Hasta hace no mucho tiempo, poco más de dos años atrás, Golden State Warriors estaba en plena dinastía histórica. Disputaba sus quintas Finales consecutivas y buscaba el cuarto campeonato en ese tramo, tercero en fila. Sin embargo, mucho cambió tras aquellas Finales del 2019 ante Toronto Raptors. Las lesiones de Kevin Durant y Klay Thompson fueron determinantes en el desarrollo del resultado, pero lo que vino luego fue aún más inesperado y doloroso: KD se fue a Brooklyn Nets, Stephen Curry también se perdió casi por completo el curso siguiente (2019-2020), Klay volvió a lesionarse de gravedad, y de los cinco años en las Finales se pasó a dos fuera de los Playoffs. Diferentes, con uno siendo el peor de la liga y otro con récord positivo pero cayendo en el Play-in. Suficientes ambos para potenciar el hambre de una organización que quiere volver a la elite de la liga.
El objetivo de los dirigidos por Steve Kerr es por demás claro. Volver a la postemporada es la meta de base, pero está claro que el deseo es ser competitivo por cosas importantes, recuperar el lugar entre los candidatos del Oeste. Fácil decirlo y difícil hacerlo, porque no sólo depende del rendimiento de un plantel mejorado después de una gran offseason, sino también de cómo vuelva Thompson de su lesión. Será progresivo (probablemente no desde el inicio del curso) y sin exigencias extremas, pero Golden State necesita algo cercano a un 75% de su versión pre-lesión en el tramo final del curso para pensar en cosas importantes. Y hablamos de alguien que no pisa una cancha hace más de dos años.
Más equipos | Atlanta | Lakers | Brooklyn | Boston | Houston | Denver | Dallas | Clippers | Milwaukee
Decíamos que los de San Francisco habían hecho una gran offseason. Sin nombres de peso, pero sí con excelentes ajustes para fortalecer las carencias que había en el plantel. Salieron Kelly Oubre Jr. (jamás se adaptó al sistema y filosofía del equipo), Kent Bazemore (valioso obrero) y Eric Paschall (había perdido peso) de los habituales de la rotación (más Nico Mannion y Alen Smailagic entre los del fondo), pero los que llegaron parecen encajar mucho mejor: Otto Porter Jr., Nemanja Bjelica y Andre Iguodala (todos por un año y por el mínimo) arribaron desde la Agencia Libre (más Chris Chiozza con un two-way), y Jonathan Kuminga y Moses Moody como picks de Lotería del Draft 2021.
| Manejadores | Perimetrales | Interiores |
|---|---|---|
| Stephen Curry | Andrew Wiggins | Draymond Green |
| Klay Thompson | Andre Iguodala | James Wiseman |
| Jordan Poole | Otto Porter Jr. | Kevon Looney |
| Damion Lee | Juan Toscano-Anderson | Nemanja Bjelica |
| Gary Payton II | Jonathan Kuminga | |
| Mychal Mulder | ||
| Moses Moody | ||
| Chris Chiozza (TW) | ||
| Entrenador: Steve Kerr | ||
Los Warriors llegarán al training camp con 14 contratos garantizados, 3 no garantizados y un two-way, recordando que se puede llegar con 15 contratos regulares y dos two-way al inicio de la Fase Regular. En los papeles, entre Lee, Payton y Mulder pelearán por ese 15° lugar, con un Lee que parece tener una pequeña ventaja por conocimiento de la estructura y rendimiento.
Ahora bien, pensando en la rotación, avanzamos a un futuro cercano en donde Thompson ya está sano. Con él en cancha, el quinteto debería salir de memoria junto a Curry, Wiggins, Draymond y Wiseman. Quizás la única incógnita esté con el pívot (#2 del Draft 2020), quien no tuvo un buen curso como rookie y sufrió la adaptación a la competición. El potencial está ahí y es parte del futuro a largo plazo de la organización. Pero si no funciona, a Kerr no le temblará el pulso para buscar una variante. El coach ya dijo que los jóvenes tendrán que ganarse el tiempo en cancha. Otro detalle: el small-ball con Green de 5 probablemente sea moneda corriente.
Las variantes desde atrás son prometedoras, y de allí lo de "gran offseason" que decíamos, ya que el banco de los Warriors en la 2020-2021 era bastante flojo y ahora luce renovado y potente. Poole explotó en la segunda parte de la 2020-2021 y se anotó como fuente de puntos confiable del equipo, quizás el más claro y con mayor capacidad para crearse sus lanzamientos en esa segunda unidad. El mexicano Toscano-Anderson, como el versátil obrero que se ganó su contrato garantizado y que aporta en ambos costados del campo; Looney como relevo central en la pintura; más Bjelica y Porter para aportar tiro, defensa y soluciones. Si los Warriors logran algo cercano a la versión pre lesiones de Porter, será un fichaje enorme (la apuesta es de bajo riesgo pero gran premio potencial).
Ah, claro, todo esto impulsado por el liderazgo de un Iguodala que conoce como pocos a la estructura, que asumirá parte de la presión y liderazgo de Curry y Green, y podrá funcionar como mentor de los más jóvenes, al tiempo que quema los últimos cartuchos de su excelente carrera. Y cómo dejar de lado lo que puedan hacer Moody y, sobre todo, Kuminga, quien deslumbró en la Summer League con destellos realmente impresionantes. No se les pedirá mucho de entrada, pero pueden ser útiles. Sin dudas, su desarrollo será en un contexto muy competitivo.
En definitiva, Golden State queda con un quinteto potente (salud mediante) y múltiples opciones para jugar diferentes estilos, al tiempo que se mantiene expectante para analizar en qué lugar está frente a potenciales ajustes sobre el deadline (y el mercado de buyouts). Si no aparece nada raro, los Warriors deberían volver a la pelea competitiva del Oeste.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
