El éxito individual de un jugador franquicia no es sinónimo de éxito para su equipo en la NBA. Y claro lo dejan los ejemplos de Trae Young y Joel Embiid con Atlanta Hawks y Philadelphia 76ers respectivamente.
Los dos, emblemas actuales de sus franquicias y principal foco del juego ofensivo de sus equipos, llevan adelante rachas estadísticas históricas en los partidos de las últimas semanas. Sin embargo, los Hawks están sufriendo con una campaña decepcionante en la Conferencia Este mientras que los Sixers se acercan cada vez más al líder, Boston Celtics.
Embiid firmó este viernes su decimotercer partido consecutivo de al menos 30 puntos y 10 rebotes, quedándose en cancha a pesar de una molestia por una torcedura en el tobillo izquierdo para darle a Philadelphia la victoria por 121-111 ante Toronto Raptors.
talk about all-stars. 😏
— Philadelphia 76ers (@sixers) December 23, 2023
⭐️@Tobias31 33 PTS | 8 REB | 7 AST
⭐️@JoelEmbiid 31 PTS | 10 REB | 9 AST
⭐️@TyreseMaxey 33 PTS | 4 REB | 10 AST
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Young logró al mismo tiempo su sexto encuentro en fila con al menos 30 puntos y 10 asistencias, pero no evitó con eso que Atlanta caiga como visitante en Miami por 122-113 a pesar de la ausencia de Jimmy Butler en el conjunto local.
Still trying to find the words to describe 4th Quarter Duncan. Just watch what happened 🎥 pic.twitter.com/KxVgunen4q
— Miami HEAT (@MiamiHEAT) December 23, 2023
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Lo de Embiid es la segunda mayor racha de partidos de 30 puntos y 10 rebotes de un jugador en la NBA desde lo que hizo Kareem Abdul-Jabbar en la 1971-1972, con 16 encuentros así. Eso de Kareem repercutió para un récord de 11-5 para sus Milwaukee Bucks, que en aquella campaña serían finalista de conferencia posteriormente. Philadelphia lleva un 11-2 en este tramo brillante de Embiid que empieza a ponerlo de nuevo como candidato al MVP.
Embiid promedia 37,6 puntos y 12,3 rebotes desde el 19 de noviembre, con tres ausencias en el medio (Philadelphia perdió esos tres partidos por seis puntos o más). Lo único negativo es que se deberá hacer estudios por la condición de su tobillo, para ver si está en condiciones de jugar ante Miami Heat en la jornada de Navidad.
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Del lado de Young, lo suyo es incluso de mayor resonancia histórica en lo individual: quedó a apenas un partido de la racha más larga de la historia de partidos de 30 puntos y 10 asistencias, récord que tiene Oscar Robertson desde la campaña 1964-1965 y que incluso al que Michael Jordan se llegó a acercar en 1989 (cinco partidos), pero sin llegar siquiera a los seis actuales de Young.
Trae puede ir por igualar el anecdótico récord este sábado ante Memphis Grizzlies, pero lo que más necesita es conseguir que Atlanta gane porque sus Hawks de momento no están ingresando ni siquiera al Play-In, con un registro de 12 victorias y 16 derrotas que los deja undécimos en el Este.
En medio de esta racha de Young que se inició el 13 de diciembre, Atlanta ganó tres partidos (Toronto, Houston y Cleveland) y perdió otros tres (Miami, Cleveland y Toronto) y el mes de la franquicia es totalmente negativo, con tres triunfos y siete derrotas.
Young promedia 33,1 puntos y 13,3 asistencias durante su racha, con un 50% de efectividad en tiros de campo. Atlanta no puede pretender más de él en ataque, pero los Hawks tienen la urgencia de crecer en defensa: en los últimos seis partidos permitieron entre 122 y 135 puntos en cinco oportunidades y son el tercer equipo de la NBA que más puntos encaja por encuentro. Milwaukee Bucks juega al mismo ritmo de posesiones pero permite tres puntos menos por encuentro -y lejos han estado los de Wisconsin de ser brillantes en defensa-.
