breanna Stewart, la súperestrella de Seattle Storm en la WNBA, la que se queda con el foco de atención.
Contexto: ¿Alguien tuvo una mejor temporada 2020 que Breanna Stewart?
En 20 partidos de temporada regular con las Storm, Stewart promedió 19,7 puntos junto con 8,3 rebotes, 3,6 asistencias, 1,7 robos y 1,3 tapones. Luego subió esos números a 25,7 puntos, 7,8 rebotes, 4 asistencias, 1,7 robos y 1,7 tapones por partido en los Playoffs, ayudando en el camino a llevar a Seattle a su cuarto título.
Esto es aún más impresionante considerando que fue la primera temporada de Stewart desde que se rompió un tendón de Aquiles. En su tan esperado regreso, no tardó en recordarles a todos por qué es dos veces All-Star, dos veces campeona, dos veces MVP de las Finales y una vez MVP de Fase Regular.
Con eso en mente, echemos un vistazo más de cerca a lo que hace que Stewart sea tan peligrosa para las defensas rivales.
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La posesión:
Análisis: Sue Bird sube el balón por el lado derecho de la cancha luego de un par de tiros libres de Arike Ogunbowale.
Poco después de cruzar la mitad de la cancha, Bird le pasa el balón a Natasha Howard en la parte superior de la línea de 3 puntos. Luego se dirige hacia Stewart, que está esperando en la esquina derecha.
¿El plan? Poner una cortina baja para Stewart.
Pensando que sabe lo que vendrá después, la defensora de Stewart, Katie Lou Samuelson, se adelanta para posicionarse mejor para dejar atrás la cortina de Bird.
El problema es que Stewart en realidad no usa la cortina de Bird. En cambio corta por la puerta trasera, usando el exceso de entusiasmo de Samuelson en su contra.
La base de las Wings, Marina Mabrey, deja a Bird por una fracción de segundo para evitar que Stewart consiga una bandeja abierta y para darle a Samuelson el tiempo que necesita para recuperarse. (Con 1,80 metro de altura, Mabrey cambiando sobre Stewart casi seguramente no habría terminado bien para las Wings).
Mientras eso sucede, Bird sale a la línea de tres puntos y recibe el balón nuevamente de parte de Howard.
Stewart se convierte en un objetivo debajo de la canasta al dejar a Samuelson a su espalda, lo que lleva a un simple pase de pique y a una acción de 2+1.
¿Por qué es importante? Por varias razones.
Uno, Stewart es una amenaza de verdad cuando recibe la pelota en el poste bajo. Según InStat, generó más de una quinta parte (21,1%) de su ofensiva estando de espaldas a la canasta la temporada pasada mientras anotaba a una tasa de 0.96 puntos por posesión. Las únicas jugadoras que anotaron más tiros que ella (26) desde el poste en la temporada 2020 fueron A'Ja Wilson (56) y Teaira McCowan (28).
Con 1,93 metro de altura y una envergadura increíble de 2,15 metros, Stewart tiene ventaja de altura y longitud sobre prácticamente todas las jugadoras con las que se enfrenta.
No solamente tiene el tamaño necesario para jugar bully ball...
...sino que también tiene el juego de pies y el toque para producir fadeaways a lo Dirk Nowitzki.
Segundo, Stewart mezcla ese poder con una increíble cantidad de herramientas dignas de una guardia.
La razón por la que Samuelson reaccionó de la forma en que lo hizo ante la pantalla que se avecinaba de Bird es que Stewart está siendo dinamita a la hora de anotar tras cortinas. Las estadísticas: Stewart generó el 11,4% de su ofensiva desde las cortinas la temporada pasada mientras anotaba a una tasa de 1,03 puntos por posesión. Ella estuvo entre los líderes de la liga en tiros hechos desde las cortinas una vez más, detrás de un grupo de ocho jugadores que incluía a Diana Taurasi y Jewell Loyd.
Con un 37,5% de acierto en el triple a lo largo de su carrera, Stewart tiene un rango de tiro que se extiende al perímetro.
Su envergadura de brazos de 2,15 metros, mientras tanto, la ayudan a lanzar sobre las defensoras en la media distancia.
También se siente cómoda poniendo el balón en el suelo, lo que le da la capacidad de dejar atrás a las defensoras cuando se acercan mucho a ella.
Esa combinación, los movimientos suaves como la seda en el poste y un tiro en suspensión fascinante, sirven como la base del juego de posiblemente la anotadora más dinámica de la WNBA, una estrella que es demasiado grande y fuerte para la mayoría de los guardias y demasiado rápido y ágil para la mayoría de los interiores. Esto ya la ayudó a ser dos veces nominada para el All-Star y a ganar un premio MVP, dos campeonatos y dos premios MVP de las Finales en su carrera. Y considerando que solo tiene 26 años, hay razones para creer que lo mejor aún está por llegar.
Ese es un pensamiento aterrador para el resto de la WNBA.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.