Una nueva temporada de la NBA está por comenzar y así como debutarán varios rookies esperados como Cade Cunningham o Jalen Green, también se estrenarán en su posición muchos entrenadores. Son cinco los head coaches que estarán por primera vez al frente de un equipo de forma oficial, no solamente en la NBA sino en cualquier tipo de competición oficial. Ime Udoka, Chauncey Billups, Jamahl Mosley, Willie Green y Wes Unseld Jr. harán sus debuts como entrenadores principales el próximo miércoles 20 de octubre estando a cargo de Boston Celtics, Portland Trail Blazers, Orlando Magic, New Orleans Pelicans y Washington Wizards respectivamente.
Desde la temporada 2013-2014 que no se estrenaban tantos entrenadores en la NBA: Jason Kidd (segunda ronda en los Nets), Brett Brown, Brad Stevens, Brian Shaw, Jeff Hornacek, Michael Malone, Mike Budenholzer, Dave Joerger y Steve Clifford formaron entonces un extenso plantel de head coaches "rookies" en la liga, con cuatro de los nueve clasificando a Playoffs en ese año y apenas tres de ellos (Kidd, Malone y Budenholzer, todos en distintos equipos a los que manejaron al inicio) todavía en el cargo de entrenador principal.
Estos cinco entrenadores nuevos son de una misma generación, nacidos entre septiembre de 1975 (Unseld) y julio de 1981 (Green), pero su camino previo hasta acá no fue el mismo y los desafíos que tendrán enfrente ahora tampoco.
Más | La dinámica LeBron James-Russell Westbrook en Los Angeles Lakers y una preocupación: las pérdidas
Ime Udoka es de todos ellos el que más piezas combina entre su experiencia como jugador y lo que trabajó en los bancos de suplentes. A su carrera de 12 años como jugador profesional, siendo un alero especialista en defensa que jugó 316 partidos en la NBA pero también pasó por España y ligas semiprofesionales de Estados Unidos, le agregó unas siete temporadas como asistente de Gregg Popovich en San Antonio Spurs, algo así como un doctorado en esto de ser técnico. En las últimas dos temporadas fue asistente de Brett Brown en Philadelphia 76ers y de Steve Nash en Brooklyn Nets y ahora Boston Celtics le dio su gran oportunidad: Brad Stevens pasó a ser el GM y el banco es de Ime.
Sus ex compañeros cuentan que ya en su momento era muy de estar todo el tiempo estudiando el juego y se espera que desde sus conocimientos defensivos y su juventud pueda llegarle a estos Celtics de Jayson Tatum y Jaylen Brown para volver a hacer de ellos un equipo potente en defensa: en la campaña pasada no terminaron ni entre las 10 mejores defensas de la liga. El mismo reconoció que eso y armar un funcionamiento de equipo es la base de todo el inicio de su trabajo.
"Hay que usar el talento que tenemos para jugar baloncesto de equipo. Brown y Tatum son anotadores naturales, Marcus Smart siempre ha jugado con otro armador al lado manejando el balón, ahora hay que potenciarlos como playmakers, darles más responsabilidad", expresó Udoka al llegar al puesto de entrenador de Boston, uno de "vacas sagradas"; en los últimos 30 años, la era post Larry Bird, han tenido solo a seis head coaches fijos: Stevens, Doc Rivers, Jim O'Brien, Rick Pitino, M.L. Carr y Chris Ford.
De todos estos entrenadores solamente hay uno cuyo nombre puede resonar en los fans casuales de la NBA: Chauncey Billups. El MVP de las Finales de 2004, cinco veces All-Star y posible futuro miembro del Salón de la Fama, se lanzó a los banquillos hace un año como asistente en LA Clippers y después de acompañar a Tyronn Lue en el trabajo con Kawhi Leonard y Paul George, dos estrellas con las que se enfocó en la parte de mejorarlos en el juego de ser los armadores del equipo, rol que los dos debieron afrontar bastante en la última campaña.
Portland salió a buscar un entrenador tras la salida de Terry Stotts y rápidamente surgió el reporte de que Damian Lillard, la estrella de la franquicia, había manifestado predilección por dos opciones: Billups o Kidd. Los Blazers consiguieron a Chauncey, pero entonces se despertó el escándalo: volvió a aparecer en los medios una denuncia de 1997 en contra de Billups por abuso sexual. El caso ya está cerrado y los Blazers comunicaron haber investigado el tema y luego determinar que no había problemas con Chauncey, pero ante los medios la imagen no fue igual y Lillard ya no se mostró tan conforme con la decisión de la contratación.
¿Esto puede llevar a que Dame se vaya? Al conocerse parece que todo mejoró: "Billups tiene la mente de un jugador. Piensa el juego como un base. Hacer de forma inteligente más que de una forma más complicada", dijo Dame al ser preguntado sobre sus primeras impresiones del nuevo entrenador. Sin embargo, más allá de como vaya la relación, todo se sostendrá por los resultados.
Portland lleva ocho temporadas consecutivas clasificando a los Playoffs con Lillard en el equipo, pero nunca lució cerca de ser campeón. Y con 31 años, Lillard ya va empezando a sentir como la ventana del éxito en su carrera empieza a cerrarse de a poco. Su tolerancia ante los malos resultados no será la misma y una parte de la liga espera que pida el traspaso en algún momento, a menos que Billups logre armar un equipo más competitivo con este Portland que no cambió tantas caras en comparación con el año pasado.
"Le dije a Dame que vine a dirigir el equipo, a dirigirlo a él, no a convencerlo para que siga en Portland", contó Chauncey, que ante la prensa también dejó en claro que "no defender duro no será una opción" en su equipo aunque la impresión que dejó Portland en la pretemporada no fue esa (tuvieron cuatro derrotas en cuatro partidos recibiendo 116,5 tantos por encuentro).
Willie Green, el entrenador más joven de este grupo (no el más joven de la NBA en la actualidad, ya que Mark Daigneault de Oklahoma City Thunder tiene 36 años) tiene un desafío parecido al de Billups: comandar a un equipo disfuncional de la Conferencia Oeste con una superestrella ofensiva, en su caso es Zion Williamson en New Orleans.
Green fue un escolta con 12 años y 731 partidos de experiencia en la NBA, siempre lejos de ser una estrella, pero vivió más de cerca el éxito ya como entrenador asistente: trabajó en Golden State Warriors en un rol menor desde 2016 hasta 2019, ganando dos campeonatos con el equipo, y hace dos años se sumó a Phoenix Suns, el equipo que se puso de moda desde entonces habiendo arribado a las últimas Finales de la liga con Green como coordinador defensivo. Así Willie se metió rápido en el grupo de los asistentes con mejor reputación de la liga pero lo que vivirá ahora será distinto, el líder no será ni Steve Kerr ni Monty Williams, la responsabilidad cae en él.
Con dos jugadores que fueron All-Stars en los últimos tiempos como Williamson y Brandon Ingram y uno de los planteles más jóvenes de la liga (solamente seis jugadores son mayores de 25 años y apenas dos, Garrett Temple y Jonas Valanciunas, tienen más de cinco temporadas de experiencia en la NBA), Green tiene que finalmente poder llevar a Playoffs a un New Orleans que se marcó plazos cortos luego de la salida de Anthony Davis: el talento de Zion generó mucha ilusión pero también ansiedad por el éxito, quizá por miedo a que el gigante de 21 años decida irse de Louisiana como lo eligió Davis, el protagonista de una herida que sigue abierta.
Un experimentado como Stan Van Gundy apenas duró un año en los Pelicans: se esperaba que los potencie en defensa pero terminaron siendo la séptima peor defensa de la liga y la sexta que mejor porcentaje de triples le permitió a sus rivales, un dato que hoy es fundamental en la NBA para competir. A su vez, se reportó que su estilo tan demandante y frontal nunca encajó del todo bien con los jugadores, con mucha diferencia de edad (Stan ya tiene 62 años).
Green es joven y conoce del trabajo defensivo. ¿Solucionará los conflictos? New Orleans tiene potencial para llegar con tranquilidad al top ten del Oeste, pero depende mucho de un Williamson que fue operado del pie derecho hace unos meses y que no estará disponible para comenzar la temporada. Una situación que no es la ideal para el comienzo de la era Green, una que puede que necesite más paciencia de la que tendrá.
Más | La vuelta de Zion Williamson, en el aire: ¿cómo le fue a New Orleans Pelicans sin su estrella?
Ni Jamahl Mosley ni Wes Unseld Jr. jugaron en la NBA o estuvieron cerca de hacerlo: de hecho el segundo a pesar de ser hijo de un miembro del Salón de la Fama del baloncesto nunca fue un jugador profesional mientras que el primero, más ayudado por sus 2,03 metros de estatura, se retiró de la actividad a los 27 años tras pasar por equipos menores de Australia, España, México y Corea del Sur entre otros países.
Si hoy Mosley y Unseld están en los puestos que ocupan, como nuevos entrenadores de Orlando Magic y Washington Wizards respectivamente, es por todo el prestigio que se ganaron trabajando fuera de la cancha.
Mosley como un coordinador defensivo genial que comenzó como entrenador de desarrollo y scout en Denver en 2005 y pasó por Cleveland y Dallas luego, Unseld como una mente brillante que primero fue scout del staff de su padre en Washington durante más de 5 años hasta que del análisis de jugadores jóvenes y de rivales saltó a los banquillos de los Wizards en 2005: luego se movió por Golden State Warriors y Orlando Magic hasta que encontró en Denver Nuggets el lugar donde llegó el éxito: en 2015 asumió su lugar en el staff de Michael Malone como responsable de la defensa y desde entonces trabajó en un equipo que fue progresando hasta tocar las Finales del Oeste en 2020.
Su primera experiencia como head coaches no los tendrá en escenarios tan cómodos como los equipos de Playoffs donde estaban hace unos meses, trabajando con estrellas como Luka Doncic o Nikola Jokic y buscando esquemas que logren tapar los déficits defensivos de esas dos figuras. Ni Orlando ni Washington aparecen de cara a la temporada 2021-2022 como favoritos a llegar a la postemporada.
Los Wizards vienen de jugar los Playoffs, pero Unseld no contará con Russell Westbrook en el plantel, sino con un gran anotador como Bradley Beal y muchos jugadores nuevos en el equipo: Kyle Kuzma, Montrezl Harrell, Spencer Dinwiddie... una vez más a Washington parecen sobrarle puntos en ataque pero faltarle especialistas defensivos. Ahí enfoca Wes su trabajo.
"El costado defensivo ha sido un problema aquí. Es el área en el que estuve ocupándome en las últimas cinco temporadas. Al final todo se trata sobre el compromiso y el convencimiento y pienso que todas las partes saben que para llegar a dar el próximo paso, alcanzar el nivel que creo que pueden alcanzar, deben comprometerse", declaró Unseld al asumir su puesto hace unos meses en la franquicia en la que su padre fue MVP de las Finales y campeón en 1978.
Su primer entrenamiento del training camp se enfocó en la defensa del pick and roll y de las transiciones, pero para reforzar ese compromiso que ha pedido, Unseld quiere utilizar una defensa sin muchos cambios, algo distinto a lo que ejecutó (mal) Washington en los últimos años. La pretemporada no mostró los mejores resultados en un equipo que le permitió a sus rivales un 41% de acierto en triples en la pretemporada, pero todavía queda mucho camino por delante. Eso si, sus Wizards todavía no están en fase de reconstrucción total sino que tienen a un All-Star y a varios veteranos: deben conseguir resultados a menos que terminen de girar el timón traspasando a Beal.
Para Jamahl Mosley en Orlando parece haber mucha menos presión encima. El equipo viene de una temporada con apenas un 29% de triunfos y se desarmó por completo en este 2021: Robin Lopez, Gary Harris, Terrence Ross, Michael Carter-Williams y Et'Waun Moore quedaron como sus únicas voces de experiencia pero con un futuro que no parece que será muy largo en Orlando ni sin tanto protagonismo de cara a esta campaña. El foco estará en el desarrollo de Jalen Suggs, Markelle Fultz, Mo Bamba, Jonathan Isaac, Franz Wagner, RJ Hampton, Cole Anthony, Wendell Carter Jr. y Chuma Okeke, nueve jugadores elegidos en la primera ronda de los últimos cinco Drafts con un potencial que todavía no ha sido explotado.
Para trabajar con ellos Orlando pone a un entrenador joven pero con mucho recorrido en la liga, con 15 años recorriendo sus vestuarios. Pone a un Mosley que desde la defensa debería ser capaz de explotar las mejores cualidades de varios de estos jóvenes de gran capacidad atlética, que están en ese costado, mientras que el camino del ataque se sabe que será más bien largo en esta reconstrucción del Magic: no sobran los tiradores confiables ni hay algún jugador de élite al que darle el balón para que se encargue de sumar puntos.
Deberán ser los chicos, los Suggs, los Hampton, los Anthony, los Fultz (cuando esté sano), los que deberán aprender a forma de prueba y error mientras que la gerencia del equipo elige con cuáles de ellos seguir (ya renovaron los contratos de Fultz, Isaac y Carter Jr. en el último tiempo) y a quiénes descartar. Esta situación de reconstrucción con paciencia alrededor parece la ideal para el comienzo de Mosley como head coach, incluso mejor que la bomba de tiempo que puede terminar resultando Dallas Mavericks, donde se esperaba que podía ser el sucesor de Rick Carlisle hasta que apareció Jason Kidd para ese puesto.
Un dato resonante sobre estos cinco nuevos entrenadores es que los cinco son afroamericanos, algo que la asociación de entrenadores de la liga (NBCA) ha intentado empujar. Siete de las ocho vacantes de esta offseason fueron completadas por afroamericanos y ahora 13 de los 30 entrenadores de la liga son de esa comunidad, mientras que también hay entrenadores de origen asiático-americano y latino como Erik Spoelstra y James Borrego respectivamente.
"Es un guiño a una larga lista de líderes inteligentes, talentosos y calificados que resultan ser negros pero que no fueron contratados simplemente por ser negros. En cambio, fueron contratados en función de su inteligencia y habilidades", le comentó J.B. Bickerstaff, el entrenador de Cleveland Cavaliers, al respecto al medio The Undefeated.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.