La última vez que los Minnesota Timberwolves lograron terminar la temporada como una de las 10 mejores defensas de la NBA Kevin Garnett todavía era parte de la organización, el padre de Gary Trent Jr todavía estaba en activo y el equipo era uno de los mejores de toda la competición. Hace mucho ya que esa mítica campaña 2003-2004 pasó y quedó en el recuerdo, concretamente 17 años, el tiempo que han tardado los Wolves en volver a ser un conjunto eficiente en ese extremo del campo.
Por el camino demasiadas temporadas anclados entre las 10 peores defensas, de donde no salen desde la 2013-2014 (12º), un periodo más que prolongado que podría llegar a su fin próximamente y es que algo parece haber cambiado desde la llegada de Chris Finch.
El experimentado técnico obtuvo su primera oportunidad al frente de un banquillo NBA en circunstancias nada positivas, con la destitución de Ryan Saunders y su anuncio en un abrir y cerrar de ojos. Su desembarco prometía añadir dinamismo al ataque, aprovechando la presencia de talentos como Karl-Anthony Towns, D'Angelo Russell y Anthony Edwards, pero meses después la realidad es la opuesta, pues lo que realmente ha significado su llegada es una mejoría defensiva por encima de todo lo esperado.
Ahora mismo, Minnesota es la octava mejor defensa en términos de eficiencia con un ratio defensivo de 106,2, una mejoría más que notable teniendo en cuenta que venían de haber firmado la campaña anterior el tercer peor registro de la liga (114,5), lo que equivalió al séptimo peor de todos los tiempos en la NBA. Lo más relevante no es solo que hayan dado un gran paso adelante en cuanto a protección del aro se refiera, sino que han sido capaces de hacerlo con prácticamente el mismo núcleo de jugadores que estuvo presente el curso anterior.
En ese sentido, tan solo la llegada de Patrick Beverley ha podido decantar la balanza en cierto sentido respecto a la plantilla de la temporada anterior. No obstante, el veterano base solo ha jugado 16 de los 24 encuentros disputados hasta el momento, perdiéndose los últimos 6. Una pérdida que ha afectado notablemente al rendimiento en ese extremo del campo de Minnesota que en las últimas semanas viene con un 112,8 de ratio defensivo (20º) sin Beverley.
La necesidad de un defensor centrado en manejadores como es Beverley pero que contribuye tanto y tan bien a las rotaciones colectivas por toda su experiencia era justo lo que venían demandando los Wolves en los últimos años. Pasar de Ricky Rubio a Bev ha significado perder consistencia ofensiva, pero ha impulsado notablemente la defensa, y no hay nada que sea más importante para la construcción y desarrollo de un grupo joven como la compenetración y orden que se necesita en ese extremo del campo. Sin ir más lejos, el DFG% del base es uno de los mejores de la liga, habiendo permitido únicamente un 32% de acierto a sus rivales.
Veamos un ejemplo de lo que el base de los Timberwolves está aportando:
El nivel de actividad y de movimiento es altísimo. En el transcurso de una posesión los cinco jugadores de Minny reaccionan a 4 intentos de divisiones al aro y el balón se invierte de lado a lado en otras 4 ocasiones, lo que aumenta el riesgo de que pueda haber una grieta que posibilite la canasta rival. Los Timberwolves son capaces de encadenar esfuerzos de un modo magnífico, lo que siempre es garantía de éxito.
Otro ejemplo del gran rendimiento a nivel colectivo.
Todo esto está permitiendo a los de Chris Finch ser el sexto equipo que menor porcentaje de acierto concede a sus oponentes (43,9%), así como el tercer menor registro al triple (32,5%) pese a ser uno de los conjuntos que más puntos conceden con 107,6.
Las dos claves del relativo éxito de Minnesota hasta el momento en defensa están siendo la protección de la pintura y las rotaciones que posibilitan una mejor cobertura del lanzamiento exterior rival, aspectos claves en el baloncesto actual. Ahora mismo son sextos en puntos permitidos en la pintura por cada 100 posesiones con 43,0 de media, mejor que Chicago Bulls o Brooklyn Nets, por delante suyo en cuanto a eficiencia defensiva en general. Mientras, en situaciones de spot up rival tienen el percentil 65,5, el 10º mejor de la NBA ahora mismo, y en catch&shoot del oponente un 34,7%, el 9º mejor.
En ausencia de Beverley el equipo se ha resentido a nivel defensivo, lo que ha obligado a Chris Finch a realizar cambios en el plan de partido. Eso ha permitido al argentino Leandro Bolmaro poder no solo contar con más minutos, sino tener un rol clave en el desarrollo de los encuentros. En los últimos 6 partidos el cordobés ha sido una de las puntas de lanza de la defensa de Minny, encargándose de figuras como Trae Young al que dejó en un 40% de acierto y 4 asistencias en 24 posesiones defensivas, a TJ McConnell con 2 puntos en 11 posesiones y a Patty Mills en 3 tantos en 17 acciones defensivas. Todo eso le ha permitido tener un DFG% de 44,8% en los últimos 6 compromisos, el tercero mejor entre aquellos del equipo con 5 partidos o más.
Bolmaro ha ido ganando experiencia con el paso de los partidos, aunque dejando ya buenas sensaciones en ese lado del juego:
Incluso sobre All-Stars como Trae Young:
A la presencia de Bolmaro habría que sumar en líneas generales a figuras que están cumpliendo un notable trabajo en ayudas y actividad como han sido Jarred Vanderbilt, Josh Okogie o Jaden McDaniels. Esto ha sido favorecido por el incremento de las deflections y las rotaciones correctas, teniendo buenos percentiles en las acciones de bloqueo directo (75) y alternando defensas en over como en cambio, lo que deja claro el paso adelante que han dado en este arranque de temporada.
“Simplemente nos pone en buenas posiciones. Él confía en nosotros para hacer las jugadas. Entonces, Finch está haciendo un gran trabajo, obviamente. El cuerpo técnico en su conjunto está haciendo un trabajo increíble", destacó Towns recientemente sobre el rendimiento general de Minny. "Un gran cuerpo técnico, grandes planes y jugadores que están dispuestos a sacrificarse y hacer lo que sea necesario para ganar. Sabíamos lo que teníamos que cambiar para ganar en esta liga y tener la oportunidad de hacerlo".
"Habiendo jugado veinte partidos, me gustaría pensar que nuestro nivel defensivo debería ser sostenible", comentó Chris Finch el viernes pasado. “No sé si se medirá en esos niveles, pero estoy seguro de que podemos ser un equipo defensivo durante el año. ... Hemos tendido a ser más agresivos en todas partes, simplemente, pensando menos, reaccionando más, usando nuestra velocidad, longitud y atletismo un poco más".
Con un cuarto de temporada ya disputado los números están ahí y dejan claro que hasta este punto Minnesota Timberwolves ha sido uno de los mejores conjuntos en el apartado defensivo de toda la NBA. Ahora bien, ¿lograrán mantenerlo?
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.
