La pretemporada no suele ser un espacio del que fiarse en exceso en cuanto a conclusiones o sensaciones, pero en ocasiones sí marca una tendencia que trasladar al inicio de la temporada regular como tal. Una de ellas, sin duda, tiene que ver con Russell Westbrook y su desembarco en Los Angeles Lakers, el cual no está siendo hasta el momento todo lo positivo que cabría esperar de alguien de su estatus. Si en la fase de preparación las pérdidas y el desacierto de cara al aro fueron la tónica general con respecto al MVP de 2017, en el estreno ante los Golden State Warriors volvió a suceder, lo cual puede convertirse en un problema para los angelinos si no se le pone pronto solución.
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Westbrook tuvo una noche para el olvido, casi tanto como los Lakers en general, que en un abrir y cerrar de ojos pasaron de liderar en el marcador a ir a remolque y finalmente perder por 121 a 114 contra sus vecinos los Warriors. El base californiano no cumplió las expectativas para una figura de su entidad y bagaje, teniendo incluso un aporte negativo pese a que los angelinos fueran por delante en el marcador desde el ecuador del primer cuarto hasta el inicio del último asalto. En sus 35 minutos de juego Russ sumó un -23 en cancha, mientras que LeBron y Davis en un minutaje casi idéntico tuvieron tan solo un -2.
Lo fácil con el #0 de los californianos sería quedarse en que su aportación de cara al aro fue del todo imprecisa, siendo incapaz de encontrar sus lanzamientos ni producir en la zona, espacio donde en los últimos años ha sido uno de los más destacados entre los manejadores. Sin embargo, el problema ahora mismo con Westbrook no es de acierto, sino de encaje y de rol, es decir, de encontrarle su espacio o bien que el jugador se adecue a lo que Frank Vogel demanda de él en cancha.
Con 4 de 13 en tiros de campo, incluyendo 0 de 4 al triple y 4 pérdidas, Westbrook terminó con 8 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias, una línea estadística completamente inusual en él. Fue tan extraño el partido del base que no acudió ni una sola ocasión a la línea de personal, algo que no sucedía desde febrero de 2020 y que desde la 2009-2010 tan solo se había dado en 19 partidos sobre una muestra de 862 encuentros.
A día de hoy al MVP de 2017 se le está pidiendo algo completamente diferente a lo que ha venido haciendo en toda su carrera. Lo que los Lakers demandan de él es que de un paso atrás en ataque como generador, que sepa esperar su momento, dosificando fuerzas e incluso pudiendo producir sin balón. No hay ningún tipo de duda de que a campo abierto, Russell Westbrook es uno de los jugadores más devastadores de toda la NBA, mientras que a media pista siempre se ha visto más limitado por su deficiente tiro exterior, no tanto a media pista.
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"Él más que nadie va a necesitar un periodo de adaptación. Se está introduciendo en nuestra cultura, nuestro sistema y es alguien nuevo. Va a tener que encontrar su camino", analizó Frank Vogel sobre el partido de Russ. "Es difícil cuando solías ser el jugador que tiene la pelota la mayor parte de las noches y ahora tienes que jugar junto a LeBron y Davis. Así que todo es un poco diferente para él. Va a ser genial para nosotros, pero va a requerir un periodo de ajuste. Queremos que sea agresivo. Esa parte es lo fácil. Siempre se mantendrá agresivo, estando en modo ataque. Se trata de que se complemente con sus compañeros alrededor y lo positivo llegará".
"Necesita tiempo. Necesita pasar minutos en cancha con estos tipos. No hemos podido estar juntos mucho en pretemporada porque tenemos un equipo de veteranos y él solo necesita tiempo. Cuanto más estén en pista juntos, cuanto más vídeo vean juntos al día siguiente antes se sentirá mejor y más cómodo".
A lo largo de los últimos años Westbrook ha cambiado regularmente de escenario, pasando de los Thunder a Rockets, de ahí a los Wizards para finalizar en los Lakers. En su particular viaje por toda la geografía estadounidense se ha dado en todas las ocasiones un claro proceso de crecimiento y adaptación por el cual Russ no era capaz de dar su mejor versión en el inicio del curso, algo que cambiaba llegados al ecuador de la campaña, acostumbrando a tener cierres de la Fase Regular inmejorables.
No obstante, el reto que tiene ahora en los Lakers es mucho más distinto que a lo que se ha tenido que enfrentar anteriormente en su carrera, compartiendo pista con dos talentos únicos como son James y Davis, lo que va a requerir un periodo de adaptación en el que todos encuentren su lugar.
"No fue nada diferente que cualquier otro partido más allá del hecho de que fue en casa. Veré el partido y lo analizaré. Pero no ganamos", comentó Westbrook a los medios con una de sus características respuestas escuetas.
Quien fue más benévolo con Westbrook fue LeBron James, que aseguró que llevará tiempo involucrar mejor al base, pero que deben encontrar el equilibrio entre integrarle en el sistema y dejarle ser él mismo.
"Solo es un partido. Tenemos que aprender de ello, ser mejores pero no darle mucha importancia. Pondremos a Westbrook en posiciones en las que le beneficien y el equipo se beneficie. Él continuará aprendiendo conforme avance la temporada", dijo King James. "Creo que tuvo un típico primer partido. Probablemente pasen muchas cosas por su cabeza. Es un chico de Los Ángeles, creció viendo a los Lakers. No estoy preocupado por Russ en absoluto, solo tiene que ser él mismo".
"El encaje no sucede de la mañana a la noche, no es algo instantáneo, es un proceso. Tienes que mejorar a través de ello, ver las cosas que te benefician, no solo en un partido sino en la temporada y así ayudar al equipo", añadió.
Westbrook y los Lakers dispondrán de dos días para analizar lo sucedido contra Warriors y ponerle una solución en el corto plazo, sin perder de vista que necesitarán ganar ante los Phoenix Suns si no quieren sentir la presión demasiado pronto.
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