El inicio del curso 2021-2022 marca un hito en la historia de la NBA, pues en el momento en el que Brooklyn Nets y Milwaukee Bucks luchen por el primer balón de esta Fase Regular habrá dado comienzo el 75 aniversario de existencia de esta competición. Un momento sumamente especial para la liga por la oportunidad que ofrecerá de celebrar su pasado, honrar a los pioneros del juego y rendir tributo a todos aquellos que hicieron posible que la organización se convirtiese en un referente a nivel mundial dentro del deporte profesional.
Más allá del ránking de los 75 mejores jugadores de todos los tiempos, acontecimiento que protagonizará la actualidad de la NBA en las primeras semanas, es preciso detenerse y echar la vista atrás, retrocediendo a los orígenes de la liga, antes de la fusión con la NBL en 1949, es decir, a sus primeros pasos. La competición norteamericana establece en el año 1946 su primera temporada oficial, disputada bajo el nombre de Basketball American Association (BAA), una entidad motivada por la búsqueda de los dueños de los estadios de las principales ciudades de la Costa Este, los cuales trataban de ocupar huecos en sus calendarios para que los pabellones estuviesen siempre en funcionamiento.
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La conjunción de Walter Brown, dueño del Boston Garden, Al Sutphin del Cleveland Arena y Ned Irish del Madison Square Garden hicieron posible que en junio de 1946 se formase una nueva liga de baloncesto profesional que capitalizase la atención en los principales mercados. Al frente de la organización se colocó a Maurice Podoloff, Presidente de la liga de hockey (AHL), de la cual eran dueños buena parte de los integrantes de las 11 franquicias que formaron la primera temporada de la BAA.
La clave del éxito de esta organización en el largo plazo fue el hecho de que todas sus franquicias eran propietarias del espacio en el que jugaban. Y, aunque era habitual que jugasen partidos oficiales en otros lugares, bien a modo de promoción y recaudación en otras ciudades, o bien porque su pabellón principal estaba ocupado, algo que solía pasar en el caso de los Knicks, que se veían obligados a competir en la 69th Regiment Armory. Por otro lado, la BAA asumió el formato competitivo típico del hockey con una temporada regular larga y unos Playoffs con series y no con eliminatorias únicas para coronar a un campeón.
Pese a los problemas internos típicos en el comienzo de toda organización, la liga profesional dio comienzo el 1 de noviembre de 1946 en un enfrentamiento entre los Toronto Huskies y los New York Knickerbockers, celebrado en el Maple Leaf Gardens de la ciudad canadiense. Un momento único e irrepetible que marcó el inicio de una entidad que acabaría por convertirse en la liga profesional de baloncesto con mayor recorrido de todos los tiempos, siendo la primera canasta obra de Ossie Schectman de los Knicks.
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En origen, la BAA estuvo conformada por 11 franquicias, a saber: Washington Capitols, Providence Steamrollers, Toronto Huskies, Chicago Stags, St. Louis Bombers, Cleveland Rebels, Detroit Falcons, Pittsburgh Ironmen, Boston Celtics, New York Knicks y Philadelphia Warriors. De esta lista, pronto los problemas económicos se cobraron varias víctimas como los Ironmen, Rebels, Falcons o Huskies. Según la Enciclopedia oficial de la NBA, publicada en el 50 aniversario de la liga "los dos primeros años fueron un desastre en lo económico. El primer año terminó con 4 equipos borrándose. El segundo demostró que un calendario de apenas 48 partidos no daba suficiente beneficio para cubrir los gastos".
Poco a poco la BAA fue añadiendo nuevas franquicias venidas de la NBL como Rochester Royals, Fort Wayne Pistons o Minneapolis Lakers hasta la definitiva fusión en 1949, dando lugar a la NBA con cambio de nombre incluído para evitar problemas legales, según se indicó en la mencionada enciclopedia.
Pero volvamos al origen, al primer año. Tras 75 años de historia únicamente tres organizaciones han logrado superar los obstáculos a lo largo del tiempo para presentarse en la jornada inaugural de 2021 como los representantes del principio de todo: Warriors, Knicks y Celtics. Tres son las franquicias que han sobrevivido al paso del tiempo y que lograron avanzar hasta hacerse imprescindibles en la NBA, las cuales rendirán tributo a sus inicios con reediciones de las equipaciones de entonces:
Los Celtics vestirán esta Classic Edition para esta temporada 2021-22 en conmemoración a la primera equipación de la organización en la BAA en 1946. pic.twitter.com/somhOPkJ7G
— Sergio Rabinal (@S_Rabinal) October 12, 2021
Philadelphia Warriors
La única de las tres franquicias originales que cambiaron su emplazamiento pues en 1961 la directiva decidió mudarse a la otra punta del país, ubicándose en San Francisco, donde han desarrollado la principal parte de su historia. Los Warriors de Philadelphia consiguieron establecerse como uno de los principales equipos de la competición en sus albores, y no es para menos, pues en sus filas se encontraba uno de los anotadores más brillantes de todos los tiempos como era Joe Fulks.
El nativo de Kentucky fue la primera gran estrella de la BAA y el principal dominador en su primer lustro de existencia. Un anotador de volumen, capaz de dar un paso adelante cuando el equipo más lo necesitaba, siendo célebres sus explosiones en Playoffs donde llegó a anotar 37 puntos en las primeras Finales ante los Chicago Stags o los 63 que logró en febrero de 1949 ante los Indianapolis Jets, siendo esta la máxima de carrera y una de las más altas de todos los tiempos. Un alero atlético con predilección por el lanzamiento en suspensión cuando no estaba tan asentado como en la actualidad, colgaría definitivamente las botas en 1954 con apenas 32 años y acabaría siendo incluido en el ránking de los 25 mejores jugadores de la historia de la NBA en 1971. El impacto de Fulks en su época fue mayúsculo, firmando en su primer año 23,2 puntos, lo que suponía un tercio de la media de anotación del conjunto (68,5).
Los Warriors lograron conformar un conjunto sólido que contaba con veteranos como Angelo Musi o Petey Rosenberg y Ralph Kaplowitz provenientes de los SPHAs. La firme dirección de Eddie Gottlieb, curtido en la época dorada del baloncesto semiprofesional, hizo posible que los de Philadelphia se coronasen como el primer campeón de la historia. Pese a que la atención alrededor de la liga no fue muy alta en la prensa del momento, con pequeñas apariciones en los periódicos locales, los jugadores de los Warriors se embolsaron 2000 dólares por persona por ganar el título, casi la mitad del sueldo de la temporada. Ajustando la inflación sería alrededor de 24.000 dólares actuales.
New York Knicks
La franquicia ubicada en el mejor mercado posible como era la Gran Manzana y con un dueño que controlaba a la perfección el negocio deportivo pues con el Madison Square Garden como centro de operaciones, los Knickerbockers fueron uno de los conjuntos que más atención generó en este periodo inicial. Una plantilla precaria en comparación a otros contendientes del momento y donde destacó principalmente Bud Palmer, uno de los pioneros y figuras clave en el desarrollo del baloncesto como deporte.
Aunque Palmer no fue el inventor del tiro en suspensión, pues ejemplos previos pueden encontrarse en la década anterior, el ala-pívot fue uno de los que primero lo incorporaron a su juego, aplicándolo en su etapa universitaria. Un movimiento rompedor en aquel momento pues lo habitual era el tiro a pies quietos con dos manos, lo que significaba depender en exceso del movimiento de balón del equipo así como del azar, en lugar de realizar un gesto que pudiese depender más de las aptitudes del individuo. "Me di cuenta de que si botaba, me paraba y tiraba tendría una ventaja", comentó en una ocasión. Pese a que su entrenador, Neil Cohalan, no era muy partidario del movimiento, Palmer acabó convirtiéndose en el máximo anotador de los Knicks con 9,5 puntos de media, pasando de ser suplente a titular.
Junto a Palmer brilló Stan Stutz, quien más tarde se convertiría en un reputado árbitro en la NBA. Una figura única en la historia de los Knicks por el hecho de lograr anotar 30 puntos en el segundo partido de Playoffs ante los Rebels, registro que permaneció intacto hasta 1952.
Durante el primer curso de los Knicks, estos lograron terminar con 55% de victorias, entrando en los Playoffs, donde superaron por 2-1 a Cleveland para más tarde ser eliminados (2-0) por los Warriors.
Boston Celtics
Con Walter Brown como figura destacada de la organización estos tomaron prestado el nombre de uno de los equipos más destacados de la historia de este deporte como los Original Celtics, un conjunto ambulante que entre 1914 y 1939 dominó la escena semiprofesional. Un "homenaje" por el que Brown tuvo que pagar una cuantiosa cantidad de dinero a Jim Furay, manager de los Celtics originales.
Pese a que Boston acabaría convirtiéndose en la franquicia más laureada de todos los tiempos y una de las que más éxitos ha cosechado a lo largo del tiempo, su estreno en la competición estuvo lejos de ese estándar, más bien todo lo contrario. Los dirigidos por John Russell firmaron el peor registro de la División Este (22-38), empatados con sus vecinos, los Providence Steamrollers. Aún así, los Celtics tuvieron un impacto mayúsculo en su mercado, siendo uno de los emplazamientos que más público atrajo de la BAA en aquel curso con alrededor de 6000 localidades de media sobre un total de 7200 que disponía el Boston Garden.
Una plantilla muy limitada y con jugadores muy dispares venidos de puntos muy diferentes que les llevó a desaprovechar grandes rentas en el marcador que les llevaron a quedarse fuera de los Playoffs pese a que un joven Connie Simmons fuese su hombre de referencia con 10,3 puntos de media.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.