La rápida construcción del Circuito urbano de Jeddah (Arabia Saudí) trajo amargos recuerdos a los aficionados a la Fórmula 1 de errores del pasado. Sin embargo, los problemas no surgieron de las infraestructuras, sino más bien del propio trazado. Uno rapidísimo, casi demasiado, y que generó no pocos incidentes en pista y algún que otro accidente.
Los pilotos y equipos reportaron durante todo el Gran Premio que la disposición y forma de las barreras protectoras limitaba notablemente la visibilidad, haciendo casi todas las curvas ciegas. Eso, a unas velocidades altísimas como las que se alcanzaban en los sectores 2 y 3, generaron situaciones potencialmente peligrosas.
Una circunstancia que ha llevado al director del circuito de Jeddah, Martin Whitaker, a llegar a la conclusión de que deberán realizar modificaciones antes de que los monoplazas vuelvan al trazado el próximo 25 de marzo, para la segunda carrera de la temporada.
"Nos hemos esforzado por mejorar algunas áreas de cara a nuestra segunda carrera. En primer lugar, haremos unas ligeras modificaciones en pista. Estos retoques están relacionados con la capacidad de visión de los pilotos desde el cockpit", comentó recientemente Whitaker. "Es un trabajo mínimo, pero ayudará a mejorar la visibilidad en un par de curvas. También haremos unos pequeños cambios en las barreras, que favorecerán las trazadas de los coches en el circuito".
"Tuvimos que poner a punto toda la instalación en un corto periodo de tiempo, pero ahora, con este intervalo hasta la segunda cita, podemos conocer más nuestros límites", explicó. "Debido a nuestra ubicación, no podemos cambiar demasiado la pista, porque está en una estrecha franja junto al mar, pero sí hemos estudiado la entrada y salida de los aficionados".
El trazado, muy estrecho y sumamente rápido, dio pie a que durante su primera edición se produjesen varios accidentes importantes, lo que llevó a que saliese el coche de seguridad y dos banderas rojas que detuvieron la carrera.