Rafael Stone, GM de Houston Rockets tras la salida de Daryl Morey, tendrá sus teléfonos completamente activos en los próximos días. Y es que a la hora de pensar en el mercado NBA y en la fecha límite de traspasos (25 de marzo), los texanos aparecen -quizás- con el mayor cartel de "vendedores" alrededor de la liga. No es para menos: el conjunto de Stephen Silas atraviesa la peor racha activa de la competición, 14 derrotas consecutivas (14° del Oeste con 11-24) que no hacen más que dibujar en escenario inevitable para la organización: es momento de profundizar la reconstrucción, esa que de cierta manera comenzó con la salida de James Harden a mediados de enero.
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Houston tiene una particularidad para este proceso: cuenta con varios jugadores importantes y de nombre que encajan mejor en otro contexto, el de ayudar o ser útil para un equipo candidato. En definitiva, algo ideal para una organización que debería enfocarse en sumar la mayor cantidad de activos posibles (ya sea jugadores jóvenes con potencial o rondas de Draft) pensando en la reformulación de su futuro.
Si miramos el roster de los texanos, probablemente encontremos sólo un jugador "intocable": Christian Wood. Quizás podríamos sumar a la lista (aunque muy lejos del cartel de Wood) a Kevin Porter Jr., a quien los Rockets tomaron desde Cleveland apostando a su talento. Le dieron rienda suelta para tomar ritmo en la burbuja de la G League en Orlando, y su estreno frente a Sacramento Kings en la noche del jueves (13 puntos, 5 rebotes, 10 asistencias y 3 robos en 29 minutos) puede ser solo el inicio de una segunda parte del calendario donde su desarrollo sea una prioridad. Al cabo, es un talento de 20 años que no funcionó en los Cavs por problemas fuera del campo.
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Entonces, ¿quiénes podrían salir traspasados en los próximos días? Veamos los escenarios más importantes.
Victor Oladipo
Llegó como la principal pieza de retorno en la mega operación de Harden, y se pensaba que iba a ser parte del futuro del equipo. Sin embargo, Adrian Wojnarowski informó hacia fines de febrero que el escolta rechazó la extensión de contrato de 45,2 millones de dólares por dos años (máximo que la franquicia le podía ofrecer antes del cierre de la temporada), principalmente porque busca un contrato de mayor duración que entregue una mayor estabilidad personal (lógico pensando que está volviendo de una larga inactividad por lesión).
Así, la ecuación es simple: nadie puede garantizar la permanencia de Dipo en los Rockets después del deadline. ¿Por qué? Porque su contrato vence al finalizar el curso, y en el próximo mercado podría negociar con cualquier equipo. Es decir que Houston podría perderlo sin retorno alguno.
¿Considerarán traspasarlo para evitar ese riesgo? El ex Pacers tiene un contrato por 21 millones de dólares en esta 2020-2021, una cifra no imposible para varios equipos que desean una mejora automática. ¿Un ejemplo? New York Knicks, con capacidad salarial y deseo de contar con sus servicios para potenciar esa ventana competitiva que se les abrió en este curso. Importante decisión que deben tomar los Rockets sobre el jugador de 28 años, quien está promediando 20,1 puntos, 4,9 rebotes y 5,0 asistencias en 16 partidos en Texas.
PJ Tucker
Su caso ya está definido: tras el partido ante los Kings, el propio Silas confirmó que el jugador y la organización llegaron a un acuerdo para buscarle una salida, ya que se encuentra en el polo opuesto de lo que necesita el equipo. Está claro que Tucker, cerca de los 36 años, está más para un contexto que le permita ser lo que, justamente, fue para los Rockets en las tres temporadas previas a la actual: un obrero de lujo en un equipo candidato.
Tucker también tiene un contrato expiring por una suma que no debería ser un problema para mover (7,9 millones de dólares). Será cuestión de ver qué conjunto con aspiraciones se mueve más rápido y mejor para tentar a Houston con el mejor retorno a cambio. ¿A quién le serviría? A prácticamente la mayoría de los equipos de punta, como Boston, Miami, Denver y más... Incluso también para los conjuntos tipo Lakers o Nets, aunque en ese caso quizás el mejor escenario posible sería vía buyout, algo que los Rockets buscarían evitar.
Lo concreto es que se terminó la etapa en Houston de uno de los símbolos de la era del Moreyball.
Eric Gordon
El escolta salió lesionado del partido ante Sacramento y habrá qué ver de qué se trata su problema. Pero, al igual que en el caso de Tucker, su presencia tiene mucho más sentido en un equipo con aspiraciones que en uno que encara una reconstrucción. Al cabo, hablamos de alguien con 32 años.
Está claro que Gordon puede seguir siendo una cuota de ofensiva automática (promedia 17,8 puntos y 43,3% de campo en la 2020-2021). ¿Qué complica su salida hacia un candidato o equipo de Playoffs? Su historial de lesiones y su contrato: le quedan 54,6 millones garantizados en su vínculo hasta la 2022-2023 (más otro año no garantizado por 20,9 millones). ¿Algún equipo de punta querrá pagarle casi 20 millones de dólares en dos temporadas, cuando esté más cerca de los 35 años? Complejo. Pero hay sobradas muestras a lo largo de la historia reciente que dejan en evidencia que en la NBA todos los contratos tienen alguna vía de traspaso.
John Wall
Probablemente el menos probable que lo veamos saliendo en los próximos días. Primero, porque la organización confió en él para este curso, en aquella operación por Russell Westbroook. Segundo, y fundamental, por el mismo motivo que se hacía compleja su salida de los Wizards: los casi 133 millones de dólares que le quedan a su vínculo contractual hasta la temporada 2022-2023.
En su vuelta a las canchas tras una larga inactividad, el base de 31 años está promediando 21,0 puntos (42,4% campo), 3,2 rebotes y 6,0 asistencias en 31,7 minutos.
Danuel House Jr.
Otro perfil 3&D que surgió durante el Moreyball. A los 27 años, le podría ser útil a un candidato para completar la rotación. Está promediando 9,1 puntos, 4,0 rebotes y 31,2% en triples en la 2020-2021, y su contrato no es pesado: 3,7 millones para este curso y 3,8 millones para el próximo.
Ben McLemore
Un caso similar al de House (aunque sin su perfil defensivo). Expiring de 2,2 millones de dólares para un jugador que puede ser una amenaza exterior, aunque ha bajado su acierto en este curso: del 40% en 6,4 intentos en la 2019-2020 al 30,9% en 4,4 intentos en la actual campaña.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
