No tenían por qué hacerlo. No tenían que escuchar a sus fans. No tienen que arriesgar sus invictos. No hay ningún título mundial importante en juego. No hay ninguna razón para hacer esto aparte de que el mundo vea a dos de los mejores talentos jóvenes del boxeo enfrentarse con la oportunidad de cambiar la percepción de que los púgiles tienen que proteger su récord perfecto.
Ryan Garcia, de 24 años, y Gervonta Tank Davis, de 28, podrían haber hecho sufrir al mundo del boxeo dejando que la pelea se "marinara" hasta que sintieran que la demanda alcanzaba un punto febril. Pero hemos visto fracasar esa estrategia cuando los aficionados empiezan a perder interés.
Floyd Mayweather se jacta a menudo de que hacer esperar al mundo seis años para su megapelea con Manny Pacquiao puso a ambos púgiles en la posición de batir récords de asistencia, entradas y PPV al tiempo que cobraban un cheque enorme. Por desgracia, cuando Mayweather y Pacquiao finalmente pelearon en 2015, con 38 y 36 años respectivamente, sus mejores años ya habían pasado. El resultado fue una pelea relativamente poco emocionante que Mayweather dominó, dejando a los aficionados sintiéndose robados de lo que una vez pensaron que sería un épico choque de estilos.
Lo mismo ocurre hoy, cuando el mundo del boxeo espera con impaciencia que Errol Spence Jr., de 33 años, y Terence Crawford, de 35, firmen el contrato para enfrentarse. Pero ahora sus exigencias económicas han complicado las cosas y es posible que la pelea se cocine demasiado y acabe desechándose.
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A Davis y Garcia no les interesan los títulos mundiales ni maximizar sus posibles ganancias. Ya están preparados para ganar mucho dinero y lo que está en juego puede valer más que un título mundial. Para ellos, hay peces más grandes que freír después de esto, y darle a los aficionados lo que quieren ahora tendrá mucho peso para el deporte en el futuro. También pueden terminar obligando a otros jóvenes talentos a enfrentarse más pronto que tarde.
"Esta es la pelea para salvar el boxeo. Literalmente", dijo recientemente el fundador de Golden Boy Promotions, Oscar De La Hoya. "Cada década tiene su pelea para salvar el boxeo. Esta es la pelea para salvar el boxeo. La razón es que tenemos a dos jóvenes, dos invictos, que son lo mejor de lo mejor, dispuestos a pelear entre sí. Puedes ver y sentir la expectación".
Lo importante es que Davis y Garcia se den cuenta de que perder no es el fin del mundo para ninguno de los dos. Obviamente, el ganador obtiene cosas más grandes y mejores, pero no hay razón para creer que la carrera de García vaya a terminar antes de los 25 años o que Tank no pueda redimirse antes de cumplir los 30 años.
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El gran "Sugar" Ray Leonard sufrió su primera derrota como profesional a los 24 años contra Roberto Durán. La derrota no arruinó su carrera. De hecho, mejoró su carrera cuando se recuperó y derrotó a Durán en el infame combate del "No Más" cinco meses después. En el momento de la derrota, Leonard ganó más de 9 millones de dólares por el combate. En la revancha, recibió 7 millones. Cuando volvió a arriesgarlo todo contra Tommy Hearns un año después, detuvo a su invicto rival en un combate épico y ganó 11 millones de dólares.
Leonard sigue siendo considerado por muchos como uno de los mejores que se han enfundado un par de guantes.
Ryan Garcia se enfrenta a Gervonta Davis con la misma edad que tenía Leonard cuando se enfrentó a Duran.
"Esta es una gran pelea para el boxeo", dijo Garcia en un reciente encuentro con los medios de comunicación. "Realmente puede cambiar la trayectoria del deporte e inspirar a los jóvenes para que se pongan manos a la obra ahora mismo. La gente te va a adorar. Verán que saliste ahí fuera, que peleaste contra los mejores y que lo diste todo. Aunque ganes o aunque pierdas, les has demostrado lo que es un campeón en la vida".
Puede que Davis sea cuatro años mayor, pero su carrera como superestrella no ha hecho más que empezar. Pelear ahora contra Garcia prepara el terreno para futuros y lucrativos enfrentamientos contra rivales de la talla de Devin Haney, Vasiliy Lomachenko y Shakur Stevenson. Davis también sabe que la única crítica es que no se ha enfrentado a uno de los grandes nombres de este deporte. Gane o pierda, el futuro del púgil de Baltimore está lleno de grandes combates.
"Esta victoria significaría mucho", dijo Davis la semana pasada en Las Vegas. "Vencer a alguien joven, explosivo y en su mejor momento dice mucho. Siento que esta pelea es importante para el deporte. Estamos atrayendo a mucha gente y una victoria sería realmente como volver a ganar un título mundial."
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En una época en la que la duración media de la atención es la de un video de TikTok, no hay tiempo que perder cuando se trata de golpear mientras el hierro está caliente. Tanto Davis como Garcia vienen de ganar y los aficionados de la era de las redes sociales no están interesados en ver a estos dos jóvenes talentos pelear con nadie más que entre ellos.
El 22 de abril podría comenzar un efecto dominó en el que los boxeadores decidan dejar de proteger un récord invicto y vayan a perseguir un legado. Davis y Garcia no tenían que hacer esto, pero gracias a los dioses del boxeo que lo hicieron porque tienen la oportunidad de mostrar cómo se debe hacer el deporte que aman.
