Bienvenidos a una nueva edición de "La Posesión", una sección en la cual el Staff de NBA.com analiza una posesión en particular de un determinado partido de la temporada, revelando detrás de ella un significado mucho más grande del que parece. En esta oportunidad ponemos la lupa sobre la defensa de Klay Thompson.
Contexto:
Han pasado 941 días desde que Klay Thompson jugó su último partido oficial, justo en el momento en el que su carrera se dividió en dos mitades: pre-lesiones y post-lesiones. En ese tiempo que ha estado fuera la liga ha cambiado notablemente: el ritmo ha bajado, el volumen de triples ha crecido y el ataque se ha vuelto más eficiente.
Todo eso ha hecho de la defensa un apartado aún más importante, siendo los dos últimos campeones uno de los 7 mejores equipos defensivos del curso regular. Un apartado en el que el jugador de 31 años había sido uno de los más destacados antes de sus problemas físicos y que le llevaron a ser considerado como uno de los mejores de toda la liga.
Sin embargo, las dos lesiones que han afectado al escolta (ligamento anterior cruzado de su rodilla izquierda y tendón de Aquiles derecho) no han sido en absoluto menores, más bien todo lo contrario. Es por ello que la principal duda con respecto a Thompson está en si podrá seguir siendo aquel two-way player que fue en el pasado. Para ello, lo mejor es echar la vista atrás en el tiempo. Concretamente al Game 6 de la serie de Playoffs de 2019 ante los Houston Rockets.
La posesión:
El análisis:
Si hubo un equipo que puso contra las cuerdas a la dinastía Warriors esos fueron los Houston Rockets que con James Harden al mando estuvieron cerca en más de una ocasión de tirar por la borda sus esperanzas de anillo. En los Playoffs de 2019 a los texanos se les presentó una oportunidad de oro. Con Kevin Durant de baja por lesión para el sexto encuentro y Stephen Curry lanzando al 26,3% en triples todo parecía apuntar a que la serie se resolvería en un séptimo, pero fue entonces cuando Klay Thompson apareció, y lo hizo con una actuación brillante en ambos extremos del campo.
El escolta fue alternando los emparejamientos con Eric Gordon, Chris Paul y James Harden, a quien precisamente en esta acción que destacamos logró conducir al error. Thompson llevó a La Barba a firmar un 3 de 9 en tiros de campo (33%) cuando le defendió directamente, en la mayor parte de casos en situaciones de aclarado.
Klay tenía completamente estudiado a aquel Harden, tan rápido y desequilibrante como ningún otro, capaz de cambiar los ángulos de arrancada gracias a su control de las velocidades y altura del bote. Algo para lo que el californiano hizo gala de un fantástico repertorio defensivo: constante actividad de pies, lectura de los movimientos rivales, reactividad y adaptabilidad.
Esta posesión es un ejemplo perfecto de lo que es Thompson a nivel defensivo. Un jugador inteligentísimo, capaz de bajar su centro de gravedad para acompañar al rival con balón y reaccionar al instante ante cada frenazo y cambio de ritmo. Se trata de alguien paciente y que toma siempre la mejor decisión posible, sin forzar la situación hasta la falta y orientando siempre al oponente a la ayuda.
Un gran trabajo que se dio durante toda la eliminatoria:
Incluso contra otros rivales más rápidos y de menor tamaño:
En aquella serie dejó a Harden en un 44,1% en tiros de campo y 41,2% al triple, pero lo que marcó la diferencia fue su presencia en el tiro libre (11 de 15), algo que difícilmente pueda repetirse en este curso gracias a los cambios en la interpretación de las faltas, algo que beneficia directamente al estilo de Thompson. En esos últimos Playoffs que disputó, Klay estuvo a un nivel defensivo excelente como bien reflejan los números:
- vs. Chris Paul: 16 puntos en 156 posesiones defensivas con un 37,5% en tiros de campo y 28,6% en triples
- vs. Damian Lillard: 33 puntos en 147 posesiones defensivas con un 37,5% en tiros de campo y 37,5% en triples
- vs. Kyle Lowry: 8 puntos en 106 posesiones defensivas con un 66,7% en tiros de campo y 33,3% en triples
- vs. Kawhi Leonard: 22 puntos en 100 posesiones defensivas con un 57,1% en tiros de campo y 0% en triples
Su rendimiento fue sensacional pese a que el desenlace personal y colectivo no lo fuese, demostrando su valía más allá de su perfil ofensivo, resultando clave en el marcaje a Damian Lillard en especial como se ve en esta secuencia, en la que le impide tener un tiro cómodo y le fuerza a ir contra la canasta donde ya le espera Draymond Green:
O en esta acción en la serie ante los Raptors con la posibilidad de que Kawhi Leonard ampliase la distancia considerablemente en el último cuarto que podría haber significado la eliminación por 4-1 de Warriors. Al contrario, Klay forzó al rial a un tiro complicado y dejándole a 0 en los últimos 3 minutos de encuentro:
Todo lo hecho en el pasado no significa que vaya a poder ser replicado en la actualidad. El juego ha evolucionado y Klay Thompson ha estado demasiado tiempo fuera. Por otro lado, las dos lesiones que ha sufrido afectan directamente a la clave de su defensa como son la flexibilidad, explosividad y desplazamiento lateral. La suerte para el escolta es que se encuentra en una de las organizaciones que mejor y más tecnología aplican al deporte, especialmente en el tratamiento de las lesiones, razón por la que su vuelta se ha demorado más de lo que cabría esperar y por lo que habría que confiar en su posible reaparición en buenas condiciones.
Lo más lógico es un horizonte en el que, al inicio, a Klay le cueste, pero no solo por una cuestión física, sino por la ausencia de ritmo competitivo. Tras tanto tiempo alejado de las canchas necesitará un periodo de adaptación al nuevo contexto y al clima de la liga. No obstante, hay una máxima que siempre ha de tenerse en cuenta: uno puede pulir su técnica ofensiva y sus fundamentos, pero defender a un alto nivel es algo casi innato, que se trabaja año a año y requiere un extra. Un extra que Thompson siempre ha tenido y que pese a que tenga limitaciones físicas seguro que encontrará el modo de seguir siendo determinante en ese extremo.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.