Aunque haremos lo posible para no extendernos tanto, el resumen del partido entre Philadelphia y Minnesota podría tener no menos de 20 o 25 líneas. Porque lo que en principio parecía un partido más de Fase Regular entre dos equipos de mitad de tabla, terminó siendo uno de los encuentros más apasionantes que nos ha dado la 2021-2022 hasta ahora. ¿El saldo final? Triunfazo de los Timberwolves por 121-120 en doble prórroga.
Intentemos hacer una pequeña recopilación de algunos de los momentos más calientes de la noche. Para empezar, hay que decir que los Sixers remontaron una desventaja de 20 puntos en contra y un -15 al entretiempo, llegando a un final igualado en el que Anthony Edwards falló un triple demasiado forzado sobre la bocina. Los 76ers aprovecharon la salida de Towns por seis faltas y fueron más en la primera prórroga, hasta que un par de bombas consecutivas de D'Angelo Russell adelantaron a la visita por tres., restando 5 segundos.
Los Timberwolves cortaron con falta a Maxey y el joven base hizo su trabajo al pie de la letra: encestó el primero y tiró a fallar el segundo, con la suerte de que la bola terminó en manos de Drummond, quien llegó a desviar el balón y empatar el marcador de manera agónica en 113.
El segundo suplementario también estuvo repleto de drama y esta vez fueron los 76ers los que dejaron escapar un partido que parecía en sus manos. Se imponían por 120-117 y tenían la bola restando 45 segundos, pero entre un doble de Reid y una pérdida de Maxey, más conversión de Prince en el otro costado, terminó dejando nuevamente en ventaja a Minnesota. Embiid tuvo la última para el local pero su lanzamiento fue taponado y el triunfo quedó en manos de los de Finch. Memorable.
Como todo gran partido, el choque también estuvo repleto de excelentes actuaciones individuales. En Minnesota brillaron D'Angelo Russell (35 puntos y 8 asistencias) y Karl-Anthony Towns (28 puntos y 10 rebotes), quienes además se combinaron para un muy buen 24-41 de campo, cansándose de encestar lanzamientos en el clutch (sobre todo D-Lo).
Por el lado de los Sixers, no alcanzó con la vuelta dominante de Joel Embiid, quien tras 9 partidos ausente se despachó con 42 puntos y 14 rebotes en más de 45 minutos de acción. El problema para Philadelphia es que los laderos de Embiid no estuvieron a la altura: 17+9 para Harris pero con un 6-16 de campo y errores en momentos clave, mientras que Tyrese Maxey tuvo su peor noche de la campaña: 15 puntos y 5-15 de campo, siendo superado constantemente en defensa y perdiendo la bola decisiva que le costó el triunfo a los suyos.
A diferencia de lo que venían siendo las últimas semanas, Maxey estuvo demasiado atado a darle la bola constantemente a Embiid durante el último cuarto y los dos suplementarios, volviendo a dejar a Philadelphia con esas ofensivas trabadas y desordenadas que tanto lo complican desde hace años en esas instancias de los partidos. Los Sixers ahora han perdido ocho de sus últimos diez partidos y se hunden en las posiciones del Este (10°). Minnesota, por su parte, volvió al 50% de triunfos: 10-10 (mismo récord que Philadelphia).
Por último, vale destacar en los Timberwolves una muy buena actuación del argentino Leandro Bolmaro, quien recibió la confianza de Finch desde temprano (ingresó en el primer cuarto) y terminó con su máxima de minutos en su corta carrera: 17. Bolmaro sumó 3 puntos, 3 rebotes, una asistencia y un 1-2 de campo, pero su aporte fue mayormente defensivo, donde tuvo un rendimiento realmente destacado.
A tal punto fue bueno lo del argentino en el campo propio, que el técnico lo colocó para la defensa final en la última posesión del segundo suplementario. Leo se va ganando un lugar en un equipo en franco crecimiento.
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