Nota del editor: Este artículo fue escrito por Jim Heffernan y apareció en el número del 14 de marzo de 1962 de The Sporting News.
HERSHEY, Pennsylvania. — Si alguien decide hablar a un entrenador NBA justo después de que su equipo haya sido víctima de una de las orgías anotadoras de Wilt Chamberlain, lo más seguro es que este respondiese diciendo algo así como:
"Algún día anotará 100 puntos".
Bueno, pues ese día llegó el viernes 2 de marzo de 1962.
En la pequeña comunidad conocida por sus dulces de chocolate, Chamberlain se encargó de destrozar todos los registros anotadores en un solo encuentro en la historia de la National Basketball Association (NBA) al conseguir 100 puntos.
Las víctimas de este hito "imposible" fueron los New York Knicks, quienes también fueron testigos directos de la gesta de Elgin Baylor el pasado año, cuando este anotó 71 puntos en lo que era un récord en ese momento.
La actuación de Chamberlain fue simplemente increíble. Incluso la estrella de 2,16 de estatura no terminaba de poder poner palabras al sentimiento de alegría y gozo que sentía al término del partido.
"Nunca pensé que lo conseguiría"
"No se parece a nada que me haya pasado antes", dijo el jugador, emocionado. Pese a que las palabras no le salían, había algo que no podía ocultar, una eterna sonrisa que cubría su rostro desde el momento en que metió el punto número 100 hasta que luchó para abrirse camino a través de una multitud de jóvenes aficionados en su salida del Hershey Arena.
"No, nunca pensé que lo conseguiría", admitió Wilt ante una pregunta al respecto. "Pero supongo que el resto sí. Lo había oído y leído un montón de veces, pero no fui lo suficientemente tonto como para decir, o incluso creer, en algo así".
El entrenador de Philadelphia, Frank McGuire, fue uno de esos que predijo que Wilt conseguiría el récord de 100 puntos.
"¿Recuerdan en el mes de diciembre cuando anotó 78 contra Los Ángeles?", comenzó McGuire. "Lo dije, chicos, dije que anotaría 100 algún día", añadió refiriéndose a los reporteros que cubrían los partidos de los Warriors.
Un pronóstico con ira
"En realidad, dije eso en un momento de ira. Los Lakers habían estado lanzando tres y cuatro hombres sobre Wilt esa noche, y estaba enfadado con los árbitros por no quitárselos de encima", dijo el entrenador.
"Todos sabíamos que era capaz de llegar a los 100. Pero hay que pensar en lo que es preciso para anotar tanto. ¿Por qué si tú o yo nos vamos al gimnasio solos nos costaría casi media hora anotar 100 puntos? Pero hoy fue una noche llena de emoción. Recuerdo la primera vez que entrené a un equipo que anotó 100 puntos. Y ahora vivo esto. Es casi imposible de creer. Wilt merece todo el reconocimiento del mundo".
"Y", McGuire añadió, "es un gran homenaje a sus compañeros de equipo".
Pero Frank llegó un poco tarde a la hora de elogiar al resto de los Warriors. Wilt ya lo había hecho.
"Me costó mucho esfuerzo", dijo Chamberlain en un tono muy sincero, "pero fue un esfuerzo igual de grande para el equipo. No hubiera sido posible hacer esto si no lo quisieran para mí tanto como yo. Eso es lo que lo hace tan importante para mí. Querían que lo hiciera, al igual que los fans".
Paul Arizin, el veterano de los Warriors, clasificado como el segundo máximo anotador de la historia de la NBA, movió su cabeza con incredulidad.
"Nunca pensé que vería que sucediera cuando ingresé a la liga", dijo Arizin. "Pero cuando apareció Wilt, supe que lo haría algún día. Es algo fantástico. Estoy muy feliz por él".
En un rincón del vestuario, los suplentes Joe Ruklick y Ted Luckenbill bromeaban sobre su participación en el récord.
"Recuerden", gritó Ruklick a cualquiera que pudiera escucharlo, "Lucky consiguió el rebote y yo la asistencia".
20 asistencias para Rodgers
"Yo no lo olvidaré", respondió Chamberlain.
Guy Rodgers, que sumó 20 asistencias, explicó su partido de manera sencilla:
"No había una manera más fácil en el mundo de obtener asistencias esta noche. Todo lo que tenía que hacer era darle el balón a Dipper".
Y el pequeño Al Attles, que tuvo una noche perfecta de 8 de 8 de cara al aro y metió su único tiro libre intentado, se quejó bromeando con Wilt:
"Amigo, voy a tener un bloqueo mental el resto de mi vida. No he fallado un solo tiro y nadie me habla".
"Bueno", le recordó Chamberlain a Attles, "me preguntaste antes del partido cuándo iba a hacer 60 tiros en un encuentro. Hice 63 esta noche. Así que esto es tu culpa".
Uno de los presentes preguntó a Wilt si creía que alguien rompería su récord algún día.
"Odiaría ser el que intente romperlo", respondió al revelar su cansancio por primera vez.
"Fue divertido esta noche. Nunca pensé en sumar muchos puntos, pero cuando anoté mis primeras nueve faltas (de hecho, él anotó diez tiros libres seguidos), pensé que sería genial si podía romper el récord de más faltas recibidas en un partido. Pero luego, al entrar en el último cuarto, todos sabíamos que tenía una buena oportunidad de anotar 73 o 78".
Chamberlain, quien llevaba 69 puntos al final del tercer cuarto, rompió su propios récords en un solo encuentro: 73 puntos en un partido contra Chicago, el 13 de enero de 1962; y 78 en un encuentro con tres prórrogas contra Los Ángeles, el 8 de diciembre de 1961.
Al anotar 75 y romper su registro individual los fans comenzaron a gritar: "Balones a Wilt, balones a Wilt".
Cuando quedaban 7:51, Chamberlain recibió un pase de Rodgers y encaró desde la línea de tiros libres para su punto 79.
La marca de 78 había sido eclipsada. Los aficionados, apenas 4.124 presentes, recibieron el anuncio con vítores, silbidos y aplausos.
Ahora el impulso estaba en marcha. Los Warriors comenzaron a pasarle el balón a Wilt incluso más que antes.
Chamberlain llegó a 89 con más de cinco minutos para el final. Y los 100 estaban al alcance de la mano.
Los Knicks buscaron hacer falta a los Warriors
Pero los Knicks también sabían que los 100 estaban cerca. Y en un esfuerzo por evitar la ignominia de ser víctima de tal golpe, comenzaron a retener la pelota tanto tiempo como lo permitía la posesión de 24 segundos. Los Knicks lograron detener temporalmente el ataque de los Chamberlain al cometer faltas sobre los otros jugadores de los Warriors antes de que pudieran pasarle el balón a Wilt.
Pero el entrenador de Philadelphia, McGuire, tomó represalias enviando al partido a los suplentes Ruklick, Luckenbill y York Larese. Su trabajo: cometer una falta contra los Knicks para que los Warriors recuperasen la posesión del balón.
Entonces, con 2:45 para el final, Wilt estaba en disposición de conseguir el récord nuevamente.
Un tiro libre. Luego otro par de tiros cercanos. Y un largo fadeaway impulsó el total de Chamberlain a 94.
El 96 llegó después de que anotar a pase de Rodgers, luego se recuperó para otro de sus famosos fadeaways desde el poste. Larese le dio a Wilt un pase alto y hundió el 98 con 1:19 para el final.
Los aficionados estaban de pie y gritando. Los jugadores en el banquillo de los Warriors no paraban quietos. La tensión estaba en su punto máximo.
Chamberlain interceptó el siguiente saque de banda de los Knicks y falló un tiro desde la línea de tiros libres. Y después de que New York fallase, los Warriors recuperaron la posesión y Wilt se colocó en el poste, rodeado de rivales.
Ruklick le dio un pase a The Big Dipper y Wilt falló. Agarró el rebote y volvió a fallar.
Luego, Luckenbill compartió el balón y se lo pasó a Ruklick. Joe vio a Wilt debajo de la canasta y lanzó la pelota hacia el aro. Chamberlain lo agarró con ambas manos y lo metió. ¡Cien puntos!
La afición invade la cancha
Quedaban cuarenta y seis segundos. Pero a los fans no les importó cuando entraron a la cancha para felicitar a Chamberlain. El partido se retrasó casi cinco minutos antes de que se restableciera el orden.
Wilt había hecho lo "imposible".
Chamberlain anotó 36 tiros de campo en 63 intentos. Agregó 28 tiros libres en 32 lanzamientos, un esfuerzo inusualmente bueno para Wilt.
"Eso casi me hace tan feliz como los 100", dijo Chamberlain sobre sus tiros libres.
Por cuartos, Chamberlain anotó 23, 18, 28 y 31 puntos.
Su tiro nunca cayó por debajo del 50% en ningún cuarto: (1Q) 7 de 14; (2Q) 7 de 12; (3Q) 10 de 16 y (4Q) 12 de 21.
Así, se ha cumplido la profecía que persigue a Wilt Chamberlain desde que se calzó las zapatillas por primera vez para jugar en la NBA.
Wilt Chamberlain ha anotado 100 puntos.