Alejandro Davidovich Fokina no sabe cuándo agarró la primera raqueta de tenis, pero no se recuerda sin una en la mano. El nacido en Málaga en 1999, de padres rusos, vivió su gran semana en el Masters 1000 de Montecarlo al llegar a la primera definición de su carrera. Pese a la derrota contra el griego Stefanos Tsitsipas, el español disfruta a partir de este lunes del mejor ranking de su vida (27º) tras haber vencido por primera vez, por caso, a Novak Djokovic.
Si bien se decantó por el tenis, el rubio podría también haber seguido los pasos de su papá. Edvard, nacionalizado sueco, fue un boxeador amateur que no logró dar el paso al profesionalismo. Alejandro no se subió a los rings, pero sí muestra algunas características de los púgiles: es agresivo y no tiene miedo, lo que se puede ver cada vez que se tira a salvar puntos.
La vida de Davidovich Fokina se centra en el deporte, pero eso no lo limita a disfrutar sus otras pasiones. Durante la pandemia, el campeón de Wimbledon junior presumió en las redes sociales sus habilidades como cocinero y también comentó lo mucho que le gusta la música. Incluso, dos amigos DJs le enseñaron a trabajar con la consola. Nacido cerca de la playa, el ritmo lo acompaña a todos lados.
Otro punto a destacar del español es su amor por los animales: en abril de 2021 lanzó la plataforma adopta.org. Esta organización tiene como objetivo ayudar a los animales en situación de necesidad, abandono o maltrato. No sólo tiene su nombre en las mangas, sino que dejó un mensaje tras ganarle a Djokovic: “No compres, adopta”.
“Cada año se abandonan casi 300.000 animales en España y la cifra no deja de crecer. Adoptas.org es una plataforma de mediación animal que ayuda a las casas protectoras de España a agilizar las adopciones y, al mismo tiempo, a recaudar fondos. Esperamos que muchos refugios se unan a nosotros”, ha explicado Davidovich Fokina.
Durante su infancia, Alejandro no tuvo mascotas porque su mamá creía que le daban alergia. Hoy tiene dos gatos a los que considera sus “hijos” y no entiende por qué alguien abandonaría un animal. “Si veo a un animal abandonado, voy a un supermercado y le compro algo para alimentarlo. Y si está muy mal, llamo a una protectora. No son peluches y no se los puede maltratar”, recalcó.
En el Principado, Davidovich Fokina dejó en claro que es un animal competitivo y que a los 22 años su carrera recién está comenzando. El próximo paso a seguir será volver a casa: se presentará en el Barcelona Open que comienza este lunes.