Hay veces en donde la ausencia de algo, quizás de manera repentina, tiene la fuerza para dejarnos en claro cuánto se apreciaba ese algo. Es simple: el humano, generalmente, quiere y valora más algo cuando lo pierde. Stephen Curry fue la cara más visible y brillante de uno de los lustros más maravillosos de la historia de la NBA, el de Golden State Warriors. El base revolucionó la liga con su juego exquisito e hizo cotidiano aquello que es maravilloso. Es por eso que quizás solo tomamos dimensión de cuánto le aportaba al día a día de la NBA con su extraordinaria clase cuando una fractura en la mano izquierda lo alejó de las canchas tras apenas cuatro partidos en esta 2019-2020. Más de cuatro meses sin su clase ni sus triples fueron demasiado para los amantes del juego. Pero la espera terminó.
Más | 5 motivos por los que la vuelta de Curry es uno de los mayores atractivos
Vuelve Steph, vuelve la sonrisa para muchos. La NBA recuperará este jueves a uno de sus más grandes exponentes del nuevo milenio. Será, incluso, en un desafío de exigencia como le gusta al propio base, frente a Toronto Raptors, el equipo que le puso un freno a la dinastía de los de San Francisco en las últimas Finales. El contexto, lógicamente, es diferente, ya que los de Steve Kerr están ahora en el fondo del Oeste.
Pero por unas semanas, la actualidad quedará a un costado. El dos veces MVP será el foco de atracción de un conjunto que no tuvo grandes miradas en este curso. Jugará por su propio orgullo, por el objetivo de tomar ritmo tras su inactividad y pensando en la 2020-2021, pero sobre todo jugará para volver a ser, para divertirse y divertirnos.
Si de tomar ritmo se trata, Curry es un especialista. Cuando a muchos las lesiones pueden dejarle un efecto residual que afecta el nivel habitual, a Steph no le ha costado para nada retomar su forma habitual cuando le tocó regresar de ausencias prolongadas (aunque no tanto como la actual) en el pasado. En la previa de su vuelta, viajamos hacia atrás para repasar otros regresos del símbolo de Golden State desde su explosión en 2014.
Playoffs 2016: "I'm back"
La temporada 2015-2016 de Curry no sólo fue su mejor curso desde el punto de vista individual, sino que resultó una de las mejores de la historia, al punto de ser el único MVP unánime de todos los tiempos, con números monstruosos y liderando el 73-9 de los Warriors que fue récord.
En el Game 4 de la primera ronda ante Houston Rockets, todo casi se va al garete cuando Steph asustó con una lesión en su rodilla derecha que detuvo los corazones de todos. Los estudios indicaron un esguince grado 1 en los ligamentos mediales colaterales, con un plazo de recuperación de dos semanas.
Exactamente 15 días después, Curry estaba de vuelta. Golden State había liquidado a los Rockets en cinco partidos, y estaba 2-1 contra Portland en las semifinales, pero con los Blazers en casa y con el subidón tras ganar el G3. Steph enterró las dudas con una producción legendaria y para la historia de los Playoffs. Salió desde el banco y se despachó con ¡40 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias! en 37 minutos, con 16-32 en tiros de campo.
La forma, de todas maneras, fue lo mejor: terminó los primeros tres cuartos con 0-9 en triples, pero encestó el primero a 4m35s del final y no paró. Tanto que su suplementario fue escandaloso: 17 tantos, con 3-4 en tiros de dos, 3-3 en triples y 2-2 en libres, para comandar el 132-125 que encaminó la serie, y establecer el récord histórico de más puntos para un jugador en un tiempo extra.
Además, una imagen para el recuerdo: su "I'm here, I'm back" ("aquí estoy, estoy de regreso") después de uno de sus bombazos que empezó a encarrilar el festejo de los Warriors en la prórroga. Una noche única.
Más | Cinco conclusiones del primer choque entre Luka y Zion
Temporada 2017-2018
No fue la mejor temporada regular desde lo físico para Curry. Sobre el cierre del encuentro del 4 de diciembre de 2017 frente a New Orleans Pelicans, sufrió un esguince en su tobillo derecho que lo sacó de acción durante 11 partidos. La vuelta fue casi un mes después, en el último juego del año calendario para los Warriors, un 30 de diciembre frente a Memphis. Y la magia se dio de nuevo: 38 puntos (10-13 triples), 4 rebotes y 3 asistencias en poco menos de 26 minutos de acción. Ningún jugador en la historia de la NBA anotó tantos triples en tan poco tiempo en cancha.
El 8 de marzo de 2018 volvió a lesionarse el mismo tobillo, esta vez en el inicio de un duelo ante San Antonio Spurs, y faltó a seis encuentros. Regresó poco más de dos semanas después, con 29 tantos (10-18 campo), 7 rebotes y una asistencia en 25 minutos para ganarle por 12 a Atlanta Hawks. Un encuentro que luce ideal desde los números, pero que arrojó otra lesión: durante el tercer cuarto, JaVale McGee cayó sobre su pierna y le generó otro esguince de rodilla, esta vez la izquierda y de grado 2. El plazo, cómo mínimo, era de tres semanas, y lo sacó del resto de la fase regular.
Steph tardó casi 40 días en volver, perdiéndose toda la primera ronda ante los Spurs (4-1) y el G1 de las semifinales ante New Orleans Pelicans. Volvió el 1 de mayo de 2018, y como si nada hubiese pasado: 28 puntos (5-10 triples), 7 rebotes, 2 asistencias y 3 robos en 27 minutos desde el banco para 121-116 que estableció el 2-0 y encaminó la segunda serie del camino que terminaría siendo el por ahora último título de los Warriors.
Temporada 2018-2019
Golden State comenzó la temporada arrasando (10-1), llegando con todo al esperado duelo ante los Bucks de Giannis Antetokounmpo. Pero en aquel 8 de noviembre de 2018, los Warriors no sólo perdieron por 23 de diferencia, sino que Steph sufrió una distensión en la ingle izquierda que lo sacó de acción por 11 partidos.
Poco más de tres semanas después, pegó la vuelta e hizo lo suyo: 27 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias y 2 robos en lo que terminó siendo una derrota por 111-102 en la visita a Detroit Pistons.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.