Los Sixers tuvieron su revancha de la caída en Toronto y se impusieron a los Raptors por 110-104. Más allá de un cierre para el olvido, que terminó reduciendo una diferencia que llegó a tocar la barrera de los 20 puntos, se trató de una actuación convincente de Philadelphia, ante un rival de calidad. Para el campeón defensor fue la tercera caída de manera consecutiva.
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El mejor del ganador fue Tobias Harris con 26 puntos, seguido por el novato Matisse Thybulle, autor de 20 puntos. Además, Ben Simmons culminó con 16 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias. Por el lado de Toronto no alcanzaron los 26 puntos de Kyle Lowry, en una noche en la que Fred VanVleet tuvo que abandonar el campo debido a un golpe en la rodilla derecha.
Embiid vs Gasol 2.0
Todas las miradas estaban puestas en el duelo entre Joel Embiid y Marc Gasol, luego de que el español dejara al camerunés en 0 puntos durante su primer choque. Lo cierto es que a pesar de la victoria de Philadelphia, Embiid tuvo otra noche para el olvido: 10 puntos, 8 rebotes, 3-7 de cancha y 4-6 en libres, perdiendo 7 balones.
El pivote volvió a tener serios problemas para descifrar las defensas propuestas por Nick Nurse y estuvo muy lejos de su nivel habitual. De hecho, luego de varios errores consecutivos en el cierre, su entrenador tomó la fuerte decisión de sentarlo en el banco, sumando a otro manejador de balón (Raúl Neto) en su lugar.
Sin embargo, aún sin un Embiid decisivo, los Sixers controlaron el juego y tuvieron algunos pasajes de alto vuelo ofensivo. Lo hicieron dándole un mayor protagonismo al juego de penetración y descarga de Ben Simmons, mostrando un ataque más fluido y espacioso que el habitual. El aporte de Tobias Harris (4-8 en triples) y Matisse Thybulle (5-8 en triples) ayudó a quebrar la marca de los Raptors, quienes por momentos se recostaron en una zona.
El partido no deja de ser una muy buena señal para Philadelphia. Poder ganarle a un rival de calidad y con momentos de buen juego, a pesar de tener a su principal figura tan baja, habla muy bien de ellos. Está claro que es un equipo que cuando logra estar preciso desde el perímetro (14-32, 44%) se vuelve extremadamente peligroso. Toronto así lo comprobó.
La defensa marcó el ritmo
Más allá de lo bueno que hizo en ataque, la base de la victoria de los 76ers volvió a estar en la defensa. Los de Brown hubieran dejado a sus rivales claramente por debajo de los 100 puntos, de no ser por un desenlace errático, que le dio muchos puntos fáciles a los canadienses. Pero durante 46 minutos, se vio todo lo que esta escuadra puede dar en el campo propio, manteniendo a los campeones por debajo del 40% de cancha durante buena parte del trámite.
El mayor mérito de la defensa Sixer estuvo en la marca de Pascal Siakam, quien si bien acabó con 16 puntos, la mayoría de ellos llegaron con el partido prácticamente decidido. Cada jugador de Philadelphia que tuvo la asignación del camerunés, hizo un buen trabajo, demostrando todas las variantes que tienen los de Brown en ese aspecto. Ah, y aunque es cierto que volvió a controlar a Embiid en defensa, esta vez fue Marc Gasol el que se quedó en 0 puntos durante sus 30 minutos en cancha.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
