Venía siendo una noche genial para Facundo Campazzo ante Charlotte Hornets, con una primera mitad en la que fue el motor de la recuperación de unos Denver Nuggets que rápidamente se encontraron 11 puntos abajo. Enérgico, intenso, disruptivo y con la defensa como bandera para despertar a los suyos, contagiar y, además, mantener el sólido nivel ofensivo que venía mostrando. De sus mejores mitades desde que llegó a la NBA. Pero claro, por más que la noche haya arrojado un buen balance en lo personal, lo colectivo es lo que manda para el argentino, y el sabor que quedó para los de Colorado fue completamente amargo, porque tras dominar por completo, tomar una máxima de 19 puntos y entrar al último cuarto 17 arriba, el equipo se derrumbó y fue pasado por arriba por los de James Borrego.
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El 115-107 final para los Hornets es otro cachetazo de realidad para unos Nuggets que, bajas al margen, están quedando en el debe por sus inconsistencias. Es más, su récord de 15-16 es más que elocuente de lo que están viviendo. Si el hecho de intercalar un partido muy bueno con otro malo era la dinámica de las últimas semanas, frente a Charlotte la situación se trasladó a un mismo encuentro.
"Creo que fueron dos mitades diferentes, una en donde jugamos con gran energía y esfuerzo, donde tomamos decisiones inteligentes en ataque, y otra en donde no tuvimos una buena defensa y ellos empezaron a meter todo. Es difícil, porque ganaron en confianza y nosotros nos empezamos a apurar. Esa fue la clave, porque generalmente cuando no defendés bien, no tenés un buen ataque. Todo empieza con la defensa, nuestro juego debe ganar confianza desde allí", analizó Facu tras el encuentro.
"En la primera mitad lo hicimos, jugamos con muchísimo esfuerzo, unidos, de manera inteligente y a partir de allí corrimos, jugamos con ritmo, tomamos buenas decisiones. Pero en el segundo tiempo no hicimos nada", agregó el base, coincidiendo con la mirada de Michael Malone, quien fue corto en sus palabras pero contundente en relación a la producción en el último cuarto, que quedó por 38-13 para los visitantes. "No defendimos y no hicimos nada en ataque. La bola dejó de moverse, nos convertimos en un equipo centrado en aclarados y que dribleó demasiado tratando de conseguir lo propio, y eso nos llevó a posesiones ofensivas malas y alimentó sus corridas. Fue una completa falta de ataque y defensa", remarcó el entrenador.
El cordobés dejó en claro que por más que los suplentes pudieron mantener la línea ascendente de los últimos partidos, lo importante pasa por otro lado. "La segunda unidad ha estado jugando con más agresividad y energía, pero esto es un equipo. Perdemos y ganamos como equipo, juntos. Sabemos lo que tenemos que hacer para ganar y lo que no tenemos que hacer para evitar perder, hemos intentado corregir las cosas durante el último cuarto, pero fue duro. Hay que darles crédito a ellos también", cerró.
Con el del jueves, Campazzo acumula seis partidos seguidos con al menos cinco asistencias, su mejor racha en la NBA. En ese lapso, promedia 8,3 puntos, 2,5 rebotes, 6,7 asistencias, 1,7 robos y 1,0 tapones en 27,7 minutos, aunque su triple ha empezado a perder algo de fuerza (26,5% en 5,7 intentos). Sin embargo, su producción está siendo una de las pocas luces de un equipo que no termina de arrancar en este curso.
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