Luka Doncic ya acostumbró a una dinámica: los números y las estadísticas estarán siempre ahí, algo que las estrellas consiguen por su particular combinación de talento y consistencia, eso que los tiene entre los mejores de la liga. Sin embargo, esos números no siempre esconden buenas sensaciones o producciones en el campo. Y el esloveno siempre fue muy autocrítico pese a que la estadística diga lo contrario. Y así empezó esta 2020-2021, con una ajustada derrota de Dallas Mavericks ante Phoenix Suns (106-102) y con una fuerte autocrítica del europeo.
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"Tengo que dejar de lanzar esos tiros muy malos. No sólo fue el último, sino unos cuantos de ellos. No es bueno para mí, no es bueno para el equipo y debo cambiarlo", sentenció Luka. ¿Por qué? Terminó con 32 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias en 37 minutos en cancha. Pero no estuvo del todo efectivo (11-26 en tiro), sobre todo con su tiro a distancia, que no cayó en toda la noche (0-6). El ex del Real Madrid hace principal referencia a un triple lanzado casi en el minuto final, con un elevado grado de dificultad (paso hacia el lado para crear espacio ante Cam Johnson) cuando su equipo estaba a tres de diferencia.
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En definitiva, el tiro siempre fue un punto de mejora clave de Doncic, quien ejecuta con un alto volumen pero con baja efectividad. En su temporada de novato tuvo un 32,7% en 7,1 intentos, mientras que en su segundo curso lanzó más (8,9) y metió con menor acierto (31,6%). Mal inicio en esta 2020-2021 por lo visto ante los Suns. Aunque tampoco motivo de alarma. "Fue el primer partido de la temporada. Siempre queremos ganar todos los partidos disponibles, pero tenemos que mirar lo que hicimos mal y mejorar para el próximo", señaló.
Su entrenador Rick Carlisle, por supuesto, demostró toda su confianza para con él: "Creo que hizo un gran trabajo. Se mantuvo agresivo pese a que su tiro exterior no estaba entrando. Todavía está recuperando sus piernas y forma, llegará a su mejor estado. Entiende el juego mejor que cualquier jugador de 21 años con el que estuve, y hará los ajustes necesarios".
Para Doncic, el próximo desafío es uno muy esperado: en el horario central de la jornada de Navidad (19 México, 22 Argentina, 2 España) frente a Los Angeles Lakers, campeones y con su ídolo LeBron James, toda una señal de su estado como referencia de la competición pese a que el propio Luka quiera minimizarlo. "Falta un largo camino para ser una de las caras de la liga, pero será algo especial. Jugamos contra los campeones y siempre he querido jugar en Navidad", se ilusionó.
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