Los Portland Trail Blazers llevan ocupando las portadas del mundo del básquetbol desde que el jueves pasado se confirmó una noticia sorprendente: Carmelo Anthony volvía a la NBA. Es un fichaje que se produce en un momento crítico para la franquicia de Oregon, con un balance adverso de 5-8 en su peor arranque en varias temporadas y que buscará revertir la mala situación que vive el conjunto entrenado por Terry Stotts.
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Anthony, que firmó un contrato parcialmente garantizado de un año, no ha podido unirse inmediatamente a los Blazers, inmersos en una gira fuera de casa, ya que a pesar de no haber dejado de entrenar desde que salió de Houston Rockets, necesitaba aclimatarse y prepararse físicamente para el reto. Según informaron desde la prensa local de Portland, el alero de 35 años no estará en el próximo encuentro de los Blazers ante el que fuera su último equipo en la NBA, sino que lo hará presumiblemente ante New Orleans Pelicans el día martes.
El equipo de Terry Stotts consiguió desquitarse las malas sensaciones en San Antonio ante los Spurs, tras imponerse por 121 a 116 con un gran CJ McCollum, y quiere encontrar en Melo un revulsivo desde el tiro que descargue de peso ofensivo a las estrellas del equipo como el mencionado CJ y Damian Lillard.
"Estoy emocionado por esto", comentó Lillard para el Oregonian. "Con tantos tipos fuera, no estamos en una posición en la que podamos elegir. Tenemos pocos jugadores. Y él es un Hall of Famer. Hay cosas que él trae a la mesa que podemos usar, que nos pueden hacer un mejor equipo. Para mí, tiene mucho sentido". Unas palabras de acogida que favorecen la adaptación de un jugador que lo ha sido todo en la NBA y que tocó fondo tras su salida de Oklahoma City Thunder en un decepcionante final. Ahora, tras un año entero entrenándose para la ocasión, Carmelo Anthony llega con el objetivo de relanzar su carrera y ponerle el broche de oro a una trayectoria de pura leyenda.
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"Estoy emocionado con que venga y se una al equipo", aseguró Hassan Whiteside. "Creo que es bueno para los aficionados, bueno para la NBA. Va a atraer más atención al equipo y la gente quiere verlo. Yo también estoy interesado. Quiero ver cómo va a funcionar". Esa es la mayor incógnita e incertidumbre al respecto de su incorporación. Melo ha evidenciado ciertos problemas para adaptarse rápidamente a ecosistemas donde él no era la principal arma ofensiva, así que este momento es clave en su futuro a corto plazo, un último tren, una última bala.
"Estás hablando de un tipo que ha anotado 25,000 puntos", reconoce McCollum. "Es un 10 veces All-Star. Sabe jugar. Se trata de un tipo que puede anotar, otro jugador que puede estirar el campo. Ya veis cómo estamos siendo defendidos, nos dará otra dinámica", finalizó la estrella. Por otro lado, Rodney Hood apoyó las palabras de McCollum agregando que “aporta dureza, una determinación a nuestro equipo. Y, obviamente, anotando. No tienes que mencionar eso con Melo. Puede anotar el balón, especialmente en situaciones con pocos segundos. Anthony aporta mucho a nuestro equipo y estamos entusiasmados de ver cómo funciona una vez que se aclimate".
A priori, Melo encaja como anillo al dedo en los Blazers, el equipo que más tiros genera y realiza desde la media distancia a pesar del bajo acierto que cosechan (37%), así un jugador que hizo de esos espacios su seña de identidad, Anthony aterrizará en Nueva Orleans con la meta de responder en el sistema de Stotts desde el minuto 1. El veterano de 35 años es un jugador que no deja indiferente a nadie y en Portland quiere encontrarse de nuevo con el baloncesto.
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