No está siendo un final de temporada en absoluto sencillo para San Antonio Spurs. Después de haberse mantenido entre las principales posiciones de la Conferencia Oeste durante prácticamente todo el curso, el calendario les tenía preparado un desenlace complicado.
Con el panorama más exigente de toda la NBA, el conjunto entrenado por Gregg Popovich se marcó como objetivo mantenerse dentro de las posiciones de Play-In, tratando de competir contra los mejores equipos de la liga y haciéndolo sin traicionar a su proyecto actual, fundamentado en el desarrollo de los jóvenes. A tan solo 4 partidos para poner fin a la Fase Regular, los texanos tienen la clasificación virtualmente asegurada, un gran logro teniendo en cuenta la entidad de sus oponentes y los contratiempos que han tenido que afrontar.
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Los Spurs han ido creciendo y enriqueciéndose a pesar de las derrotas a lo largo de las últimas semanas. El nivel de juego del grupo ha sido alto, plantando cara a oponentes de la talla de Utah Jazz, Philadelphia 76ers, Boston Celtics o Miami Heat. De los últimos 8 encuentros disputados apenas han podido sacar adelante 2 victorias, una ante los Sacramento Kings y la más reciente ante Milwaukee Bucks. Ha sido precisamente en este último compromiso donde finalmente los texanos han obtenido la recompensa a tanto trabajo duro, alcanzando un triunfo que bien les podría valer una presencia en la postemporada.
Un asombroso esfuerzo colectivo en ataque sirvió para destronar a unos Bucks que se presentaron con todos sus efectivos disponibles y no pudieron hacer frente al acierto del que San Antonio disfrutó. Los locales se fueron a un máximo de temporada en cuanto a puntos, estableciendo un marcador de 146-125, tercer margen de derrota más alto de la campaña de Milwaukee. De este modo y junto a la caída de los Pelicans, los Spurs han dejado prácticamente afianzada su presencia en el Play-In, teniendo a New Orleans a 2,5 de distancia y con 3 compromisos restantes por su parte. Una victoria de los de Popovich bastaría para sellar el objetivo.
Uno de los aspectos más llamativos de la victoria fue la alta anotación alcanzada por San Antonio, que firmó una serie de 17 de 29 en triples (58,6%), evidenciando la gran selección de tiro de la que llevan haciendo gala durante todo el curso, así como un 39 de 65 en tiros de 2 (60%), a lo que sumar 17 de 21 desde el libre. De este modo los de Popovich alcanzaron la máxima anotación de la franquicia en un encuentro sin prórroga desde marzo de 2010, cuando le endosaron 147 puntos a los Golden State Warriors con Manu Ginóbili como máximo anotador con 23 tantos.
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La gran noche de cara al aro quedó probada desde el inicio, cuando se fueron hasta los 45 tantos en el primer cuarto, la cifra más alta de la franquicia desde 1993 ante los Nuggets, yéndose al descanso con 87 puntos en el marcador, quedándose a las puertas del récord establecido en 1984 con 91.
Esta es una de las demostraciones ofensivas del equipo de Texas más brillantes de los últimos tiempos y que sirve para ejemplificar el gran nivel al que venían rindiendo recientemente y, por el nivel de sus oponentes, no pudieron traducir en victorias. Noche para el recuerdo la vivida en el AT&T Center que supone la 14º ocasión en la que la franquicia supera los 146 puntos sin un tiempo extra, la segunda en la era Popovich.
Lo llamativo de la explosión ofensiva de los Spurs, quienes firmaron un ratio ofensivo de 140,4, el más alto de todo el curso en un solo duelo, estuvo en la distribución de los puntos. Y es que, lejos de acumularse en una o dos figuras, la anotación se repartió entre 6 jugadores, siendo DeMar DeRozan el máximo anotador con 23 tantos en 9 de 17 intentos. Seguidamente encontramos a Dejounte Murray con 21 en 8 de 14 tiros, 20 de Patty Mills en 7 de 10 lanzamientos, Keldon Johnson que se fue hasta los 20 en 6 de 9 tiros de campo, 19 firmados por Lonnie Walker IV con 8 de 13 y Rudy Gay cierra la lista con 19 en 8 de 13.
Un total de 6 jugadores por encima de la barrera de los 19 puntos que se combinaron para 122 tantos que prácticamente superaron lo firmado por todo el plantel de los Bucks en el partido.
De este modo, los Spurs lograron algo sumamente complejo y visto tan solo en una ocasión previamente. El 22 de noviembre de 1983 los Portland Trail Blazers derrotaron a los Denver Nuggets por 156 a 116 en un encuentro donde 6 integrantes del plantel consiguieron anotar más de 19 tantos. Fat Lever fue el máximo anotador con 22 puntos seguido de Calvin Natt, Wayne Cooper, Kenny Carr y Clyde Drexler con 20 y Jim Paxson con 19. En ese duelo, los de Oregon firmaron una serie de 65 de 100 en tiros de campo sin ningún triple intentado y 26 de 31 desde el tiro libre, siendo así el único precedente parecido en la historia de la NBA.
La temporada de San Antonio merece su reconocimiento teniendo en cuenta la composición del roster, la constancia que han demostrado tener y las adversidades a las que se han enfrentado, debiendo perder durante un tiempo prolongado a jugadores clave por protocolos. Su presencia en el Play-In será el mejor regalo a una campaña llena de obstáculos.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
