En una temporada en la que Los Angeles Lakers están viéndose afectados por numerosas bajas por lesión la figura de Anthony Davis parecía ser lo único a lo que los californianos podían aferrarse. Tras haberse perdido tan solo 3 de los primeros 28 partidos, el ala-pívot parecía estar en mejor forma que nunca, obviando diferentes dolores que le mitigaron en octubre y siendo la principal referencia de los angelinos en su proceso de construcción. Pero, de nuevo, la mala suerte se cruzó en su camino y llegados al ecuador del tercer cuarto ante los Minnesota Timberwolves, el jugador de 28 años cayó lesionado.
Por un momento se temió lo peor, fundamentalmente por el cómo se produjo el infortunio y la reacción del propio Davis, que hacían presagiar una baja de una duración considerable. Tras abandonar el partido y ser sometido a diferentes pruebas se determinó que AD sufría un esguince en la rodilla izquierda, perdiéndose como mínimo el próximo mes de competición a la espera de una revisión de su evolución. Aquellos instantes mientras estaba tendido en el suelo agarrándose su rodilla fueron sumamente tensos para el jugador y plantilla, sobre todo debido a que el ala-pívot manifestó haber oído un estallido (" pop ") dentro de su cuerpo en el momento de la lesión.
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"Llegué a un punto en el que era hasta difícil caminar. Tuve que tomarme un momento de respiro", comentó el jugador en su primera aparición en los medios desde lo ocurrido ante los Wolves. "Escuché algo parecido a un estallido y lo primero que pensé fue que había sufrido una lesión mayor. Por lo que me puse emotivo, pero gracias a Dios nada de eso sucedió finalmente".
Las lesiones han sido una constante en la carrera de Anthony Davis, quien en sus 10 temporadas en la NBA nunca ha sobrepasado los 75 partidos en un solo curso, encadenando diferentes problemas musculares e infortunios varios que le han privado de jugar de manera habitual. Sin ir más lejos, en la 2020-2021 el interior solo jugó 36 de los 72 encuentros de los Lakers debido a un problema en el tendón de Aquiles de su pierna derecha, así como otros problemas experimentados en Playoffs.
Con este esguince en el ligamento colateral medial de su rodilla izquierda los Lakers afrontan un tramo del campeonato clave, entrando en el ecuador de la temporada sin uno de sus buques insignia y debiendo recuperarse del mal arranque. Precisamente las bajas están siendo la tónica en los californianos, un conjunto en el que Trevor Ariza finalmente debutó en la derrota ante los Bulls, mientras que Kendrick Nunn sigue fuera por lesión, a lo que añadir las ausencias por protocolo de Talen Horton Tucker, Dwight Howard, Avery Bradley, Austin Reaves y de Kent Bazemore, así como de su entrenador Frank Vogel.
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"Siento que cuando estamos sanos somos un equipo bastante bueno" , continuó Davis. "Habíamos comenzado a jugar bien, a tener un buen ritmo entre nosotros y luego sucedieron todas las bajas por COVID y luego más lesiones. Así que no es donde queremos estar, pero no estamos en una situación terrible".
"Todavía estamos en un buen lugar, para un equipo que siente que podría haber hecho más o ganar más partidos, otros que deberíamos haber ganado, y todavía estamos en un buen lugar. A sí que, con suerte, podamos mantenernos a flote con todo lo que está sucediendo alrededor del equipo y podamos seguir persiguiendo nuestro objetivo, que es ganar un campeonato", señaló.
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Lejos de verse afectado por el impacto mental que una lesión puede tener en un jugador, AD reconoció que su esposa está ayudándole a gestionar esta situación, añadiendo sentirse bien en la gestión personal de este contexto respecto a otras ocasiones similares.
"Mentalmente estoy bien. Estoy en un buen ambiente", dijo la estrella. "El año pasado fue algo más que tuvo que ver conmigo. Este año fue debido a una jugada extraña. Sabiendo que no podría haber hecho nada para evitarlo me hace estar en un buen lugar mentalmente hablando. El vestuario me mantiene en una buena posición. La gente que me rodea fuera del baloncesto me mantiene en un buen lugar. Tuve una conversación con mi esposa al respecto; ella es la que me mantiene en un buen lugar".
En su primer partido sin Davis en la rotación por un tiempo prolongado los Lakers cayeron por 115 a 110 a manos de los Chicago Bulls.
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