Con todos los atenuantes que hay que ponerle a una victoria sobre unos New York Knicks con enormes limitaciones en ataque, los Philadelphia 76ers dejaron una buena imagen en el Madison Square Garden, imponiéndose por 109-89 con un sublime trabajo defensivo.
Los 89 puntos con los que terminaron los de Tom Thibodeau, ahora con marca de 0-2 en la campaña, lo dicen todo. Pero también vale repasar sus porcentajes: 38,6% de campo y 27,6% en triples, además de 16 pérdidas. Los problemas en ataque de los locales se expandieron en la segunda mitad, anotando solo 34 puntos, luego de haber llegado al descanso abajo por cinco unidades (60-55). Cuando los 76ers apretaron el acelerador, se acabó el partido.
En el otro costado volvió a verse a un Joel Embiid dominante, quien no tuvo demasiados problemas ni frente a Mitchell Robinson ni frente a Nerlens Noel. El camerunés lideró a todos los anotadores con 27 puntos y 10 rebotes en 31 minutos de acción.
A three & a wink. @JoelEmbiid | #HereTheyCome pic.twitter.com/C8zNwbgMDD
— Philadelphia 76ers (@sixers) December 27, 2020
Por New York los máximos anotadores fueron Julius Randle con 25 puntos y 7 rebotes, seguido por Alec Burks con 22 tantos. Entre ambos lanzaron 17-28 de campo. ¿El resto? 15-55... ¡ouch!
Simmons y una actuación All-Defense
Dentro del dominio defensivo de Philadelphia se destacó la labor de Ben Simmons. Su línea estadística es sólida pero no dice demasiado: 15 puntos, 9 rebotes, 6 asistencias, 2 tapas y 1 robo, con un 5-9 de cancha en 33 minutos. Sin embargo, el australiano fue mucho más determinante de lo que cuentan las estadísticas, al menos en la marca. Una actuación digna del jugador all-defense que es.
Lo del ex LSU fue brillante en su defensa de RJ Barrett. El perimetral de segundo año había tenido un gran debut ante Indiana con 26 puntos y Philadelphia salió decidido a no darle espacios. Y vaya que lo hizo... Simmons no le otorgó un centímetro durante toda la noche, llevándolo a fallar sus primeros nueve lanzamientos al aro y terminar con un flojísimo 2-15 de cancha, que incluyó un 0-6 de tres.
Ben Simmons is insane on defense. RJ Barrett is 1-11 from the field in the first half pic.twitter.com/o2TclF9RzD
— NBA Central (@TheNBACentral) December 27, 2020
De nuevo, las responsabilidades de los 89 puntos de los Knicks se reparten entre méritos y errores de uno y otro, pero desde la intensidad y la concentración, lo de Philadelphia defensivamente estuvo en un nivel altísimo. Desde sus dos máximas figuras, hasta los jugadores de rol como Dwight Howard, quien tuvo un muy buen partido desde el banco (9 puntos, 6 rebotes, 1 tapa y 1 robo).
Incluso jugadores que en la 2019-2020 dieron algunas ventajas en defensa, como Shake Milton y Tobias Harris, se están viendo mucho mejor en ese campo durante este comienzo de temporada. Si los Sixers mantienen ese nivel, no hay razón para que no sean una escuadra Top 5 en esa área durante la 2020-2021.
Curry y otro partido con soluciones
A diferencia del tema defensivo, en ataque los 76ers todavía tienen mucho trabajo por hacer. La preponderancia física de Embiid y atlética de Simmons los ayuda a esconder errores, pero durante largos tramos se sigue viendo a un equipo carente de fluidez y de buenos porcentajes cuando logra encontrar a sus tiradores (11-31 en triples esta noche).
😤 @BenSimmons25 😤 pic.twitter.com/06MgwGjVZf
— Philadelphia 76ers (@sixers) December 27, 2020
Dentro de ese panorama irregular, hay un nombre que sobresale para bien: Seth Curry. Luego de haber sido decisivo en el estreno ante los Wizards, el ex Dallas tuvo otra destacada actuación, terminando con 17 puntos, 6-8 de cancha y 3-4 en triples. Eficacia pura.
— Philadelphia 76ers (@sixers) December 27, 2020
Curry está empezando a encontrar cierta química con Embiid en el juego de mano en mano, pero Philadelphia todavía tiene que hacer un mejor trabajo generándole tiros abiertos. De hecho, varias de sus conversiones llegaron creando por su cuenta desde el drible (lo mismo ocurrió frente a Washington), en lugar de recibir estacionado para su infalible catch and shoot. Que aún en ese escenario poco favorable haya terminado con 17 puntos en 8 lanzamientos al aro, habla del talento de uno de los mejores tiradores que tiene la NBA hoy en día.
Su llegada le ha venido como anillo al dedo a los 76ers y será cuestión de que continúen explorando y explotando las posibilidades que les otorga.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
