Un 29 de mayo de 1984 nació Carmelo Anthony: por entonces en la NBA solo había 23 franquicias, Michael Jordan todavía no había puesto pie en la liga y el tiro de tres puntos era un recurso muy poco utilizado. Los Angeles Lakers y Boston Celtics se batían a duelo en unas Finales memorables durante esas mismas fechas, con triunfo para los Celtics por 4-3. Kareem Abdul-Jabbar, con 37 años recién cumplidos, era pilar de esos Lakers.
El tiempo pasó y hoy el que tiene 37 años y es referente ofensivo de los Lakers es Anthony, al que bien le debe quemar en la cabeza la ilusión de poder disputar unas Finales por primera vez aunque soñando con varios de los finales felices que vivió Kareem y no justamente con ese del 84.
La actualidad del equipo angelino no da del todo como para que esa ilusión se maximice, con Lakers ubicándose en el sexto puesto del Oeste cuando las expectativas eran más altas en la previa, pero igualmente entre las cosas buenas y malas que han tenido los púrpura y oro en esta campaña no puede decirse que Carmelo no está cumpliendo con el rol para el que lo fueron a buscar: dar puntos desde el banco.
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— NBA Latam (@NBALatam) October 25, 2021
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Gran actuación de @carmeloanthony en el primer triunfo de los @Lakers 💥pic.twitter.com/N6sb1hmpyy
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El alero angelino está promediando 13,6 puntos, 4,1 rebotes y 0,9 asistencias por encuentro en esta campaña, números que se quedan por la mitad de los de su época dorada en New York Knicks pero que encajan en el rol que Lakers necesita de él: como máximo anotador del equipo por fuera de las tres estrellas, como sostén del ataque en el banco y, más que nada, como una pieza confiable en el tiro a pie firme.
Anthony está encestando el 40,6% de sus tiros de tres puntos en la 2021-2022 y eso es noticia para él, porque no solamente sostiene su buena estadística de la campaña pasada (40,9% en Portland Trail Blazers aunque con 1,2 intentos más por partido ahora) sino que recién por tercera vez en su carrera registra más del 40% de efectividad desde el perímetro
Su confiabilidad en el tiro de tres puntos es su fórmula para, con 37 años y siendo el tercer jugador más viejo de la liga en este momento, aparecer entre los 10 máximos anotadores desde el banco: es el séptimo de la 2021-2022 con 13,8 tantos por encuentro en los 24 partidos que inició como suplente, en los que su acierto desde el triple crece a 42,1%.
En la temporada pasada Lakers tuvo a tres jugadores por encima del 40% en triples: Kentavious Caldwell-Pope, Marc Gasol y Alex Caruso, tres hombres que se marcharon a distintos destinos. Melo no fue el único que llegó a compensar eso y lo cumple, porque Wayne Ellington y Malik Monk tampoco lo están haciendo mal mientras que Trevor Ariza puede ser otro nombre una vez que esté disponible para jugar. Pero Melo si está siendo el mejor en ello.
Y con esa receta, basada casi totalmente en tiros de situación de catch and shoot (55 de los 65 triples que anotó fueron tras recibir pase), un Anthony que ya en Portland se había adaptado a este rol de jugador abierto por el que el balón pasa pero ya no tanto como antes, se logra mantener vigente.
Durante cada temporada de su carrera previa a 2018 Anthony nunca intentó desde la línea de triples más del 30% de sus tiros. En su primer año en Portland lanzó desde allí el 28,9%, en el segundo el 41,9% y ahora ¡mucho más de la mitad! el 56,1%.
Así de momento lo vemos a Melo agregándose al lote de las 25 temporadas firmadas por jugadores de 37 años o más con 13 puntos o más de promedio, algo de leyendas como Michael Jordan, Karl Malone, Reggie Miller, Dirk Nowitzki, Kobe Bryant Tim Duncan, Kareem Abdul-Jabbar y varias más. De todos esos, solo dos lo hicieron como sexto hombre: Dominique Wilkins en San Antonio Spurs 1996-1997 y Dwyane Wade en Miami Heat 2018-2019. Buenas despedidas en un rol distinto para cracks a los que solo les faltó poder terminar jugando Playoffs.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
