Está claro que LaMelo Ball y Anthony Edwards se llevaron todas las miradas como los mejores rookies de la temporada pasada, y que Tyrese Haliburton estuvo un paso detrás de ellos para completar el podio. Pero eso no quita que no haya que mirar a otros jugadores de primer año a partir de sus producciones destacadas, y lo de Saddiq Bey es digno de mencionar. De hecho, su 2020-2021 fue realmente histórica en un apartado puntual, que no hace más que reforzar su gran valor dentro de esta reconstrucción que encara Detroit Pistons. Sí, el peso recaerá principalmente en Cade Cunningham, #1 del reciente Draft. Pero el ex Villanova es esencial para la estructura de Dwane Casey.
Para entender esto último hay que ir primero a lo que fue, como decíamos, su excelente producción en el curso pasado. Tras ser elegido en el 19º lugar del Draft, comenzó saliendo desde el banco en la primera parte de la campaña, hasta que la salida de Blake Griffin terminó de impulsar su introducción en el quinteto inicial. No se lo regalaron ni mucho menos, ya que sus primeros destellos en el curso habían sido interesantes. Pero el paso al quinteto inicial lo terminó potenciando como uno de los mejores novatos de la camada.
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En los números básicos nos encontramos con promedios de 12,2 puntos, 4,5 rebotes y 1,4 asistencias en 27,3 minutos a lo largo de sus 70 presentaciones. Si tomamos sólo sus encuentros como titular (53), suben a 13,6 tantos, 4,9 rebotes y 1,6 asistencias en 30,8 minutos. Pero la verdadera constante está en una de sus principales cualidades: el triple. Y ahí es donde la historia se mete en su caso.
Bey finalizó la temporada con un 38% de acierto para el triple tomando 6,6 intentos por encuentro. De por sí, números más que buenos. De hecho, sólo 19 jugadores en toda la temporada tomaron al menos 450 intentos totales desde la larga distancia, y su porcentaje de acierto fue el 12º mejor de todos ellos. Por delante, entre otros, estuvieron Stephen Curry, Duncan Robinson, Damian Lillard y Buddy Hield. Es decir, la primerísima línea de francotiradores de la competición. Ahora bien, ¿por qué decimos que fue una temporada histórica para él?
Y es que ningún jugador de primer año había logrado terminar una temporada con su porcentaje de acierto para el triple (38%) habiendo tomado su volumen de tiros por partido (6,6), de acuerdo a la base de datos de StatHead. Hay un detalle en este dato: aparece el nombre de Armoni Brooks, novato de los Rockets en la 2020-2021, pero su 38,2% en 7,9 intentos por duelo llegó en una muestra mucho más chica, apenas 20 partidos (157 intentos totales). Cuando aplicamos el filtro a un mínimo de 450 intentos en la temporada, Bey (tuvo 460) queda en soledad.
Para profundizar un poco: Bey es uno de ocho jugadores en toda la historia en intentar al menos 450 triples siendo novato. ¿Cuál fue el acierto del resto de ellos? Damian Lillard 36,8% (503 intentos), Allen Iverson 34,1% (455), Donovan Mitchell 34% (550), Anthony Edwards 32,9% (520), Luka Doncic 32,7% (514) y Trae Young 32,4% (482). Un par de detalles más:
- Sus 175 triples anotados son la tercera mejor marca para un rookie, sólo por detrás de Donovan Mitchell (187 en la 2017-2018) y Damian Lillard (185 en la 2012-2013).
- Sumó 13 partidos con al menos 5 triples anotados, mejor cifra para un rookie (Iverson y Steph Curry tenían la mejor marca previa, con 9 encuentros de este tipo).
En resumen, podemos decir que rápidamente Bey dejó en claro que su capacidad exterior no sólo es prometedora, sino que ya se empieza a destacar en toda la liga. Y ese perfil es justamente lo que lo hace vital para la estructura de Casey. No sólo porque además tiene buenos instintos defensivos que potencian su aporte en ambos costados, sino porque luce como complemento ideal como arma secundaria.
Estamos hablando de un equipo que tendrá a Cade Cunningham como pilar para la conducción. Que también contará con Killian Hayes (#7 del Draft 2020) como su pareja en la media-cancha y también con la necesidad del balón para ser efectivo. Y ellos hay que sumarle a Jerami Grant, quien viene de una 2020-2021 en donde demostró que puede ser la opción principal de un equipo, respondiendo al desafío de, justamente, tener mayores responsabilidades con la pelota. Entre los tres tendrán el mayor uso y una gran capacidad para generar espacios, y ahí salta la figura de Bey para poder explotar las opciones que se generen.
Como referencia: el 53,5% de sus disparos en la 2020-2021 fueron triples en situación de catch and shoot, y conectó el 40,2% de ellos. En definitiva, el molde ideal que necesita Detroit para completar ese núcleo joven que probablemente ahora no esté para ganar de manera consistente, pero que tiene todo para ir creciendo de la mejor manera.
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