El Play-in es uno de los temas más calientes del momento en la NBA, algo que ratifica la mirada positiva en relación a su implementación. Al cabo, si estos últimos días de la Fase Regular están teniendo múltiples focos de interés y equipos en plena lucha es por lo que gira alrededor de esta instancia que disputarán del 7° al 10° de cada Conferencia, buscando los últimos dos pasajes para los Playoffs. Sin embargo, lo que para algunos es un premio para otros podría ser una carga. Y en este último grupo se anotan Los Angeles Lakers. Sí, sobran motivos para pensar que tener que atravesar por esta situación sería un escenario completamente negativo para los californianos, algo impensado cuando para muchos partían como grandes favoritos para repetir la corona conseguida en 2020.
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Sin embargo, a poco más de una semana del cierre de la Fase Regular y con cinco partidos por disputar, los Lakers están en zona de Play-in. Es más, esa primera chance sería en un enfrentamiento directo ante Golden State Warriors. ¿LeBron James y Anthony Davis contra Stephen Curry y Draymond Green por un lugar en Playoffs? Sí, sería de un nivel de interés notable.
Por cómo están las cosas, la chance es bastante concreta. Pero claro, también puede darse todo hacia otro lado, y mucho de lo que puede cambiar el panorama pasa 100% por lo que puedan hacer los Lakers. ¿Cuáles son las razones para pensar de manera pesimista y considerar al Play-in como el camino con más sentido? ¿Y cuáles los motivos para ser optimistas e imaginar una remontada que los lleve directo a los Playoffs? Lo analizamos.
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Las razones para el pesimismo
El estado físico de sus estrellas
Sí, el punto central de este contexto de los Lakers. Todo empezó a cambiar para ellos el 14 de febrero, cuando Anthony Davis sufrió una lesión en el gemelo y en el tendón de Aquiles derecho que lo sacó de acción por más de dos meses (30 partidos). Y la situación fue aún peor cuando, el 20 de marzo, LeBron James sufrió un fuerte esguince en su tobillo derecho. En su caso, fueron casi 40 días sin acción (20 partidos). ¿El problema? Al volver, apenas aguantó dos juegos antes de sentir molestias y parar nuevamente (lleva afuera los últimos tres encuentros).
Hasta ese 14 de febrero, los Lakers tenían el segundo mejor récord de toda la NBA (21-7). ¿Desde allí? El 8° peor (16-23), y todos los equipos que quedaron por debajo suyo están en reconstrucción o fuera de la pelea (Houston, Oklahoma City, Orlando, Cleveland, Detroit, Minnesota y Toronto). Se nota el impacto, ¿no?
Ahora bien, ¿por qué sigue siendo un punto de pesimismo? Porque ninguno parece estar al 100%, algo preocupante con el Play-in a 10 días de su inicio (y los Playoffs a dos semanas). AD parece más cercano, sobre todo después de su trabajo ante Portland. Pero es imposible dejar de lado que, en el partido previo, apenas aguantó 9 minutos por molestias en la espalda. ¿Y LeBron? Ahí el punto más preocupante. Está claro que su problema en el tobillo sigue presente y los Lakers no parecen querer apurar un retorno. Todavía rebota el "nunca más voy a estar al 100%" que soltó LBJ hace unos días. Y bien presente está su malestar con el Play-in en sí, algo que genera un fastidio que no ayuda para llevar la situación.
Shams Charania (The Athletic) reportó que la idea es hacer un retorno sobre el martes o miércoles, cuando los Lakers tengan un back-to-back frente a Knicks y Rockets. Sí, y ahí hay otro tema: de los cinco partidos que quedan, cuatro son en condición de back-to-back, nada óptimo cuando tus estrellas están tocadas. Escenario para nada ideal.
La negativa dinámica colectiva
Cuando LeBron y AD cayeron lesionados, la narrativa general coincidió en un "los Lakers volverán a ser los Lakers cuando éstos puedan volver". Sin embargo, hoy tiene sentido pensar que se sobreestimó la supuesta facilidad para volver al 100% e intactos después de una larga inactividad. Y también se subestimó la construcción de una química y funcionamiento colectivo alrededor del equipo. Curioso, porque esto último fue una clave hacia el campeonato: la versión de anillo de la temporada pasada fue moldeando ese implacable nivel de los Playoffs a lo largo de una Fase Regular dando pasos sólidos, contundentes y progresivos en cuanto al crecimiento.
Una buena prueba de esto es que ni siquiera la vuelta de Davis sirvió como paliativo: LA perdió 8 de sus últimos 10 partidos, 9 de los cuales fueron con AD ya de regreso. Y lo concreto es que la diferencia de rendimiento que marcó la primera lesión entre las estrellas es por demás clara.
- Hasta el 14/2: 112,1 de rating ofensivo (10° en la NBA), 105,1 de rating defensivo (1°), +7,0 de rating neto (4°)
- Desde el 15/2: 107,3 de rating ofensivo (26°), 107,8 de rating defensivo (2°), -0,5 de rating neto (19°)
Es evidente que el principal bajón es en el costado ofensivo, algo que tiene sentido considerando la cantidad de ausencias de las dos principales figuras. Ni hablar si sumamos los ocho partidos que se ha perdido Dennis Schroder por dos ingresos en los protocolos de salud y seguridad de la liga (de hecho ahora mismo está allí y se podría perder el resto de la Fase Regular). Sin el alemán, la tercera pata ofensiva del equipo, los Lakers perdieron en siete de ocho partidos.
Si sumamos, de nuevo, el fastidio de LeBron por haber estado afuera y por el choque con el escenario del Play-in, las idas y vueltas en cuanto a la situación en la posición de pivote, y las derrotas que llegaron más de lo habitual, es lógico que la bola se haya agrandado hasta llegar a este punto.
El dilema entre los pivotes y el factor Drummond
El arribo del ex pivote de Detroit y Cleveland en el mercado de buyouts es un tema súper recurrente y aún latente. Cuando llegó, Frank Vogel aseguró que lo había hecho para ser titular. ¿El problema? Ese puesto, hasta ahí, había sido de un veterano probado como Marc Gasol, quien pese a un año quizás irregular no merecía pasar a prácticamente salir de la rotación. El español no escondió su malestar, pero lógicamente se comportó como el impecable profesional que es y siempre, en los hechos y en las palabras, dejó en claro que tratará de hacer lo que le toque en pos del beneficio colectivo.
Lo concreto es que Vogel puede haber quedado preso de sus palabras a la hora de la decisión de darle la titularidad a Drummond, porque su aporte no está siendo para nada positivo. Es más, es evidente que el equipo luce y funciona mejor cuando tiene a Marc en cancha, desde todo punto de vista (que sirva como prueba la gran victoria ante Denver).
Drummond ha jugado 16 partidos con los oro y púrpura (todos desde el inicio), con promedios de 11,5 puntos (53,2% de campo) y 9,3 rebotes en 24,6 minutos. Los números, en su caso, nunca fueron un problema. El tema es que su impacto en la estadística no coincide con el rendimiento en el equipo (ni hablar con las sensaciones visuales, sobre todo en defensa). Con Andre en cancha, el récord de los Lakers es de 5-11. Y al indagar en su trabajo, no hay registro avanzado que juegue a su favor en la comparación con Marc.
Situación | Rating Ofensivo | Rating Defensivo | Rating Neto | Minutos |
---|---|---|---|---|
Drummond en cancha | 108,3 | 109,7 | -1,5 | 393 |
Gasol en cancha | 104,9 | 101,6 | +3,3 | 177 |
Drummond afuera | 104,1 | 106,0 | -1,9 | 572 |
Gasol afuera | 106,4 | 109,9 | -3,5 | 788 |
En los últimos tres partidos, Dre ha tenido medias de apenas 5,7 tantos y 5,0 rebotes en 21,9 minutos. Frank Vogel parece empezar a usarlo menos, aunque tampoco es en beneficio de más minutos para Marc (15,2 en el mismo tramo). El entrenador apostó por más formaciones bajas, y en el último juego ante Portland (clave) volvió a dejar afuera de la rotación a Montrezl Harrell, la otra variante. Lo concreto es que el coach parece tener un rompecabezas complejo de armar en este tramo final.
El no depender de sí mismo
Quizás el más básico, pero no por eso menor: por más que los Lakers ganen los cinco partidos que les quedan, podría no alcanzarles para zafar del Play-in. En esta carrera, Dallas (5° con 39-28) tiene dos partidos de ventaja y el calendario restante más accesible. Y los Blazers (6° con 38-29) les sacan un partido. ¿Qué lo complica aún más? Que Los Angeles pierde todos los desempates, tanto el individual ante ambos rivales como un hipotética triple igualdad. Es decir que, de mínima, LA tendrá que ganar dos partidos más (en cinco) que Portland para superarlo.
Dallas Mavericks (5° con 39-28) | Portland Trail Blazers (6° con 38-29) | Los Angeles Lakers (7° con 37-30) |
---|---|---|
Cleveland (V), el 9/5 | San Antonio (L), el 8/5 | Phoenix (L), el 9/5 |
Memphis (V), el 11/5 | Houston (L), el 10/5 | New York (L), el 11/5 |
New Orleans (L), el 12/5 | Utah (V), el 12/5 | Houston (L), el 12/5 |
Toronto (L), el 14/5 | Phoenix (V), el 13/5 | Indiana (V), el 15/5 |
Minnesota (V), el 16/5 | Denver (L), el 16/5 | New Orleans (V), el 16/5 |
Las razones para el optimismo
El efecto LeBron
¿Cuál es una de las máximas aprendidas a lo largo de la última década? Nunca conviene apostar en contra de LeBron James. Y así será hasta que éste lo decida (o se retire). James siempre da un plus en cuanto se presenta la mayor exigencia, y su deseo de más grandeza es total. Así que, incluso en caso de tener que atravesar por el Play-in, los Lakers contarán (salvo que su tobillo diga lo contrario) con el jugador más diferencial de la última década, uno de los mejores de todos los tiempos.
La mejora de Anthony Davis
Tras la vuelta de su lesión, AD ha ido de menor a mayor. ¿En los primeros seis partidos? 16,5 puntos (39,4% campo), 6,7 rebotes, 3,2 asistencias, 1,2 robos y 1,8 tapones en 29,2 minutos. Pero claro, todo cambió en los últimos tres, que en realildad deberían ser dos (contra los Clippers apenas aguantó 9 minutos). Frente a los Nuggets (victoria sin LeBron), sumó 25 puntos, 7 recobres y 3 tapones, con una versión decisiva en el clutch (tapón incluido ante Campazzo). Y ante los Blazers, pese a la caída, se vio lo más parecido al AD sano, impactando en ambos costados del campo y con la agresividad que los Lakers necesitan para cargar con el equipo: 36 unidades (12-23 campo, 10-15 libres), 12 rebotes, 5 asistencias y un tapón.
Fue un enorme esfuerzo sin premio, pero con la certeza de mostrar que, al fin, parece totalmente recuperado. Esa es la versión que los Lakers necesitan de AD de ahora en más.
Un guiño del calendario
Aquí no habría que contar a Dallas (todos sus partidos restantes frente a equipos con récord negativo), aunque tampoco es que los Lakers necesitan pasar a los dos que tienen adelante. Y en ese mano a mano con Portland (donde, recordemos, deben ganar dos partidos más), hay algunas señales positivas para LA más allá de tener que afrontar dos back-to-backs. Y es que la dificultad de los rivales de los Blazers es superior a la de los californianos, sobre todo en un cierre durísimo ante Utah, Phoenix (ambos a domicilio) y Denver. Sí, tres de los mejores cuatro del Oeste, con el detalle que Jazz y Suns podrían estar aún compitiendo por el #1.
¿Y los Lakers? Se les vienen dos duelos complejos ante Suns y Knicks, aunque ambos son en casa. Y luego la carga es menor: Houston (el peor del año), un Indiana en plena dinámica negativa (aunque peleando posicionamiento para el Play-in) y unos Pelicans sin Zion Williamson y probablemente ya eliminados de toda pelea.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.