Si Chicago Bulls pretende regresar a la pelea de clasificación a los Playoffs después de un mercado de impacto, las señales que está dando en la pretemporada son las adecuadas. Y todo va mucho más allá de los resultados y los openentes. Sí, ni Cleveland Cavaliers ni New Orleans Pelicans han sido grandes adversarios y las dos palizas conseguidas lo grafican (121-85 ante los Pels), pero lo mejor es que esos resultados son una consecuencia del enfoque total de los de Billy Donovan en lo propio, en el trabajo correcto para construir la mejor estructura posible en ambos costados del campo.
Uno de los ejes del armado de estos nuevos Bulls era ver cómo encajan los fichajes en un ataque con mucha gente necesitada del balón. Hasta aquí, todo fluye de manera natural, orgánica y prometedora. El balón se comparte y, sobre todo, se generan opciones claras y favorables para cada uno. Ante los Pelicans, Zach LaVine volvió a ser el líder anotador (21 puntos, 8-14 campo y 2-7 triples), pero lo mejor es que el nuevo entorno le permite descargar responsabilidades en la creación para llegar con mayor facilidad a sus lugares preferidos. Nikola Vucevic hizo su habitual daño (16+10 rebotes), y los nuevos van luciendo mejor.
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DeRozan se va aclimatando (12 tantos, 6-13 campo), Lonzo Ball encontró su tiro (19 puntos, 5-6 triples, más 5 rebotes, 4 asistencias y 2 robos), y Alex Caruso sigue creciendo como líder de la segunda unidad (10 tantos, 5 rebotes, 5 asistencias y 2 robos en 22 minutos). La dependencia de LaVine del pasado va desapareciendo poco a poco y es un gran síntoma, un paso por el camino correcto.
Make yourself at home, Zo 🎯
— Chicago Bulls (@chicagobulls) October 9, 2021
19 points | 7-9 FG | 5-6 3FG pic.twitter.com/kC4VweuRBR
Pero claro, todo se trata de un balance y la defensa es un foco central en esta construcción de los de Illinois, con los refuerzos ayudando no sólo individualmente, sino de manera colectiva para cambiar la cultura y mentalidad, ideal considerando que las dos piezas que ya estaban como pilares (LaVine y Vucevic) no son conocidos por ser especialistas atrás, sino todo lo contrario. "Creo que entendemos lo talentosos que somos en ataque. Pero si queremos ser un buen equipo, tenemos que defender. El entrenador nos mostró un gráfico de los últimos campeones. Han sido buenos ofensivamente, pero realmente buenos en defensa. Nos estamos esforzando y ayudando en ese costado", remarcó LaVine.
Las llegadas de Ball y Caruso serán claves en esta búsqueda, siendo ambos dos defensores petimetrales diferenciales, sobre todo el ex de los Pelicans. "Muchas veces la defensa sólo se trata de esfuerzo, de jugar duro y moverse constantemente. Lo hemos estado haciendo en los entrenamientos y lo hemos podido trasladar a los partidos", señaló Lonzo, que detalló: "Muchas veces tenemos cuatro perimetrales en cancha junto a Vooch sosteniendo la pintura. Pero eso nos permite jugar sobre el balón, conseguir desvíos... Somos mucho más rápidos que varios equipos, y debemos usar eso como ventaja". Claro, ser disruptivos en defensa abrirá opciones en transición, ideal en un equipo que puede lastimar y mucho allí.
La muestra es mínima y está condicionada por dos rivales inferiores, pero los Bulls son hasta aquí la mejor defensa de la pretemporada, permitiendo apenas 82,6 puntos cada 100 posesiones en dos presentaciones, en las cuales dejaron a sus rivales en 34,5% de campo, además de generar 20,5 pérdidas. Registros interesantes que, sin dudas, querrán trasladar a la acción oficial.
A Chicago le quedan dos presentaciones más en esta preparación, el domingo ante Cleveland y el viernes contra Memphis. Dos oportunidades más de seguir construyendo de manera interna rumbo a una temporada donde las expectativas sobre el conjunto de Illinois son enormes. ¿Estarán a la altura de ellas? Es la idea y parecen ir por el camino correcto.
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