La baja de Deandre Ayton por problemas en su tobillo izquierdo dejaron tremendamente afectados a los Phoenix Suns en un momento crítico de la temporada, donde los de Monty Williams atesoraban cuatro derrotas consecutivas y cada vez más alejados de alcanzar el octavo puesto de la Conferencia Oeste. En un contexto así recibían a Portland Trail Blazers en un encuentro clave para su supervivencia en la clasificación. No serían ni Devin Booker ni Ricky Rubio quienes dieran un paso adelante para conducir a los de Arizona a la victoria, sino Aron Baynes.
El australiano lideró a los Suns a conseguir una importantísima victoria por 127 a 117 firmando su máximo de carrera con 37 puntos y 16 rebotes de la mano de un 9 de 14 en triples que dejó sin argumentos a los de Terry Stotts. Todo ello potenciado por un primer cuarto inmejorable de Phoenix en donde consiguieron una ventaja de 14 puntos que fueron gestionando de manera brillante durante el resto del partido hasta asegurarse el triunfo a pocos minutos del final. Sorprendentente también el paso adelante que dio Dario Saric al conseguir 24 puntos y 8 rebotes escudando a Baynes bajo los aros.
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Mientras, por parte de los Blazers, la anotación se centró en tres frentes: Damian Lillard (24 puntos), CJ McCollum (25) y Hassan Whiteside (23). Sin embargo, el problema volvió a residir en la capacidad defensiva de Portland que permitió a los Suns anotar 19 de 42 intentos desde la línea de triple, la segunda ocasión que los de Arizona alcanzan estos números y la novena en la historia de la franquicia.
Portland pagó caro el mal arranque (17-5) en el primer cuarto y trató de remediarlo con una buena reacción de Lillard en el segundo cuarto. No obstante, tras el descanso la historia volvió a repetirse con Phoenix castigando ofensivamente a sus rivales e imponiendo un parcial de 21-4. A partir de ese momento los de Williams se dejaron llevar en cierto modo, manteniendo la tensión hasta medidados del último cuarto donde el tiempo ejerció de juez para asegurar la victoria de Suns.
La inesperada actuación de Baynes
Aron Baynes firmó su mejor actuación en sus ocho temporadas en la NBA al conseguir 37 puntos con 9 de 14 en triples dejando atrás los 26 tantos que consiguió en abril de 2018 con los Boston Celtics y los 4 triples anotados (2 ocasiones) que eran sus mejores registros previos en la liga.
El australiano resultó un huracán ofensivo para los Blazers y al término del primer cuarto ya sumaba 19 puntos en un impoluto 5 de 5 desde la línea de tres. El interior no se quedaría ahí sumando cuatro conversiones más con una defensa más férrea pero con la misma efectividad.
All the love for the big man!
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Este partido es la máxima anotación de un jugador australiano en la NBA, superando así los 34 tantos que consiguieron Patty Mills y Ben Simmons previamente.
Por otro lado, Baynes inscribió su nombre en la historia de la liga, al convertirse en el segundo jugador en firmar un partido de más de 35 puntos, más de 15 rebotes y 9 o más triples en una sola noche. El primero en hacerlo sería James Harden que lo consiguió en 2016 ante los New York Knicks.
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Ricky Rubio y un nuevo doble-doble
El base español volvió a ser uno de los más destacados en Phoenix Suns, siriviendo como pegamento del equipo de Monty Williams y acabando con un doble-doble de 13 puntos, 10 asistencias y tan solo una pérdida en los 33 minutos que estuvo en pista. El base del Masnou firmó así su vigésimo partido con dobles figuras en dos apartados estadísticos a lo que se suma que los Suns tienen un balance de 14-7 cuando Ricky supera las 10 asistencias en el partido.
Rubio fue uno de los artífices de la victoria de los de Arizona, pero lo hizo desde la sombra, sin un gran volumen de uso, repartió juego entre sus compañeros y siguió dotando de balones a los más inspirados como Saric, Bridges y, obviamente Baynes. De las 10 asistencias que Ricky repartió 5 tuvieron como destinatario el australiano con quien se entendió a las mil maravillas.
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