Analizar una temporada NBA presenta un sinfín de situaciones, caminos y variantes. Generalmente, las grandes estrellas se llevan los mayores reflectores y con razón, pero también hay datos, estadísticias y detalles de otros nombres que merecen atención y reconocimiento, pero que a veces pasan por debajo del radar en plena vorágine de la competición. Y ojo, no sólo para lo bueno, sino también para lo malo. Aquí estamos para poner la lupa sobre este contexto entonces.
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A continuación, algunos datos, números o situaciones que ameritan atención después de este primer mes de la 2020-2021.
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La eficacia de Jaylen Brown
Es cierto que Jayson Tatum es la cara de Boston Celtics, pero hay que empezar a pensar en Jaylen Brown como un complemento de absoluta elite. De hecho, llamarlo complemento en este curso sería incorrecto, porque el alero ha sido la mayor referencia de los de Brad Stevens, estando a la altura ante la ausencia de JT (por el protocolo de salud y seguridad) y mostrándose, literalmente, como uno de los mejores jugadores de esta temporada. Y en su salto numérico, que acompaña a la perfección las sensaciones, hay un nivel de eficacia top. Veamos un par de datos...
- 72,6%: ese es el porcentaje de acierto de Brown en la zona restringida, en 5,3 intentos por partido. Hay 32 jugadores en esta temporada promediando al menos 5,3 lanzamientos en esa zona del campo por noche. El registro de efectividad de Brown es el cuarto mejor de todos ellos, y el mejor de todos entre los perimetrales. Por delante, sólo están Christian Wood (80% en 7,9 intentos), Montrezl Harrell (76,8% en 5,5 intentos) y Giannis Antetokounmpo (76,5% en 9,1 intentos).
- 57,7%: ese es el porcentaje de acierto de Brown desde la media distancia, en 4,4 intentos por partido. Hay 16 jugadores en esta temporada promediando al menos 4,4 lanzamientos en esa zona del campo por noche. El registro de efectividad de Brown es el segundo mejor de todos ellos, sólo por detrás de Joel Embiid (58,7% en 4,5 intentos). Sí, domina un área olvidada mejor que algunos especialistas como Kevin Durant (50,6%), Chris Paul (49,3%), Khris Middleton (49,3%) y Devin Booker (46,4%). Incluso, lo hace mucho mejor que Tatum (39,2% en 4,6 intentos).
En ambas áreas, el crecimiento en relación a la temporada pasada es notorio: en la 2019-2020 tuvo un 64,1% en la zona restringida (5,0 intentos) y la media distancia casi no la usaba (42% en 1,8 intentos por noche). Parte de este crecimiento es lo que hace que Brown sea actualmente el 7° máximo anotador de la temporada, con un promedio de 27,3 puntos por encuentro que exhibe un salto de calidad notable entre campañas, incluso jugando menos. Debería ser un All-Star fijo.
- 2019-2020: 20,3 puntos (48,1% campo, 38,2% triples en 5,9 intentos), 6,4 rebotes, 2,1 asistencias y 1,1 robos en 33,9 minutos
- 2020-2021: 27,3 puntos (52,8% campo, 43,8% triples en 6,0 intentos), 5,8 rebotes, 3,4 asistencias y 1,5 robos en 32,6 minutos.
DeMar DeRozan, como el vino
El paso del tiempo y el contexto de San Antonio han llevado a pensar que DeMar DeRozan no debería estar entre los principales nombres propios (detrás de las grandes estrellas, claro) de la liga, pero eso puede ser un error. Su versión en el campus de Disney había sido genial liderando al núcleo joven de Gregg Popovich, y la misma se mantiene en este inicio de la 2020-2021, o incluso luce un tanto mejor.
De terminar la temporada hoy, el ex de Toronto Raptors estaría completando su octava campaña consecutiva por encima de los 20 puntos de promedio (20,1), pero en donde sigue dando muestras de mejora es en su versión pasadora: promedia 6,8 asistencias, que sería su mejor registro personal. La llegada a San Antonio sacó un talento en creación y lectura que no habíamos visto en Canadá (salvo en su último año allí). Sus 6,8 pases para conversión son la 12° mejor marca de toda la liga en este curso, pero hay una ventaja a su favor: tiene el tercer mejor ratio de asistencias por pérdidas entre los jugadores que promedian más de 30 minutos de juego, un 4,08 que queda sólo por detrás de Devonte' Graham (5,25) y CJ McCollum (5,0), aunque con mejor porcentaje de asistencias que ellos (29,8%).
Con promedios de 20,1 puntos (45,8% campo), 5,3 rebotes, 6,8 asistencias y 1,1 robos en 33,8 minutos, el jugador de 31 años está demostrando que tiene cuerda para rato con un nivel que bien podría ser el más productivo de su carrera.
Valorando a Andrew Wiggins
Después de un inicio bastante por debajo de lo esperado, el encaje ofensivo de Andrew Wiggins en este nuevo modelo de los Warriors empieza a entregar señales positivas a medida que se adapta a un nuevo entorno con Stephen Curry y Draymond Green alrededor (más un Kelly Oubre Jr que luce completamente a contramano). El canadiense está promediando 17,8 puntos, 46,2% de campo y un excelente 40,7% triples en 5,1 intentos que sería el mejor registro de eficacia a distancia de su carrera. Pero el mayor salto de Wiggins está siendo en otro costado: el defensivo.
El jugador de 25 años siempre fue un gran atleta, y ahora está complementando sus cualidades físicas con un mayor compromiso e inteligencia defensiva que se reflejan en varios números. ¿El principal? Promedia 1,6 tapones por encuentro, por lejos la mejor cifra de su carrera (hasta aquí, lo mejor había sido 1,0 en la 2019-2020). Si miramos a la tabla de tapones totales, Wiggins tiene el 7° mejor registro de toda la NBA (28), detrás de todos interiores y especialistas del rubro (Myles Turner, Rudy Gobert, Chris Boucher, Clint Capela, Mitchell Robinson y Anthony Davis).
Además, cuando Wiggins defiende lanzamientos, hace que el porcentaje de campo de sus rivales baje considerablemente: del 45,2% a un 38,6% ante su defensa, un impacto más que importante. Básicamente, los Warriors están consiguiendo que el canadiense sea el jugador que necesitaban que fuera. No será la estrella que muchos pensaban tras ser elegido como #1 del Draft en 2014, pero sí es (o puede ser) una valiosa pieza de un equipo con aspiraciones de Playoffs.
El reconocimiento a Mike Conley
En su momento, Mike Conley supo ser uno de los jugadores más infravalorados de toda la NBA. Sus mejores años parecían en el pasado, sobre todo tras un mal inicio de su etapa en Utah en la 2019-2020. El campus de Disney lo vio en un buen nivel, y esta 2020-2021 lo tiene confirmando esas sensaciones. Si Utah es el equipo más caliente de toda la NBA (nueve victorias consecutivas que lo tienen en el segundo lugar del Oeste, con marca de 13-4), en parte es por el impacto del ex Memphis. ¿El número?
- +215: ese es el +/- acumulado de Conley en toda la temporada, por lejos el mejor de toda la NBA. Por detrás viene su compañero Rudy Gobert (+173), y más atrás está LeBron James (+168).
Con Conley en cancha, Utah tiene el mejor net rating del equipo (+19,4). ¿Cuándo descansa? El peor de todos, con -11,7. Sí, una variable de más de 30 puntos cada 100 posesiones entre tenerlo y no tenerlo. Brutal reflejo del impacto del base de 33 años, quien está promediando 16,5 puntos (42,2% triples en 6,8 intentos), 3,9 rebotes, 5,9 asistencias y 1,5 robos en 29,9 minutos.
Ben Simmons, en deuda
El inicio de Philadelphia 76ers, con un Embiid en modo MVP, no está siendo acompañado de la mejor versión ofensiva de Ben Simmons. No se discute su capacidad defensiva (elite) ni se le pide que sea un tirador a lo Steph Curry, pero estaba acostumbrado a un impacto en el ataque de su equipo que no se está viendo. De hecho, por momentos sosprende su nivel de pasividad.
El australiano es el 9° jugador con mayor promedio de toques de balón por partido en toda la NBA (85,1). En la temporada hay 93 jugadores promediando al menos 50 toques por encuentro, y Simmons tiene el quinto peor registro de puntos por toque de balón, con el detalle de que los cuatro que están por debajo suyo tienen (en la teoría) un nivel de responsabilidad inferior en el funcionamiento de sus equipos.
- Draymond Green: 0,082 puntos por toque (60,9 toques por partido)
- Ricky Rubio: 0,104 puntos por toque (60,6 toques por partido)
- Tyus Jones: 0,135 puntos por toque (62,0 toques por partido)
- Royce O'Neale: 0,137 puntos por toque (58,1 toques por partido)
- Ben Simmons: 0,150 puntos por toque (85,1 toques por partido)
El base de los 76ers está promediando, por lejos, el peor registro anotador de su carrera y la menor cantidad de lanzamientos: 12,8 puntos en 8,8 tiros de campo por noche. Es, por lo menos, extraño para alguien con tanto balón en su poder.
Dejounte Murray y la rareza de los Spurs
San Antonio nunca ha sido un equipo cuyos jugadores pudieran romper el molde desde lo numérico, pero así y todo es llamativo el dato. Dejounte Murray ya completó dos triple-dobles en esta temporada, algo que casi nunca pasó en la historia de la organización. ¿Cuándo fue la última vez que un jugador de los Spurs tuvo múltiples triple-decenas en un curso? Hay que viajar hasta la temporada 1993-1994, cuando David Robinson sumó 5, la mayor cifra de alguien de la franquicia en una temporada (igualada con Johnny Moore en 1984-1985). Es más, Murray es apenas el cuarto jugador de los Spurs con múltiples triple-dobles en una temporada. Más allá de Moore y el Almirante, el otro fue Alvin Robertson.
Dejounte ha dado muestras de crecimiento más allá de los triple-dobles: promedia 14,6 puntos (44,8% campo), 7,1 rebotes y 5,4 asistencias en 30,5 minutos, las mejores marcas de su carrera. A los 24 años, se consolida como uno de los pilares de un interesante núcleo joven para llevar adelante la reconstrucción (competitiva) de San Antonio.
CJ McCollum, en modo All-Star
El escolta de Portland Trail Blazers es uno de esos jugadores que más sufrió el exceso de talento entre los guardias de la Conferencia Oeste a la hora de pensar en llegar a un All-Star. Probablemente la lesión en el pie izquierdo, que le demandará al menos un mes de inactividad, le impedirá competir por esa mención, pero hasta el momento del problema físico estaba jugando como una verdadera estrella.
En 13 partidos, promedió 26,7 puntos, 3,9 rebotes y 5,0 asistencias (33,8 minutos), con el triple como su gran aliado. El jugador de 29 años estaba en un descomunal 44,1% de acierto (el mejor de su carrera) tirando 11,0 triples por partido. Volumen y acierto salvajes. El ritmo era completamente histórico...
McCollum anotó 63 triples en sus primeros 13 partidos de la temporada, algo que sólo queda por detrás de un tal Stephen Curry (68 en 2015-2016 y 65 en 2018-2019) como los mejores inicios para el triple en un curso (primeros 13 encuentros) en la historia NBA. Sólo la lesión pudo frenar su momento, pero merece la mención.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.