El básquet volvió a la ciudad de Philadelphia tras nueve meses de ausencia y lo hizo de la mano de unos 76ers que saldaron cuentas con el equipo que los barrió en los pasados Playoffs, Boston Celtics. El reformulado equipo de Doc Rivers supo dominar los diferentes ritmos del partido y crecer a través de la defensa para sacar adelante una victoria por 108 a 99 con la que empezar con buen pie la pretemporada . Una noche en la que los verdes no pudieron contar con buena parte de su alineación principal, entre ellos Kemba Walker, Daniel Theis o Tristan Thompson.
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Fue así como Joel Embiid encontró el espacio y la oportunidad para poner en valor su perfil dentro del equipo, pues se aprovechó no solo de las marcas que le lanzaron los Celtics sino del nuevo sistema ofensivo para terminar siendo el segundo máximo anotador.
En los limitados 17 minutos que el camerunés estuvo sobre el parqué, sumó 18 puntos asumiendo un alto volumen de lanzamientos, para terminar con un 6-14 incluyendo un 0 de 4 desde más allá de la línea de tres puntos, que complementó con 3 rebotes y 2 robos.
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Si bajo la dirección de Brett Brown todo el sistema ofensivo parecía orbitar alrededor del interior, visto el primer amistoso con Rivers al frente la cosa parece ir en una dirección diferente. El espacio del que disponen los cinco jugadores de 76ers en cancha es mucho mayor, lo que posibilita un aumento de las penetraciones y potenciales lanzamientos, y al mismo tiempo permite que se produzca una situación poco explotada por Philadelphia hasta el momento como es el bloqueo directo.
A través de la unión de Seth Curry (7 puntos) y Embiid, los Sixers dejaron claro que en esta temporada buena parte del juego va a pasar por acciones de ese tipo, las cuales facilitan que el pivote disponga de tiros desde la media distancia liberados así como continuaciones hacia el aro.
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"Es fenomenal" , dijo Doc Rivers al terminar el partido. “Es un gran ejemplo para Joel. Jugamos según nuestro plan, pero no hicimos sus jugadas y aun así anotó 18", comentó el técnico remarcando que el plan de partido no estaba pensado para explotar las virtudes del interior pero que supo encontrar su espacio.
Además, Rivers reveló que la intención del equipo es construir un sistema continuado y fluido en vez de construir un largo libro de jugadas en donde haya situaciones concretas para este. “Creo que fue algo muy importante que Joel lo viera”, dijo el entrenador sobre las buenas sensaciones dejadas con respecto a la idea de juego.
Embiid se benefició de la rotación interior de los Celtics, formada por Robert Williams y Tacko Fall, que salvo contadas excepciones no pudieron contener al camerunés bajo los aros y solo el desacierto de este en las suspensiones y la larga distancia le privó de acabar con unos números más destacables.
La inexperiencia y carencia de autocontrol por parte de Williams le pasó factura en el cara a cara contra Embiid, reaccionando mal en defensa y permitiendo al camerunés campar a sus anchas, especialmente al poste donde le dejó sellar la posición de manera aparentemente sencilla.
Ambos equipos tardarán en volverán a verse las caras para un segundo asalto, mientras los 76ers y Embiid ya piensan en Indiana Pacers, su próximo rival el 18 de diciembre.
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