El factor romántico se está apoderando de los Playoffs 2021 por varios motivos, pero muchos de ellos apuntan a la Gran Manzana. El regreso de New York Knicks a los Playoffs después de ocho años es un condimento diferente para la competición, porque se trata de una de las franquicias icónicas. Esto es alimentado por ver al Madison Square Garden vibrando una vez más con un clima 100% de postemporada, que genera una factor de asombro aún mayor al ver el mítico estadio casi completo en una imagen más parecida a la pre-pandemia. Pero hay que quedarse en la ciudad que nunca duerme para sumar un factor romántico más: el brillante nivel de Derrick Rose.
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El MVP más joven de la historia parece haber viajado al pasado para traer su mejor versión y enamorar en el presente. Y no es para menos, porque su historia de resiliencia genera un factor de unanimidad casi total a la hora de disfrutar su nivel, independientemente de la camiseta que tenga. De tomar la liga por asalto con aquella versión explosiva y descomunal en Chicago Bulls, al más profundo de los hoyos por el karma de las lesiones. Pocas carreras fueron tan impactadas por los problemas físicos, pero él supo reinventarse, con un punto de partida en la 2018-2019 con Minnesota Timberwolves que (previo paso por Detroit) lo depositó en este presente excelente en los Knicks, con el denominador común de hacerlo con Tom Thibodeau, el que lo puso en la cima con Chicago, el que lo revivió en los Wolves y el que le devolvió al protagonismo central en NY.
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Sí, porque Rose tiene eso, un protagonismo central en estos Knicks. Julius Randle fue la estrella que tiró del carro en esta 2020-2021 que lo vio convertirse en All-Star y ganar el premio al Jugador de Mayor Progreso. RJ Barrett es la joya joven que dio un interesante salto en su segundo año. Pero este momento de los Knicks no se podría entender sin esta versión determinante del base. Su genial trabajo para la victoria en el Game 2 ante Atlanta Hawks (101-92) no hizo más que ratificar la sensación: 26 puntos (9-21 campo, 2-3 triples, 6-6 libres), 4 rebotes y 4 asistencias en 39 minutos desde el banco (básicamente, es titular por más que Elfrid Payton comience los partidos para nunca más volver tras un puñado de minutos). Máximo anotador y jugador con mayor impacto para resolver las dificultades de Trae Young y compañía.
No moment is too big for D-Rose. He works for this 🌹
— NEW YORK KNICKS (@nyknicks) May 27, 2021
26 PTS | 4 REB | 4 AST pic.twitter.com/xuZvJErm1v
"Me siento bien, me preparé para esto. Me rompí el alma por varios años para tener mi cuerpo listo. Mi nivel de apreciación por el momento está en su punto más alto. No sólo por los Playoffs, sino por estar en la liga", señaló un Rose reflexivo. "Hay muchos jugadores de mi edad o incluso más viejos que no pueden estar, y también hay más jóvenes que están afuera de la liga. Soy un afortunado por estar en esta posición, no sólo por ser parte de la liga sino también por estar en un gran equipo que me ha permitido llegar y jugar de la manera en que lo hago. Es lo que todo jugador podría pedir, me recibieron con los brazos abiertos", agregó.
Los Knicks no sólo lo recibieron con lo brazos abiertos, sino que lo necesitan y mucho. Tanto como que, por ejemplo, es el jugador que más minutos ha disputado en estos dos primeros partidos (76), incluso por encima de Randle. Además, es el líder de anotación (21,5 de promedio, con 45,9% campo y 42,9% triples) y asistencias (4,5), y el segundo con mejor +/- del plantel (+15), algo que es espejo de lo que fue la Fase Regular, donde nadie superó su +204 en 937 minutos jugados.
Y si bien D-Rose asegura ser un jugador diferente al del pasado, estos Playoffs muestran un modo vintage. Sí, es cierto que es mucho más consistente que antes con su lanzamiento de media y larga distancia, pero si bien ya no juega por encima del aro como antes, su explosión y capacidad en penetración siguen lastimando. En la Fase Regular, el base promedió 11,9 penetraciones por partido, acciones mediante las cuales conseguía 7,1 puntos (lanzando 49,7% de campo). ¿En estos dos partidos ante lo Hawks? 15,5 penetraciones para 13,0 tantos (con 64,7% de acierto).
HIT THE MUSIC. pic.twitter.com/JogKKdStmE
— NEW YORK KNICKS (@nyknicks) May 27, 2021
Para encontrarse con una producción de Rose con esta anotación hay que viajar hasta el 10 de mayo de 2015, cuando le metió 31 a Cleveland Cavaliers en las Semifinales del Este con Chicago Bulls, la noche del triple ganador de LeBron para igualar la serie (2-2) que, dos días antes, había encontrado a Rose metiendo 30 y su propio triple ganador (contra tablero). Ese fue su último gran momento en la postemporada (en el medio sólo jugó cinco encuentros con los Wolves en 2018). Es más, para encontrar un mejor inicio anotador que el actual (43 puntos) tras los dos primeros partidos de una serie hay que ir hasta las Finales del Este de 2011 (su año de MVP), cuando acumuló 49 frente al Heat del Big 3. Sí, 10 años atrás...
¿Cuántos habrán pensado que jamás volveríamos a ver a un Derrick Rose decisivo en Playoffs después de sus lesiones? Probablemente la mayoría. Por eso es que el presente de su historia enamora mucho más. Por la resiliencia de alguien que jamás dejó de trabajar para volver a ser. Alguien en quien los Knicks confían para seguir adelante en este choque ante los Hawks, que seguirá este viernes con el Game 3 que romperá la igualdad parcial.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
