Hace tiempo que los Cleveland Cavaliers pasaron de ser una grata sorpresa a una firme realidad. Las primeras semanas de competición sirvieron para dejar claro que el equipo de Ohio había encontrado la manera de salir del agujero en el que se había metido desde la marcha de LeBron James en el verano de 2018. Pero lo más importante fue que aquello no se quedó en una anécdota, tan típica de los arranques, sino que se ha mantenido en el tiempo, lo que puede permitir a los Cavs volver a los Playoffs, un territorio que no pisan sin James en su plantilla desde 1998.
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Las llegadas de Ricky Rubio, Lauri Markkanen y Evan Mobley, así como el paso adelante de Jarrett Allen y Darius Garland han convertido a Cleveland en un rival a tener en cuenta. La llave de su relativo éxito hasta el momento ha sido sin duda los roles tan bien marcados que el sistema impuesto por JB Bickerstaff parece tener, con dos bases organizadores al mando de todo, unos secundarios que desempeñan funciones muy concretas y unos interiores polivalentes y eficientes.
Hasta finales de noviembre, el equipo estaba cumpliendo más que de sobra con las expectativas. Estaban rozando el 50% de victorias, eran regulares y estaban manejando de buen modo las diferentes bajas que habían tenido. Fue a partir del 27 de noviembre con una victoria sobre los Magic cuando los Cavaliers hicieron click y a partir de ahí solo han ido hacia arriba. Desde ese momento los de Ohio han ganado 10 de los 13 partidos que han disputado, incluyendo una racha de 6 triunfos consecutivos, la mejor desde 2017.
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Teniendo en cuenta únicamente los 10 últimos compromisos de los 30 conjuntos de la NBA llama la atención que Cleveland ocupa un lugar relevante en todos ellos, algo lógico dado el balance, pero que casos como los de Bulls o Nets con idéntico balance pero registros menores sirven para poner en valor lo realizado por los Cavs.
En ese lapso de tiempo el equipo se ha asentado como la sexta mejor ofensiva (114,3), la mejor defensa (102,2) y el mejor conjunto en net rating con un +12,1. Todo ello sostenido por un ataque que es el cuarto que más anota (113,2) pero el que menos concede (100,7), así como el quinto en acierto al triple (38,1%), tercero en acierto general (47,6%) y cuarto en asistencias de media (26,9).
Este último punto es quizá lo más llamativo pues si hay algo que describe a la perfección el curso de los Cavaliers ha sido la gran compenetración entre sus dos bases, Ricky Rubio y Darius Garland. Ambos en un principio parecían pisarse al desempeñar un rol similar, pero el encaje no podría haber sido mejor para el grupo puesto que uno complementa al otro.
Echemos un vistazo a los números:
Jugadores en cancha | Jugadores fuera | Minutos | Ratio ofensivo | Ratio defensivo | Net rating |
Darius Garland y Ricky Rubio | - | 493 | 115,5 | 100,6 | +14,9 |
- | Darius Garland y Ricky Rubio | 55 | 96,3 | 113,7 | -17,4 |
Darius Garland | Ricky Rubio | 538 | 111,1 | 107,2 | +3,8 |
Ricky Rubio | Darius Garland | 354 | 104,4 | 103,2 | +1,2 |
*Datos vía PBP Stats
No obstante, lo ocurrido los últimos días en la liga en general y en los Cavaliers amenaza con poner en peligro su gran momento. La entrada en protocolos de un total de 7 jugadores hasta la fecha en el protocolo de salud y seguridad, incluyendo Jarrett Allen y Evan Mobley ha hecho que la dependencia de Garland, Rubio e incluso Love se incremente. Ejemplo de ello fue la derrota más reciente ante los Celtics, en la que el base de 21 años se fue hasta los 28 puntos, mientras que el ala-pívot a 18.
Aun así, la esencia del equipo se está manteniendo pese a las dificultades que atraviesan, confiando en su propuesta de juego pausado y siempre dependiente de un manejador que amasa la bola durante mucho tiempo (Garland con 4,97 segundos y Rubio con 4,93 de media) y que se complementan para acciones tan sencillas como complicadas como las dos siguientes:
O esta...
Los siguientes encuentros van a ser clave en el futuro a corto plazo de los Cavs. Progresivamente irán recuperando jugadores como Isaac Okoro, que está retomando la forma física tras un tiempo aislado, así como figuras clave del banquillo como secundarios como Lamar Stevens, Cedi Osman y las figuras titulares como son Mobley y Allen.
Si consiguen firmar una buena racha de triunfos conseguirán despegarse de Washington Wizards, a quienes tienen a 2 partidos de distancia, así como de Philadelphia 76ers y Charlotte Hornets, ambos a 3 de diferencia.
El principal inconveniente va a ser solventar la papeleta del juego interior, ahora responsabilidad de Tacko Fall, Luke Kornet, Kevin Love y Lauri Markkanen, figuras con potencial ofensivo pero dadas a sufrir atrás. En ese sentido, la apuesta con el finlandés como única referencia no ha funcionado en absoluto mal, logrando un +11 de net rating en el último duelo frente a los Celtics en 9 minutos de juego, mientras que con Fall las cosas no fueron tan bien (-62,4 en 8 minutos).
La primera prueba de fuego la tendrán contra unos Raptors con 10 jugadores fuera por protocolo antes de dos duelos fuera de casa claves. A la larga, según Tankathon, los Cavs tienen el calendario más asequible de lo que resta de temporada con un 47,2 de SoS, lo que podría llevarles a completar finalmente un curso en positivo.
Próximos partidos
- vs. Toronto Raptors (26/12)
- en New Orleans Pelicans (28/12)
- en Washington Wizards (30/12)
- vs. Atlanta Hawks (31/12)
- vs. Indiana Pacers (2/12)
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.