La anotación en la NBA llegó a picos insospechados durante la temporada 2023-2024, tanto a nivel colectivo como individual. Sin embargo, en las últimas semanas, esas explosiones ofensivas se han ido apagando y siendo reemplazadas por marcadores mucho más terrenales y acordes a lo que suele suceder en los Playoffs.
Para confirmar esta tendencia, los Philadelphia 76ers y los New York Knicks disputaron este domingo 10 de marzo el partido de menor puntuación de la temporada: los Sixers se impusieron por 79-73, un resultado que hasta hace poco, tranquilamente podía ser el de una primera mitad.
Pero ¿a qué se debe y cómo se explica este retroceso marcado en la anotación, luego de las semanas de descanso por el All-Star? ¿Es una simple caída en la producción de los equipos, una suba en la intensidad defensiva... o algo más? Ciertos números, nos ayudan a acercarnos a una respuesta.
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¿Por qué se ha desplomado la anotación en esta etapa de la temporada NBA?
Primero, vale la pena confirmar la teoria de que efectivamente, se están viendo marcadores más bajos en el último mes de Fase Regular. Y para ello, no hace falta sumergirse demasiado profundo en las estadísticas. Es simple: antes del All-Star, el promedio de puntos para un equipo era de 115,5 unidades. Luego del All-Star, esa media ha bajado a 111,8 tantos.
El bajón es significativo y toma más valor si tenemos en cuenta que se trata de un promedio por partido, para los 30 equipos de la liga. No hay dudas de que se está anotando menos. Mucho menos.
Los motivos para esta baja pueden ser varios: las lesiones alrededor de la liga, cierta pérdida de ritmo ligada al parón por el All-Star o una suba en la intensidad defensiva, teniendo en cuenta la cercanía de los Playoffs y la pelea por el posicionamiento en ambas Conferencias.
Todos estos argumentos son válidos, pero no terminan de explicar semejante cambio. Y al fin de cuentas, no dejan de ser explicaciones subjetivas, sin manera de comprobarlas de manera fehaciente.
Sin embargo, algo muy diferente ocurre cuando se analizan los números pre y post All-Star, específicamente en lo que se refiere a cómo se están arbitrando los partidos. Y allí, el cambio es todavía más significativo que el de promedio de puntos.
El free throw rate (FTR) es una fórmula para medir cuántos tiros libres intenta un equipo, en relación a sus lanzamientos. Por ejemplo, si en un partido se toman 25 libres y 100 disparos al aro, el rate es de 25%.
Bueno, antes del All-Star, este FTR era de 25,4% alrededor de la liga. Pero desde el All-Star, la marca media de los 30 equipos es de solo 22,5%. A su vez, en la primera parte de la campaña, se sancionaban 19,4 infracciones por partido, por equipo. Pero en el último mes, esa cifra baja a 17,5 faltas.
Los árbitros de la NBA están pitando muchas menos faltas por partido. Lo que deriva en menos tiros libres y por ende, en menos puntos. Estos cambios no son novedad, si tenemos en cuenta que se producen en cada campaña: se arbitra de una manera en la Fase Regular y de otra muy diferente -más permisiva- en los Playoffs.
Sin ir más lejos, el FTR en la Fase Regular 2022-2023 fue de 24,7%, pero una vez llegados los Playoffs, la marca bajó a 22,6%. Esto ocurre año tras año.
Lo que sorprende es que en este caso, el cambio de rumbo no se tomó en la postemporada, sino dos meses antes de la misma. ¿De manera intencional? Imposible saberlo, pero cuando existe una tendencia tan marcada alrededor de toda la liga, la lógica apunta a que no se trata de una casualidad, sino de una directiva.
Vale recordar que durante el All-Star, el comisionado Adam Silver confirmó que diversos entrenadores le han solicitado cambios de reglas, para nivelar la desventaja que hoy tienen los defensores en relación a los atacantes. A su vez, Silver remarcó: "Quiero disipar la idea de que las oficinas de la liga creen que lo bueno es que haya partidos de mucha anotación. Lo que queremos son partidos competitivos".
Desde entonces, eso es exactamente lo que ha ocurrido: marcadores más bajos y por consecuente, una probabilidad más alta de que terminen siendo competitivos y no con diferencias irremontables, tal como se vio con frecuencia durante la primera mitad de la 2023-2024.
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