El gol de Lionel Messi no alcanzó: Inter Miami acumuló su tercer empate consecutivo por la MLS tras el 1-1 ante Charlotte FC y su capitán terminó furioso contra el arbitraje. Luego de la última jugada del partido, en la que todo su equipo reclamó penal contra Luis Suárez, Leo se dirigió al juez y le dijo de todo. En consecuencia, recibió una tarjeta amarilla con el duelo ya finalizado.
"Sos un mala leche", le repitió cinco veces Messi al árbitro, Ramy Touchan, para luego rematarlo con un "hijo de p...". Pero la cosa no quedó ahí: Leo volvió a acercarse al juez y le siguió recriminando la última jugada, en la que Suárez remató por arriba del travesaño y recibió la embestida del arquero rival, que a criterio del argentino y de todo Inter Miami era penal.
A Touchan se le acabó la paciencia y le mostró la tarjeta amarilla. Eso no frenó al capitán de Las Garzas, quien continuó quejándose con fuertes ademanes. Jordi Alba intervino y recién ahí Messi se calmó y tomó rumbo al vestuario. Picante.