"Es una competición". Así resumió Doc Rivers la situación actual de Philadelphia 76ers en el puesto de base, una de las grandes incógnitas del equipo que lideró la Conferencia Este la pasada temporada y que ahora se encuentra en una situación completamente diferente. El detonante del cambio no ha sido otro que Ben Simmons, jugador que ha expresado su deseo de abandonar la franquicia lo antes posible, quedando completamente fuera de rotación y generando un vacío en el rol de director de juego. Un hueco que debería ser ocupado por Tyrese Maxey o Shake Milton, las dos alternativas en el plantel de los Sixers.
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Esta es una de las cuestiones más destacadas y relevantes para los 76ers, la cual marcará el potencial del equipo, sobre todo si la situación con Simmons sigue sin resolverse a través de un traspaso. El aporte del australiano en ataque, aunque fuese limitado en cuanto a anotación, representaba un pilar fundamental del sistema ofensivo, creando oportunidades para otros, generando tiros abiertos e incrementando el ritmo. Ahora, Doc Rivers tiene la obligación de encontrar el mejor modo de mantener al grupo en lo alto de la tabla, con un rendimiento óptimo y tapando el hueco dejado por el ex de LSU.
La pretemporada es siempre un espacio idóneo para experimentar y probar diferentes formatos con el fin de comprender mejor cómo puede funcionar el grupo una vez arranque el curso. Sin la presión por obtener resultados que sí tendrán en unas semanas, los Sixers están dando los pasos adecuados para funcionar de manera correcta en ausencia de Simmons. Un ejemplo de ello fue la victoria contra Toronto Raptors por 125-113 en su segundo encuentro de preparación, un choque en donde finalmente estuvieron Joel Embiid y Tobias Harris, siendo ambos vitales en la consecución del triunfo.
Las expectativas con respecto a Philadelphia son altas, más tras el contraste de su pasado año y el gran rendimiento de Embiid, por lo que dar con la tecla y volver a poder optar al campeonato es el objetivo principal de Rivers. "No me puedo preocupar por lo que no tenemos. Vamos a ganar con lo que tenemos, ese es el modo que he pensado siempre", comentó el coach. "Hay un montón de gente que puede jugar y rendir. Hay muchos equipos que no tienen bases puros, es difícil nombrar a aquellos que sí. Solo tratas de jugar con los recursos que tienes y confeccionar un ataque a través de eso".
En los dos primeros choques de exhibición Rivers ha probado dos alineaciones con dos bases titulares diferentes. En el primero lo fue Maxey, quien tuvo que lidiar con la ausencia de figuras referenciales y apenas pudo guiar el ataque de manera notable, mientras que en este segundo duelo lo ha sido Milton, cumpliendo con un papel más correcto y ciñéndose al plan marcado por Rivers. En ambos casos se trata de manejadores con un grandísimo talento ofensivo, mientras Tyrese es explosivo y rápido, Shake es más técnico y pausado, pero la verdadera clave en los dos es que ninguno de ellos es un base clásico que cree a partir del pase, sino más bien anotadores con balón.
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En ese sentido, hay dos jugadores que pueden ayudar a corregir o paliar las carencias de los dos bases del equipo en este momento como son Joel Embiid y Seth Curry. El pivote está madurando su juego a pasos agigantados, asumiendo la responsabilidad de ser el verdadero líder de los 76ers, mientras que el escolta es capaz de organizar y dirigir de un modo más que correcto, un papel que desempeñó en no pocas ocasiones la pasada campaña. Sin ir más lejos, Curry ha sido el más destacado en estos dos primeros partidos de pretemporada para Philadelphia, resultando sumamente regular y eficaz con el balón en las manos. "No sé si en este equipo podemos decir que haya una alineación inicial. Va a haber diferentes jugadores en diferentes noches y así es como vamos a jugar", reveló Doc Rivers sobre el futuro del grupo.
Hasta ahora las sensaciones con respecto a Milton y Maxey hacen decantar la balanza más a favor del jugador de cuarto año, alguien más pausado y que lleva ya más tiempo en la liga, pudiendo así encajar mejor junto a las principales figuras del grupo como Embiid, Harris o Curry. Además, el nativo de Oklahoma tiende a ser mucho más generoso a la hora de compartir el balón, asumiendo mejor el rol de director de juego, lo que puede ampliar las posibilidades de otros de conseguir tiros liberados a media cancha y en llegada.
"Al comienzo del partido estuvo tratando de dirigir el equipo", dijo Rivers sobre Shake. “Y luego, a medida que avanzó, él simplemente jugó y le empezaron a salir las cosas. Tyrese y Shake van a tener que lidiar con eso, cuándo ser agresivos y cuándo no. Pero lo conseguirán. Ambos lo conseguirán".
Por otro lado, Maxey parece seguir sintiéndose más cómodo como líder de la segunda unidad, saliendo desde el banco e incrementando considerablemente el ritmo del equipo. La explosividad que el ex Kentucky posee le permite jugar de un modo mucho más eléctrico que cualquier otro en los Sixers, atacando el aro sin problemas o bien creándose sus propias oportunidades. Un buen ejemplo de ello fue su partido ante los Raptors donde terminó con 14 puntos y 5 asistencias en 6 de 9 tiros de campo.
Con la incertidumbre de lo que pueda suceder finalmente con Ben Simmons, Philadelphia 76ers está dando los pasos adecuados para poder competir en su ausencia, así como ayudando a desarrollar a dos jóvenes con un gran talento para su proyecto ganador.
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